Serpientes y escaleras - Remontada

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Remontada

El cambio de estrategia en el gobierno no garantiza el triunfo, pero es el primer paso.

 

Remontada

El hecho de que un equipo reciba uno o varios goles a la mita del tiempo reglamentario no siempre significa que al final perderá el partido; la historia del fútbol está llena de remontadas, momentos que pasaron a la historia porque ni el técnico ni los jugadores se dieron por vencidos, cambiaron la estrategia, regresaron del descanso con nuevos bríos y le dieron la vuelta al marcador. Las remontadas en el marcador también suelen aparecer en la vida política.

Los primeros tres años del sexenio no han sido sencillos en Morelos, el estado arrastra un severo problema de inseguridad que se mezcló con una crisis financiera heredada y agudizada por los créditos multimillonarios que contrató el gobierno de Graco Ramírez con cargo a las siguientes administraciones.

Por si mismos estos dos temas son sumamente complicados, pero la situación se agravó con la pugna post electoral que desató un choque entre poderes, iniciando con la formación de un bloque legislativo que desde el primer momento se declaró en contra del ejecutivo y a lo largo de tres años le frenó todas las iniciativas y propuestas que mandaba.

Sin poder controlar lo anterior apareció la pandemia y la situación se puso peor: igual que el resto del mundo Morelos tuvo que bajar las cortinas, suspender actividades y enfrentar la pandemia con recursos limitadísimos. En este punto las cosas no fueron tan malas para los ciudadanos, pues a pesar de la grave situación el estado supo contener el problema y evitar que el costo en vidas humanas fuera tan severo como en otras entidades.

Viéndolo en retrospectiva y analizando hechos a Morelos no le ha ido tan mal en la crisis de covid: aunque doloroso, el número de muertos no fue tan alto como pudo haber sido porque las autoridades de salud, el estado y los municipios reaccionaron de inmediato y siguieron las recomendaciones de los expertos; la capacidad hospitalaria nunca fue rebasada y aunque en la segunda oleada hubo momentos muy difíciles, el trabajo de los médicos y la colaboración de las personas ayudó a que la pandemia no nos rebasara.

Superada la parte más dura de la enfermedad Morelos se ha convertido en uno de los estados en donde mejor y más rápido se está inmunizando a la población; la semana pasada comenzó la vacunación par adultos de 30 a 39 años y se espera que en las siguientes semanas inicie el proceso con jóvenes de 18 años en adelante. Después de la capital del país y del Estado de México, Morelos es uno de los estados que más rápido y mayor número de vacunas recibe para su población.

Los primeros tres años de gobierno han sido muy difíciles, pero no tan graves como ha pasado en otras administraciones. Por supuesto que un tema doloroso en la agenda es el de la inseguridad, pero ahí se debe observar con puntualidad el contexto general de las cosas: lo que vemos no es privativo de la tierra de Zapata, la violencia se ha desatado en todo México y hay regiones totalmente controladas por el narco, como Aguililla en el estado de Michoacán, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación ha desafiado abiertamente al Estado Mexicano.

Con lo anterior no trato de disculpar ningún error cometido por las autoridades locales, de las que se quedarán hasta el final del sexenio y de las que en unas semanas y meses concluyen su encargo constitucional; por supuesto que hay fallas en la operación y faltas que ameritaron una puntual llamada de atención de parte de la ciudadanía en las urnas, lo que señalo es que estos primeros tres años no han sido tan malos como algunos dicen, ni tan buenos como otros presumen. Aún estamos en un punto medio.

La mitad del sexenio puede ser comparable con la mitad de un partido de fútbol: el saldo de estos primeros tres años de gobierno en Morelos no es bueno y es imposible ocultarlo; si lo fueran no habría necesidad de hacer cambios, ni tampoco existiría un mal humor social como el que ahora vemos.

Lo interesante es observar como el jefe del ejecutivo se ha dado cuenta de la situación y está haciendo ajustes en la conducción: en días pasados vimos un ajuste en el plan de seguridad y recientemente observamos un cambio en la estrategia política. Uno y otro tema son sustantivos para el régimen, inciden en la gobernabilidad y junto con la comunicación mueven la percepción y el ánimo ciudadano.

El hecho que las áreas de seguridad actúen diferente frente a los actos criminales es bien visto por la gente; que la oficina política dialogue con las autoridades electas es sin duda importante. Falta que el resto de las dependencias entren en esa dinámica, se sacudan y muestren resultados tangibles; también es clave que las acciones se comuniquen de manera correcta y oportuna.

Este ajuste en la política del estado puede compararse con la charla que los técnicos del fútbol tienen con sus jugadores en los vestidores, el llamado a ponerse la camiseta, a tener mentalidad ganadora, a trabajar en equipo y a perseguir el objetivo hasta alcanzarlo.

El cambio es posible pero desde ningún ángulo sencillo, la historia comienza con la disposición del gobernador, pero pasa por el compromiso de todos los secretarios; la lealtad en una administración pública no se demuestra con sumisión u obediencia ciega, sino con resultados. Independientemente de amistades los funcionarios tienen que hacer su trabajo y cumplir con las metas que les corresponde. Esa es la mejor manera de ayudar al gobernador.

A esta altura del sexenio es importante que el equipo de gobierno haga un alto en el camino, que evalúe las cosas y tomen decisiones para que la segunda mitad sea mejor. El primer paso es aceptar la realidad y entender que aunque no todo lo malo tiene un origen en esta administración, para la opinión pública el gobernador siempre será el responsable.

En este cambio de estrategia es sustantivo que las acciones se acompañen de una buena estrategia de comunicación, un manejo oportuno y puntual de las cosas, un planteamiento que vaya más allá de las cifras y se ubique en las personas, que no solo se señalen inversiones y estadísticas, que la narrativa hable de personas, de los efectos de las inversiones del gobierno y del impacto de cada una de las acciones. El gobierno debe contar historias.

Tener un gobernador con las características de Cuauhtémoc Blanco implica un enorme reto para todos quienes forman parte de su administración: es una figura conocida internacionalmente, con una fama pública que antecede su participación en política, por lo cual la opinión pública le da seguimiento puntual a cada una de sus acciones; cada cosa que hace Cuauhtémoc Blanco es observado, sea bueno o malo, porque se trata de alguien cuya popularidad sigue siendo alta en todo el país.

El manejo de una figura como la de este gobernador no puede ser igual a la que se le da al resto de los políticos; hay que operar su imagen en función de su personalidad y se debe tomar en cuenta que hasta la más simple de sus expresiones puede ser noticia en el país. Sus fallas, por simples que puedan ser, también serán objeto de un enorme escrutinio público.

Hoy la administración estatal enfrenta un enorme reto, entra a la segunda mitad de su periodo enfrentado con muchos sectores, alejado de la sociedad y con un panorama complejo por la multiplicidad de temas que existen en la agenda del país y del estado. El cambio de estrategia es bueno, aún está a tiempo, pero debe darse en todas las áreas de la administración estatal, principalmente en las que más inciden en la opinión pública.

Cualquiera que sean los planes del gobernador Cuauhtémoc Blanco para el futuro es sustantivo que saque adelante al estado que gobierna; ya sea para retirarse a la vida privada, para incorporarse a la dirección técnica de algún equipo de fútbol o para volver a competir en una elección.

La remontada en política también es posible, pero invariablemente pasa por la decisión y la actitud de quienes toman las decisiones.

                                                                         

  • posdata

La alcaldesa saliente de Temixco Jazmín Solano no supera la derrota electoral y no tiene empacho en mostrar su frustración por haber perdido la elección. Su desempeño como presidenta municipal fue malo, prueba de ello es que sus gobernados le dieron la espalda en las urnas.

La semana pasada la dama reconoció públicamente que heredaría una deuda histórica: las finanzas municipales, dijo, están peor que como ella las recibió en el 2018 y su sucesora iniciará su periodo de gobierno con las arcas vacías y pasivos superiores a los 40 millones de pesos.

Los problemas que tendrá Juanita Ocampo en el municipio no son menores, ni se circunscriben al terreno financiero; Jazmín Solano le está sembrando conflictos sociales al siguiente gobierno; algunos de los colaboradores de Solano señalan que es ella quien está auspiciando las movilizaciones en contra del relleno sanitario de Loma Mejía y de la mina de Tetlama. La razón es simple: siembra inconformidades sociales para que exploten al arranque de la próxima administración.

Tanto el relleno sanitario de Loma de Mejía como la mina de Tetlama han cumplido con todos los requerimientos jurídicos y ambientales que les exigen las autoridades locales y federales; en el primer caso se trata de un espacio construido exprofeso, acorde con la norma, que no afecta el entorno ni contamina los mantos acuíferos.

El de Loma Mejía es el único relleno sanitario certificado en Morelos, reúne todas las regulaciones y a diferencia de los tiraderos a cielo abierto que existen, Loma de Mejía es un espacio avalado por las autoridades porque protege el medio ambiente y realiza trabajos de remediación ecológica en su entorno. Un dato más: el relleno sanitario de Cuernavaca opera desde hace tiempo con el aval de la comunidad donde se ha construido y el apoyo de los propietarios del terreno, precisamente porque no contamina.

En el caso de la mina de Tetlama la historia es similar porque la empresa se ha ocupado de ir cumpliendo con la normatividad aplicable a este tipo de proyectos; más aún: la mina aún no funciona, todavía se encuentra en fase de estudios, por lo cual es falso que esté contaminando y afectando el entorno.

Tanto en la zona del relleno de Loma de Mejía como en donde estaría ubicada la mina de Tetlama, la población aledaña está de acuerdo con su funcionamiento; la oposición no es generalizada, ni siquiera surge de los lugares donde están ubicadas. Según cuentan algunos personajes cercanos a Jazmín Solano es la alcaldesa quien está azuzando a la ciudadanía para que se oponga a los mismos porque quiere generar conflictos que le exploten a la siguiente administración municipal.

Habrá que ver hasta donde llega esta historia, de qué es capaz la candidata perdedora y qué opina la futura presidenta municipal de Temixco. De entrada Jazmín Solano ya reconoció públicamente el desastre que dejará en la administración municipal y hasta se burló de su sucesora porque no tendrá capacidad financiera para operar.

Imaginen el escenario: sin dinero y con problemas sociales en las calles.

Esa es la “verdadera 4T” que presumían en campaña.

  • nota

A partir de este lunes Morelos regresa al color amarillo en el semáforo epidemiológico; el retroceso deriva del incremento de contagios, aunque las autoridades han declarado que en esta tercera ola de covid la mayoría de los enfermos no necesita ser hospitalizado.

Los sectores productivos han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que nuevamente se restrinjan las actividades y ello afecte la deteriorada economía de muchas empresas y negocios.

Las autoridades de los tres niveles de gobierno han redoblado esfuerzos en la supervisión para que se cumplan todas las medidas sanitarias, pero el verdadero problema está en la gente, en aquellos que han decidido dejar de cuidarse y por ende enferman.

Ese es el verdadero reto: aunque le echen la culpa del aumento de enfermos al gobierno, la responsabilidad de prevenir contagios es de cada uno.

  • post it

El resolutivo del Tribunal Estatal Electoral sobre la elección en el primer distrito local de Morelos es peculiar: anulan casillas que no fueron impungadas, solo en donde la candidata de Morena perdió.

¿Casualidad?

  • redes sociales

Tras la muerte de dos asaltantes en la avenida Diana de Cuernavaca, el alcalde electo José Luis Urióstegui volvió a la carga: el mando coordinado no funciona, el municipio debe asumir el control de la policía.

En una de esas el gobierno estatal se aviva y le toma la palabra al edil; veríamos entonces si el experto teórico en seguridad puede con el paquete y logra lo que no ha podido ninguna autoridad en el país o se hunde.

Ojo: no es lo mismo resolver los problemas desde la teoría que en los hechos.

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