Serpientes y escaleras - Semáforo naranja

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Semáforo naranja

En Morelos se reanudan las actividades socioeconómicas y también la actividad política.

 

Semáforo naranja

Morelos pasa hoy del color rojo al naranja en el semáforo epidemiológico nacional, lo que significa que a partir de este día comienza oficialmente la reactivación social y económica en todo el territorio estatal. El cambio de situación sanitaria se debe tomar con prudencia y mucha responsabilidad, porque la reapertura implica también un riesgo de rebrote de contagios por covid. El reinicio de actividades en el estado marca también el arranque de la carrera electoral rumbo al 2021.

Muchas cosas veremos a partir de que se reactiven las actividades socioeconómicas en la entidad; lo sanitario y lo económico es lo que más llama la atención, pero no es lo único que aparecerá en el escenario de la nueva normalidad.

El confinamiento provocado por la pandemia de covid cambió muchas cosas en el ambiente general, incluidos los planes de aquellos que aspiran a un cargo de elección popular en el 2021 y que desde el año pasado habían diseñado una estrategia para posicionarse. Todos los que desde el arranque del 2020 mostraron sus aspiraciones tuvieron que replegarse a causa del coronavirus. Hasta ahora.

Al reabrirse el comercio y la mayor parte de las actividades sociales es previsible que la mayoría de los actores políticos volverán a mostrar la cara; dentro y fuera del gobierno se tienen vistas las etapas rumbo a las elecciones del 2021, pero pocos ocuparon la cuarentena para ajustar sus planes a la nueva realidad social. Los que no lo hicieron quedaron en desventaja.

Lo que sigue vigente es el deseo de participar en la contienda, de aprovechar la situación social para tomar impulso político y convertir el desgaste de los gobiernos en catapulta electoral. Como sucede en cada elección intermedia, los aspirantes saben que la mitad de sexenio es una buena oportunidad para recuperar el poder, porque no hay oleada nacional y existe un natural desgaste de la imagen institucional.

El interés de los partidos y del gobierno en la elección intermedia está en la capital y en el congreso; la primera es el escaparate natural rumbo a la sucesión, el mejor espacio para promover una figura y el municipio desde el cual se puede construir con más facilidad una candidatura gubernamental. El parlamento es muy importante para el gobernador porque ahí radica la estabilidad de su administración durante la segunda mitad de su mandato y de esos diputados dependerá que su sexenio concluya en el 2024 o se adelante a causa de un juicio político.

El partido que gobierna es el enemigo a vencer en todos los espacios; en la capital morelense el Movimiento de Regeneración Nacional deberá tomar una decisión muy importante, porque en Cuernavaca no se juega solo el refrendo del poder municipal, desde ahí se puede construir un proyecto político transexenal del cual dependerán muchas decisiones que tomará Morena en los próximos años.

El gobernador Cuauhtémoc Blanco debe estar muy atento a ese escenario, porque en muchos aspectos su futuro depende de lo que ese partido decida. El ex seleccionado nacional es una figura representativa de la cultura popular contemporánea, su fama lo acompaña a todos lados, pero su carisma personal e historia deportiva no fueron ni serán suficientes para ganar una elección.

Como jefe del ejecutivo el mandatario debe tener claro lo que implica la contienda intermedia y la definición de candidatos, tiene que analizar todas las variables y estar consiente de que, aunque no quiera o no le guste, necesita participar de ese juego. Los próximos diputados locales lo acompañarán hasta el final de su mandato y el siguiente alcalde podría ser su sucesor. ¿Cuauhtémoc Blanco quiere amigos o enemigos en esos espacios?

El fracaso de la reforma electoral operada por el delegado Hugo Erick Flores y el diputado Federal Jorge Argüelles representó un duro golpe al mandatario morelense; el fallo en la negociación del cambio a la ley electoral no solo echó a la basura el plan político del mandatario para el 2021 y condenó al PES a la desaparición, personalmente lo obliga a buscar aliados de otros partidos para mantener la gobernabilidad en la segunda mitad de su sexenio y para blindar su figura cuando deje el poder. Por cierto: la fallida Reforma Política de Morelos es la primera y única reforma constitucional que se ha rechazado a un gobernador mexicano en toda la historia de nuestro país.

Las opciones que le quedan al mandatario morelense tras la pifia de sus operadores políticos no son muchas, de hecho se reducen a una: pactar. Cuauhtémoc Blanco necesita llegar a un acuerdo político con Morena para mantener la estabilidad durante la segunda mitad de su mandato; tiene que ser con Morena porque esa es su alianza natural y porque ahí el acuerdo se puede lograr localmente o desde la presidencia de la república.

Cuernavaca y el parlamento son espacios muy importantes para todos: para el partido predominante, para el gobernador y para la oposición; para el primero representa el camino para refrendar los triunfos y conservar el poder, para el mandatario se trata de un espacio político clave y para la oposición es un camino para equilibrar las cosas.

Quienes entienden de política saben que la elección intermedia es un momento que debe ser aprovechado; la oposición sabe que si quieren recuperar espacios de poder, la oportunidad es en la elección del 2021. En ese momento todos los adversarios y enemigos de Cuauhtémoc Blanco van a unir de manera formal y de facto y pueden volverse una dura competencia para el jefe del ejecutivo y para Morena.

Para que el futbolista y el Movimiento de Regeneración Nacional lleguen a un buen acuerdo se necesita, primero, que ambas partes cambien de actitud, que dialoguen, que sean tolerantes y establezcan canales de comunicación. El problema ahora es que de ningún lado existe confianza, se tienen recelo y ambos se consideran enemigos.

A Cuauhtémoc Blanco como a Morena les urge cambiar de interlocutores y de formas de operar, tienen que sentarse a la mesa y comprender que el futuro electoral los llevará de la mano aunque no quieran y lo que suceda a uno o a otro les impactará a ambos, aunque no estén de acuerdo.

El gobernador necesita operadores políticos que realmente le ayuden a conciliar, necesita aliados que hagan todo lo contrario a lo que han hecho Hugo Erick Flores y el diputado Belindo.

En el 2021 Cuauhtémoc Blanco se jugará mucho más que cualquier candidato o partido político.

  • posdata

El dirigente nacional de Morena Alfonso Ramírez Cuellar acudió el sábado pasado a Morelos, se entrevistó con algunos representantes de su partido y marcó la línea a seguir de cara a las próximas elecciones.

La convocatoria fue amplia, pero no todos acudieron al llamado del jefe morenista; el presidente en funciones dijo que el mecanismo para seleccionar a los próximos candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional será la encuesta y que todos los representantes populares en funciones podrán buscar la reelección.

Ramírez Cuellar insistió que solo en unidad podrán obtener buenos resultados, pero aclaró que solo aquellos alcaldes bien evaluados podrán competir por el mismo puesto.

Entre los asistentes en la ex Hacienda de Cortés estuvieron los alcaldes de Jiutepec Rafael Reyes, de Jojutla Juan Ángel Flores, de Cuernavaca Antonio Villalobos, de Temixco Jazmín Solano, de Tepoztlán Rogelio Torres, de Huitzilac Ulises Pardo y de Axochiapan Félix Sánchez, así como los diputados federales Alejandro Mojica, Alejandra Pani, Juanita Guerra, José Guadalupe Ambrosio, Brenda Espinoza, la legisladora local Alejandra Flores y el senador Radamés Salazar.

El dirigente nacional de Morena ha dado el banderazo de salida y fijó las reglas del juego. Las candidaturas en el Movimiento de Regeneración Nacional se definirán por encuesta y sus representantes sí podrán aspirar a la reelección.

¡Hagan sus apuestas!

  • nota

A propósito del escándalo mediático en el que se ha metido la primera dama nacional por su desafortunado tuit sobre los niños con cáncer, valdría hacer un breve recuento del rol que han jugado en Morelos las esposas de los gobernadores.

Empecemos con Lauro Ortega Martínez: la esposa del doctor, Karime Zarur de Ortega, nunca ocupo un espacio dentro de la administración pública; la presidencia del DIF estuvo a cargo de la hija del mandatario, Ana Laura Ortega Vila. La señora Karime acompañó en contados actos públicos al gobernador y su perfil siempre fue discreto; el único pecado de la primera dama fue su yerno Adolfo Soto, quien sí lucraba con el poder de la familia.

Con Antonio Riva Palacio López estuvo la señora Macaria Than de Riva Palacio; en ese sexenio la esposa del gobernador ocupó la silla del Sistema DIF y se caracterizó por opinar en asuntos de la agenda estatal. Doña Macabra y Roba Palacios, como decían a la pareja gubernamental, metieron a familiares y amigos en negocios y política. En ese sexenio los contratos gubernamentales fueron asignados a los hijos del gobernador y del ex alcalde Julio Mitre, a quienes se les conocieron como “Los Papayos”.

Doña Hilda Enriquez de Carrillo fue la cara opuesta de su marido, el gobernador Jorge Carrillo Olea. Discreta, sencilla en su trato y sin interés de figurar en política o intervenir en la toma de decisiones, la primera dama y presidenta del DIF Morelos se mantuvo al margen de conflictos. Nunca estuvo ligada a escándalos, ni se supo que impulsara negocios familiares, como en el sexenio anterior. Lo mismo ocurrió en el gobierno interino de Jorge Morales Barud: Teresa Burnet de Morales fue una primera dama sencilla, respetuosa y afable, distante de conflictos y negocios oficiales.

El sexenio de Sergio Estrada Cajigal tuvo dos primeras damas: Monica Bartning y Maica Borbolla. A pesar de lo turbulento que fue ese sexenio derivado de la frivolidad y torpeza de su titular, las dos presidentas del DIF Morelos actuaron siempre con sobriedad y alejadas de los escándalos que de principio a fin acompañaron al jefe del ejecutivo.

Marco Adame llegó al poder acompañado de una numerosa y ambiciosa familia y una mujer sumamente protagonista; Mayela Alemán de Adame no se conformó con ser la presidenta del DIF, siempre estuvo metida en las decisiones gubernamentales y en los negocios del ejecutivo, de ahí el fracaso del sexenio. Mayela tuvo a su lado a toda su parentela y su objetivo no solo fue el dinero que hizo a través de los múltiples contratos y compras oficiales, también se interesó por el poder y en algún momento buscó proseguir la carrera política de su tibio marido. El desprecio social que generó su figura hundió sus aspiraciones electorales, aunque ahora impulsa las de su hijo.

El sexenio del perredismo en Morelos no fue de una sola persona, sino de dos; Graco Ramírez ganó la elección, pero Elena Cepeda siempre estuvo por encima del tabasqueño y en todo momento impuso sus decisiones. En ese sexenio el DIF Morelos tuvo un protagonismo sin precedentes, aunque casi siempre fuera de la esfera de su competencia. La damota transformó el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en una oficina política y de negocios desde la cual atacaba a sus enemigos y descargaba sus rencores y frustraciones; Elena Cepeda se enriqueció a costa de las familias vulnerables, de las víctimas del terremoto y trató de prolongar su reinado a través de la candidatura de su hijo Rodrigo Gayosso. Graco Ramírez naufragó desde que se sometió a los designios de su ambiciosa esposa.

Natalia Rezende ocupa desde hace poco más de un año la presidencia del DIF Morelos; discreta en su actuar, cuidadosa de sus expresiones, alejada de escándalos y sensible a las necesidades de la población vulnerable, la esposa del gobernador Cuauhtémoc Blanco está regresando la sobriedad a una muy importante institución del estado. La primera dama es muy activa en las labores del DIF, recorre comunidades marginadas, entrega de mano apoyos y no participa en actividades que no correspondan a su encargo. Entiende la importancia de su encargo y respeta la investidura.

Las primeras damas no son solo una acompañante del gobernador, su actuar influye en la imagen del gobierno y fortalece (o afecta) al jefe del ejecutivo.

Cuando una primera dama se mete al juego político (como sucede ahora con Beatriz Gutiérrez) los efectos se notan.

El que se ríe se lleva, dice el refrán popular.

  • post it

Raúl Iragorri reapareció y exigió auditar a la dirigencia estatal de Morena. Muchos meses llevaba desaparecido el empresario automotriz. ¿Buscará con este mensaje ser tomado en cuenta para una enésima candidatura?

  • redes sociales

Reinician las actividades. No salgan sin cubre bocas y mantengamos la sana distancia. La mejor estrategia para evitar contagios está en nosotros.

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