Serpientes y escaleras - Trabajo sucio

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Trabajo sucio

¿A qué le apuesta Juan Pablo Adame impugnando la candidatura de su partido?

 

Trabajo sucio

Juan Pablo Adame se inscribió en la contienda por la candidatura a la alcaldía de Cuernavaca en Acción Nacional; lo hizo a sabiendas de que no ganaría porque no tiene ascendencia en la militancia y porque la dirigencia mantiene el control del consejo político y de prácticamente todos los órganos directivos del PAN. Su esfuerzo, dijo, fue para crear conciencia política entre la militancia, para hacer contrapeso a los hermanos Terrazas y exhibir el que a su juicio es un mal manejo del partido; hasta ahí todo tenía lógica. Ahora su actuación es distinta, parece que le está haciendo el trabajo sucio a alguien más.

Vamos por partes: José Luis Urióstegui pudo ser designado candidato del PAN en Cuernavaca sin necesidad de ir a una contienda interna; como insistentemente lo ha pregonado Juan Pablo Adame, los hermanos Terrazas controlan al partido y tienen los votos suficientes para hacer candidato a quien ellos quieran sin tener que disfrazar su decisión con una contienda democrática. No lo hicieron.

El proceso de elección interna se llevó a cabo en un momento complejo de la pandemia, cuando el estado se encontraba en semáforo rojo y las autoridades de los tres niveles llamaban a la ciudadanía a quedarse en casa. El Partido Acción Nacional decidió que la elección se llevaría a cabo cumpliendo todas las medidas de sanidad, pero en una sola casilla.

El proceso inició sin contratiempos, pero pasado el medio día las cosas se complicaron cuando un grupo de militantes afines a Juan Pablo Adame comenzaron a generar aglomeraciones y connatos de violencia, lo que provocó que las autoridades de protección civil acudieran de inmediato y cancelaran la votación. Este hecho fue la base de la queja de Adame Alemán: alegó ante las autoridades del Tribunal Estatal Electoral que cerrar la casilla media hora antes de lo programado le impidió ganar la elección, suponiendo que todos los votantes pendientes eran suyos y fueran suficientes para revertir la ventaja de José Luis Uriíostegui.

Al principio parecía que la estrategia del exdiputado Adame era enfrentar a los hermanos Terrazas pensando en la elección de la dirigencia estatal programada para el próximo mes de noviembre; empañar el proceso de selección de candidatos, cuestionar la actuación del presidente y exhibir supuestos malos manejos en el comité estatal eran la fórmula de Juan Pablo para atraer miradas y reagrupar al panismo que se fue del partido y se alejó de la política tras la llegada de la nueva dirigencia.

Tratándose de una lucha interna por el control de la institución el plan no parecía descabellado, pero ahora todo luce diferente; explico: Adame Alemán ya no está atacando a la dirigencia estatal panista, sus baterías apuntan a quien representará a Acción Nacional en el proceso electoral del mes de junio y así parece que le hace el juego sucio a algún otro partido o candidato.

El punto para reflexionar no está en la certeza de las acciones legales emprendidas por el hijo del exgobernador, sino en el enfoque de sus decisiones. La pelea entre los Adame y los Terrazas ya no es por la dirigencia, sino para que el PAN pierda la elección en la capital y consecuentemente quede en desventaja en el proceso de sucesión del 2024. Aquí la primera pregunta ¿Se da cuenta Juan Pablo Adame de lo que está haciendo?

Si hacemos memoria sobre lo ocurrido políticamente en Morelos en los últimos años recordaremos que allá por el año 2009 el perredista Graco Ramírez Garrido, entonces senador de la república, inició su carrera por la gubernatura de Morelos con el apoyo económico del presidente Felipe Calderón y el respaldo político del gobernador Marco Adame Castillo, ambos militantes del PAN.

Los hechos están documentados y son comprobables: desde la comisión de energía del senado de la república el perredista se convirtió en un personaje central del gobierno de Morelos; Graco Ramírez acompañaba en todos los actos públicos a Marco Adame y presumía las acciones de la administración estatal como suyas. ¿Por qué dejan que el senador se apropie del trabajo del gobierno estatal? Le pregunté en alguna ocasión al entonces secretario de gobierno. “No lo entiendo, pero es indicación directa del gobernador” me respondió.

Igual que Felipe Calderón apostó por la candidatura de Enrique Peña Nieto, en Morelos Marco Adame Castillo pactó con el perredista Graco Ramírez; el acuerdo era evidente: a pesar de los problemas sociales, políticos y de inseguridad, el bravo senador de izquierda nunca cuestionó al gobernador morelense y este a su vez puso en el portafolio del senador toda la estructura de su administración. Lo que sucedió después todos lo sabemos.

Con este antecedente vale la pena preguntarse ¿A qué le apuesta Juan Pablo Adame Alemán al bombardear la candidatura de José Luis Urióstegui? lo primero a considerar es que aunque el fallo del Tribunal Estatal Electoral determinó anular la elección interna del PAN, el resolutivo de los magistrados pone en manos del partido la decisión de nombrar a su candidato, es decir, nada va a cambiar.

La dirigencia panista está respetando el proceso legal para no dejar ningún vacío jurídico que posteriormente pueda complicarles las cosas, saben que pueden nombrar sin ningún inconveniente a José Luis Urióstegui, tienen tiempo para hacerlo y por ello dan pasos firmes sin perder la calma. Si saben aprovechar el momento, incluso, podrían aprovechar el golpe de Juan Pablo Adame para victimizar a José Luis Urióstegui.

La reflexión no va en función de la querella judicial presentada por el hijo del exgobernador, ni tampoco versa en la posibilidad de que el PAN se quede sin candidato o tenga que sustituir al abogado. Lo que me llama la atención es el proceder de Juan Pablo Adame, la posibilidad de que, como lo hizo su padre hace algunos años, se esté prestando al juego político de otros a costa de su partido.

Los adamistas dirán que están en su derecho de defender sus argumentos por la vía jurídica y es cierto, pero entendiendo que su cruzada no tiene ningún final en el cual las cosas cambien, resulta ocioso boicotear las posibilidades de que su partido pueda ganar un espacio tan importante como Cuernavaca. Al final, si hablamos de un panismo convencido, de ideales, como lo pregona Adame, siempre será mejor para la militancia que gane Acción Nacional con un hombre decente a que lo haga cualquier otro partido ¿O no?

Frente a las acciones y la actitud de Juan Pablo Adame, el tiempo parece conceder la razón a los hermanos Terrazas; aunque se les acuse de aprovecharse del control que tienen del partido, lo cierto es que en el PAN se ha postulado a un buen candidato en la capital, con posibilidades reales de ganar la elección. Ítem más: la manera de proceder del PAN de los Terrazas no es distinta a la que hubo antes en el PAN de la Sagrada Familia.

José Luis Urióstegui será el candidato del PAN en Cuernavaca por decisión de la dirigencia de ese partido; la querella interpuesta por Juan Pablo Adame no cambiará nada, ni siquiera altera los tiempos y la forma en que hará campaña el abogado. Lo llamativo es el proceder del exdiputado y los posibles objetivos que pueda perseguir ahora.

¿Le está haciendo el juego sucio a alguien más?

                                               

 

  • posdata

El PRI en Morelos está totalmente desfondado; es posible que por azares del destino logre ganar un poco más que en la elección pasada, donde perdió casi todo, pero aún así el resultado será negativo.

El problema de fondo en esa institución son los grupos que se han formado al interior y que a la vuelta del tiempo se han apropiado de todas sus partes, está en la forma como se conducen en campaña y por supuesto incluye la terrible falta de liderazgo que padecen desde hace al menos dos décadas.

El Partido Revolucionario Institucional se ha ganado a pulso ser el partido con más alto índice de rechazo en la entidad; ni siquiera el PRD tras el desastroso gobierno de Graco Ramírez carga con tantos negativos como el PRI.

Solo los valientes, los inocentes o los torpes se atreven a competir bajo las siglas de ese partido en un momento como el actual, con una dirigencia rebasada, desconectada de la realidad y visiblemente incompetente.

Algo bueno que podría pasarle al PRI es perder el registro en Morelos; de esa manera podría depurarse y, si lo merece, renacer bajo una condición distinta.

Hoy en el Partido Revolucionario Institucional todo es caos y desorden, empezando por la dirigencia y los gemelos mediocres.

  • nota

Aunque no se quiera pensar mal, a veces las circunstancias y los hechos nos llevan por ese camino.

¿Qué hace Armando Adame Alemán, hermano de Juan Pablo, de candidato plurinominal en otro partido, cuando no tiene ningún mérito político, personal, profesional, ni la capacidad neuronal suficiente para ocupar una curul?

  • post it

¿Alguien sabe dónde está el PRD?

¿Alguien sabe si tienen posibilidades de ganar algún distrito local, alguno federal o alguna presidencia municipal?

¿Alguien conoce cuál es su estrategia, cuál será su discurso, cual será el eje de sus campañas y si existirá sincronía en el discurso de sus candidatos?

¿Alguien cree que puede conservar el registro?

¿Recuerdan la arrogancia con la que se conducían los perredistas durante el sexenio pasado?

Con Graco Ramírez, con Rodrigo Gayosso y con Jorge Messeguer ese partido dejó de ser revolucionario y democrático.

  • redes sociales

Los reporteros preguntaron al gobernador de Morelos cuál sería su actitud durante la campaña, si habría dados cargados, apoyo a algún candidato en particular o si se replicaría en el estado el pacto al que a nivel federal convocó el presidente López Obrador. Esto dijo Cuauhtémoc Blanco:

“La neta a mi no me gusta hacer eso porque es una deslealtad; yo recuerdo en mi campaña cuando (Graco Ramírez) aventó cuatrocientos ochenta millones de pesos en mi contra. Yo no soy así, no soy igual que ese político; yo voy por la derecha siempre y aquí como en el futbol: ¡Que gane el mejor, el que tenga mejor discurso o el que realmente haga bien las cosas, porque si no es así pasa lo mismo, nunca cumplen!”

- ¿Habrá un pacto por Morelos?

“Saben que yo no me voy a meter en la campaña, que la gente decida bien, que elijan por quien se van, si por melón o por sandia o por la vieja del otro día… lo más importante es que la gente elija.”

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