Yo tengo otros datos - ¿Son inconsistencia de la ley, O capricho del gobernante?

En opinión de Carlos A Galicia

Yo tengo otros datos - ¿Son inconsistencia de la ley, O capricho del gobernante?

A veces resulta contradictorio lo que establece la ley y lo que decide el gobernante en turno. Resulta que en la Ley del Servicio Exterior Mexicano se indican las bases para pertenecer al Servicio Exterior, se supone que existe un plan de carrera, que consiste en preparar la trayectoria y formación de los Miembros del Servicio Exterior (art. 27 ter, capítulo v BIS). Pero además resulta risible que en la propia norma establece que para pertenecer al Servicio Exterior se realizara por oposición, mediante concurso públicos preferentemente anuales, y deberá considerar el concursante algunos elementos que se especifican en el ordenamiento,  como son  la realización de un examen que compruebe el dominio del idioma inglés y de otros idiomas, un examen de cultura general orientado a las relaciones internacionales,  y realizar cursos especializados en el Instituto Matías Romero, cuya duración no excederá de seis meses,  y un periodo de experiencia práctica en la Secretaría cuya duración no excederá de seis meses. Para ello, se cuenta con una subcomisión de ingreso que se encarga de evaluar a los aspirantes y que depende de la Comisión de Personal, en la cual esta unidad administrativa apoya al Secretario de Relaciones Exteriores en la función de evaluación del personal de ingreso.

 Otra recomendación de la ley, es que los candidatos a ingresar a la rama diplomático-consular deberán cumplir con los siguientes requisitos: (art 32). En su fracción IV.- Considera que:  debe ser apto para el desempeño de las funciones del Servicio Exterior; y en su fracción VI. ... Asimismo deberá tomar los cursos que formen parte de los programas de capacitación que, en materia diplomática y consular imparta, el Instituto Matías Romero.

Hemos observado algunos de los requisitos que solicita la autoridad correspondiente para ingresar al Servicio Exterior. Desde luego, que no es tan sencillo pertenecer a éste servicio en razón de que se requiere un perfil profesional especializado, no basta con terminar una carrera profesional, sino se requiere someterse a la capacitación de acuerdo a los lineamientos del Instituto Matías Romero.

 En ese sentido, resulta contradictorio que mientras la ley del Servicio Exterior especifica los lineamientos para ser miembro del Servicio Exterior, el actual gobierno este empeñado en nombrar a personajes que no tienen trayectoria diplomática. Como fue el caso de Pedro Salmerón, quien es licenciado, maestro y doctor en historia, fue director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos sobre las Revoluciones de México y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Entre las nuevas responsabilidades de Pedro Salmerón está continuar con el proceso de renovación del Museo Regional de Guadalajara. Pero no cubre ninguno de los requisitos que señala la ley mencionada. De igual manera resulta con la exsenadora Jesusa Rodríguez, se menciona en Wikipedia que estudio teatro, que es profesora, activista, artista de performance. Pero tampoco cubre ninguna de las disposiciones establecidas.

Entonces, surgen varias preguntas: ¿Qué pasa con los miembros del Servicio Exterior que tienen años sirviendo al país en la propia dependencia, o bien, en algún consulado o embajada, y que desean convertirse en cónsules o embajadores?, pero no cuentan con la amistad de sr. Presidente y, por lo tanto, seguramente tendrán que esperar que algún conocido les ayude.  Otra pregunta, ¿Entonces qué caso tiene que exista la carrera de Relaciones Internacionales en varias universidades del país, si no van a lograr convertirse en Miembros del Servicio Exterior de primer nivel? Una pregunta más. ¿Qué caso tiene que ciudadanos acudan a preparase y a formarse en el Instituto Matías Romero, para ingresar al Servicio Exterior? Si todo es más fácil por la vía fast track; que consiste en contar con la amistad y la anuencia del Ejecutivo Federal para ser embajador o cónsul.

 En este gobierno, varios de los representantes de México en el exterior no cubren con los requisitos de ley, pero si cumplen con la amistad y beneplácito del huésped del Palacio Nacional. Algunos de ellos sus méritos son haber participado en la lucha social que emprendió AMLO desde hace dieciocho años. Otros son recomendados de políticos que pertenecen a la clase gobernante. Y unos más, de plano, son amigos del titular de la Secretaria de Relaciones Exteriores, mérito que bastó para ser Miembros del Servicio Exterior.

 Habría que preguntarse ¿si son inconsistencias de la ley o incongruencias del régimen? Porque este tipo de decisiones no ayudan mucho a profesionalizar el servicio exterior que requiere el país.