Violan garantías en Poder Judicial

La emergencia sanitaria (por el covid-19) afectó el ejercicio de la abogacía
Hay un rezago de 900 demandas; no se sabe si han sido ¨admitidas¨ o ¨desechadas¨

Violan garantías en Poder Judicial
Alrededor de 900 demandas están en rezago en el Tribunal Superior de Justicia: “no han tenido un avance; desconocemos si fueron admitidas o desechadas”, lo que “violenta” las garantías individuales, afirmó José Luis Urióstegui Salgado. Foto: Oksana
Violan garantías en Poder Judicial
Violan garantías en Poder Judicial

Alrededor de 900 demandas están en rezago en el Tribunal Superior de Justicia: “no han tenido un avance; desconocemos si fueron admitidas o desechadas”, lo que “violenta” las garantías individuales, afirmó José Luis Urióstegui Salgado, presidente de la Barra de Abogados de Morelos.

Asimismo, dijo que a partir del 17 de marzo, cuando se comenzaron a “emitir los acuerdos”, se cerraron “casi en su totalidad” las actividades jurisdiccionales, salvo: el depósito de pensiones alimenticias y una convivencia virtual entre familiares”.

El abogado adujo que el quehacer, en esa instancia, quedó “paralizado”, hasta que el 15 de junio se dio apertura a las demandas. A la fecha, según datos de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia, hay un atraso en diversos órdenes.

De igual forma, manifestó (tras un pronunciamiento colectivo, en el centro de la capital, a propósito del Día del Abogado, el 12 de julio) que en esas mismas condiciones se encuentran los tribunales de Justicia Administrativa, el Agrario, el de Justicia para Menores y demás oficinas: “ha sido una afectación grave y delicada, no sólo a quienes representamos intereses de personas -que están acudiendo a nuestros servicios- sino para menores y mujeres que han sido violentados o no se han satisfecho sus necesidades alimentarias más elementales”.

Externó que, hace unos días, se presentó un escrito hacia el presidente del TSJ, con el objeto de solicitar la reapertura de todos los juzgados (asumiendo las medidas de prevención ante la propagación de la pandemia. Por ejemplo: trabajo escalonado, con los insumos de salvaguarda, en defensa de la salud de los trabajadores del ramo judicial).

Agregó que la situación no ha sido fácil para el gremio de la abogacía, porque no existen “ingresos, salvo aquellos que, por actividades académicas, o algún otro tipo de contratos, se ha permitido subsistir en condiciones no similares a las previas”.

Sin embargo, pese a la adversidad, ponderó el apoyo que se ha suscitado al interior del ejercicio de los jurisconsultos: “se generó un programa de barristas, a través del cual, algunos asociados han apoyado a otros en algunas circunstancias más delicadas”, que se traduce en la entrega de “algún apoyo”.

Añadió que esa ayuda sirve para “paliar un poco sus necesidades”. Por ende, emitió un reconocimiento a los abogados: “lo hago con toda sinceridad, porque se demuestra que hay solidaridad en condiciones de mayor vulnerabilidad”.