¿Y, cómo para qué querían más diputados?

En opinión de José María Román Román

¿Y, cómo para qué querían más diputados?

La reciente negativa de los ayuntamientos a aprobarles las reformas constitucionales que permitieran engrosar más burocracia al congreso, ha sido de los pocos aciertos que dan sentido a la democracia.

Pero la pregunta quedó en el aire. ¿Para qué querían y les urgía incrementar la burocracia?, sin ser un analista sesudo del actuar legislativo, a la vista por burdo e incongruente, salta la respuesta: para nada, excepto para cubrir sus ambiciones personales que encariñados con el poder y viendo que poco o nada se hace en la tarea legislativa, se obtiene mucho en canonjías y expectativas de poder. Querían armar aliados, querían amarrar el futuro, su futuro. Conste, no el futuro de la sociedad.

Uno se pregunta, ¿Qué utilidad ha representado para Morelos tanto la actual como las pasadas legislaturas? y no tenemos que ir muy lejos por la respuesta: sirven normalmente de paleros los legisladores, paleros del poder ejecutivo federal porque regularmente todo le aprueban sin señalarle las inconsistencias de las reformas Constitucionales que infinidad de veces obedecen al capricho del gobernante en turno. No analizan, no se oponen  o salen al frente de los intereses de los representados o de los distritos que representan. Es más, cuando ingresan al poder, y son perezosos y tardan mucho en aprender, solo sirven para levantar el dedo, incapaces de decir que no que por temor a perder la posibilidad de ser reelectos o electos por parte del partido que los encumbró o marcado por el gobernante. Son los legisladores actuales rehenes de las dirigencias de sus partidos, los que a su vez son los negociadores y rehenes del titular del gobierno federal o estatal según sea el caso. La libertad para decidir es letra muerta, a todo dicen que sí, como ciertas personas fáciles que abundan en la calle y a las que solo hay que llegarles al precio. Eso es. No nos representan, no representan nuestra voluntad. Jamás nos consultan las leyes que aprueban y que nos afectan la vida diaria. Y no digo que consulten a través de la electrónica que ahora ya es posible hacerlo, sino que no consultan a los organismos de la sociedad para enfrentar con mayor rigor y certeza en cuanto a lo correcto de su voto.

Son los vicios de una democracia imperfecta. ¿A mí, ciudadanos, votante, dador del poder con que se ostentan, de que me sirve haberlos elegido? De nada, jamás se acuerdan de mí hasta que necesitaba de mi voto y no me consultaron tanta estupidez y aberración que en mi nombre hicieron en la tribuna. Esta de querer aumentar el número de legisladores es una más de las muchas aberraciones que seguido cometen.

¿Sirvió de algo tener diputados de la legislatura pasada que dejaron ir de todas todas las que Graco quiso hacer?, no, nadie alzó la voz, salvo un respetable señor de apellido Escamilla, nadie lo hizo, fueron dóciles y serviles y peones del señor del poder en el ejecutivo del estado. Fueron cínicos porque se aprobaron asimismo grandes cantidades de dinero que a la fecha nadie sabe dónde está ni como se usó. Hicieron la finta de medio procesar a una dama (Hortensia, ex legisladora) que al final la está librando muy bien, pero al principal, al causante de todo que fue Graco, nada, goza de cabal saludo y libertad y no le harán nada no obstante la vana promesa de Cuauhtémoc de castigarlo y de reintegrar al erario lo mal dispuesto. No han hecho nada ni harán nada. Las pensiones ya se fueron y los que pagamos el dinero para poder darles esas doradas cantidades sin hacer nada y jubilaciones o pensiones adquiridas a temprana edad, de por vida, durante su vida las pagaremos nosotros sin que ningún diputado nos haya servido para pararlas, sino para aliarse en contra de los intereses de la sociedad que dicen que representan. ¿Para eso querían más diputados? Generaron más ayuntamientos en la legislatura pasada, más burocracia, más broncas. Hoy generan contradicciones groseras y serias y ahí va una, por no dejarla pasar: El ayuntamiento de Cuautla decide reabrir su comercio en medio de la contingencia (Pandemia) después de dos meses y días de tenerlo cerrado. Una decisión polémica producto de la necesidad de sus gobernados y del alocado semáforo rojo del gobierno federal que no da una ni le atina. El diputado José Luis Galindo Cortés Presidente de la Comisión de Salud de ésta legislatura y el Secretario de Salud del Gobierno de Estado Marco Antonio Cantú Cuevas, de inmediato critican, acusan, señalan y casi linchan al municipio por           haberse atrevido hacerlo. Me pregunto; ¿Y cuándo, éstos señores se sentaron, programaron, invitaron, propusieron y citaron a los municipios para plantear una solución al grave problema que se avecina que es desempleo, hambre y miseria a los gobernados?, nunca que yo sepa, pero eso sí, buenos criticando y cobrando de lo que pagamos de impuestos, buenos para gastarse el dinero de los contribuyentes pero malos para dar respuestas a los problemas sociales de los morelenses. ¿Para eso queremos más diputados, para eso hacen falta esos secretarios de salud?, ¿Buenos para qué?...o ¿para quién? Eso y nada es lo mismo, el ayuntamiento de Cuautla al igual que los demás Municipios  se rascarán con sus propias uñas…si es que tienen.