¨Soy más que una condición, soy una persona de talla baja¨

En opinión de Laura Gpe. Villalobos Flores

¨Soy más que una condición, soy una persona de talla baja¨

En un día normal ¿has ido por la calle y te has topado con personas cuya diferencia de estatura te ha sorprendido, las has visto batallar al subir al transporte público, para alcanzar un mostrador, o simplemente pasear por las calles?, en México se estima según la literatura médica, que existen alrededor de 25 300 personas que presentan talla baja asociada solamente a las 6 condiciones de mayor incidencia de los 400 tipos conocidos, (acondroplasia, pseudoacondroplasia, morquio, osteogenesis imperfecta, síndrome de Turner y displasia ósea espondiloepifisiaria).

A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado comprender bajo diversas premisas el origen y sentido de su existencia, indudablemente el concepto ha cambiado a lo largo de la historia de tal suerte que ahora nos referimos a ellos como: personas de talla baja,  al evolucionar el concepto ha evolucionado la percepción que de estas personas se tiene, dejaron de ser considerados Dioses, seres mitológicos, errores de la naturaleza, castigos divinos o bufones de la corte real, etc. a ser considerados ante todo como “personas”, personas que nacieron con una condición que de sí no les limita y que pueden buscar su realización personal y abonar a la sociedad en que se desempeña como cualquier otra, pero la talla baja que les caracteriza, les hace enfrentar una gran cantidad de barreras que impiden su participación en todas las actividades.  

A diferencia de muchas condiciones donde se ven involucrados factores externos como la edad de la madre gestante o la ingesta de ácido fólico, en este caso no existe inferencia alguna, sino más bien, va encaminado a la mutación a nivel genético, adquirido de manera congénita, mutación de gen en primera generación, es decir, caso novo o uno o ambos padres presentan el gen mutado y fue transmitido por herencia a la siguiente generación.

Este hecho científico nos permite concluir que no es una enfermedad que pueda curarse implementando un procedimiento médico, es una condición que genera situaciones más allá que presentar baja estatura, como fragilidad ósea, escoliosis, cifosis o lordosis, en algunos casos hidrocefalia, afecciones cardiacas o respiratorias, deficiencia auditiva o visual, según la condición que presente de los 400 tipos existentes y que genera en mayor o menor medida discapacidad.

En pleno siglo XXI, las personas de talla baja continúan encontrando barreras sociales, de infraestructura, laborales, escolares, que les impide desenvolverse como una persona plena en todos los ámbitos, es por eso que han decidido hacer uso del empoderamiento mediante la consolidación de asociaciones, fundaciones y redes de apoyo que garanticen el respeto, para hacerse visibles ante un entorno que los considera incapaces.

Un ejemplo de estas organizaciones, es la       Red Mexicana de personas con talla baja, una organización sin fines de lucro, dirigido por personas pequeñas que buscan ser gestores de cambio, porque somos más que una condición, somos personas de talla baja.