Serpientes y escaleras - ¿Quién ganó?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Quién ganó?

Después del proceso interno de Morena no todo es lo que parece… ni como algunos lo ven.

 

¿Quién ganó?

Los resultados del proceso de elección interna de Morena dejaron pasmados a muchos actores del Movimiento de Regeneración nacional; antes de la contienda entre la base obradorista predominaba la idea de que Rabindranath Salazar perdería el control del partido, pero nadie imaginó que Ulises Bravo se posicionaría al grado que lo hizo. El escenario que deja el reacomodo de fuerzas en la 4T obliga a todos sus integrantes a hacer un alto en el camino para entender qué fue exactamente lo que sucedió. El peor escenario para Morena está a la vista.

La primera reflexión sobre lo ocurrido hace una semana fue respecto quienes ganaron y los que perdieron; en este plano rápidamente se ubicó a Rabindranath Salazar y a Ulises Bravo, pero los que observaron más allá de lo inmediato notaron que las cosas no son tan simples: después de la elección de consejeros Morena cambiará radicalmente.

En un partido como el obradorista donde predomina el adoctrinamiento, constantemente existe un choque ideológico entre los seguidores puros de AMLO y los nuevos simpatizantes de la Cuarta Transformación; la futura recomposición del consejo es un asunto que va más allá de dos personas.

Morelos es un estado que históricamente simpatiza con Andrés Manuel López Obrador, pero en donde también se ha formado un sector social que abiertamente está en contra de las políticas del presidente. La militancia del partido es muy pequeña, conformada por un grupo radical que no acepta críticas en contra del gobierno transformador y que asume como una ofensa que a sus siglas se incorporen figuras que, para ellos, representan lo opuesto a la política republicana del tabasqueño.

Afirmar que quienes votaron el domingo antepasado fueron militantes o simpatizantes de Morena es una mentira, todos saben que en su mayoría acudieron personas acarreadas que recibieron dinero a cambio de su voto o fueron laboralmente obligadas a sufragar por algunos candidatos.

El problema, empero, no radica en la movilización, el acarreo y la compra de votos en la que incurrieron todos los contendientes, sino en la mutación de un partido que de la noche a la mañana dejará de ser solo la cuna del obradorismo. Explico: para los morenistas no existen los simpatizantes del proyecto de cuarta transformación, ni los aliados del presidente, solo hay obradoristas y todos los demás.

La llegada de un nuevo grupo de consejeros ajenos a la base, a la militancia y a la cultura de izquierda va a causar un sisma interno que tendrá efectos en la campaña electoral del 2024. Tanto para quienes aspiran a una candidatura como los que se asumen dueños del partido, el arribo de personajes ajenos suscitará un rencor que difícilmente será controlado y puede hacer tropezar a la 4T en las elecciones venideras.

Aunque la militancia del Movimiento de Regeneración Nacional es muy poca, los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador son muchos y en ambos sectores prevalece un recelo marcado en contra del gobernador Cuauhtémoc Blanco. El primero reto de la futura dirigencia, sea quien sea, será cerrar heridas y apostar por la unidad interna; lograr esto no será nada sencillo, ni se alcanzará solo con mensajes de unidad, después de lo visto el domingo de la elección, los morenistas están obligados a realizar un esfuerzo mayúsculo de conciliación, porque si no lo hacen las cosas se les van a complicar a todos.

El encuentro previo a la elección que sostuvieron los precandidatos a la gubernatura de Morena fue insulsa y simulada, ninguno de los asistentes confiaba en el otro y solo acudieron para guardar las formas y presumir unidad. Después de la elección la unión entre estos personajes sí es posible, porque de ello dependerá la subsistencia política de cada uno de ellos.

Antes de la elección de consejeros se habló mucho sobre la importancia de que el partido no se fracturara; ahora con resultados confirmados la premisa sigue siendo la misma, con la salvedad de que los más interesados en lograrla debe ser quienes van llegando al partido, porque contra ellos se puede generar un bloque que les haga lo mismo que a Jorge Argüelles en Cuernavaca.

Lo visto en el proceso de elección interna de Morena es solo uno de los varios capítulos que componen la historia electoral del 2024; el gran perdedor es Rabindranath Salazar y su gente, porque de ser los dueños de la franquicia y presumiblemente el precandidato más fuerte a la gubernatura, quedaron reducidos a una fracción interna con las mismas (o menos) posibilidades de postulación que los alcaldes.

Del lado opuesto las cosas no serán tan sencillas porque la convivencia interna en Morena es compleja y el control de los liderazgos será temporal y dependerá de las circunstancias que se presenten en el 2024; ergo: todos serán amigos y aliados mientras existan las promesas; cuando comience la definición de posiciones y choquen los intereses vendrán los desencuentros, las inconformidades y los enfrentamientos.

Lo que pasará en Morena es predecible porque ya ha ocurrido en otros partidos y no hay elementos para suponer que el resultado será diferente; en el partido con más posibilidades de triunfo se presentan también los mayores enfrentamientos, porque hay mucho en juego. El Movimiento de Regeneración Nacional, además, ha dejado de ser un partido puramente obradorista conformado solo por militantes de izquierda, ahora en él coinciden figuras de varios partidos políticos y personajes del calibre de Amado Orihuela, con toda la fama y relaciones que lo caracterizan.

La mutación del Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos es un asunto que hay que observar con cuidado, porque tendrá efectos internos y externos; la simpatía obradorista es indiscutible, pero contrasta con el descontento que crece en contra del gobernador Cuauhtémoc Blanco y se nutrirá con el cambio de personalidad del partido.

Pongámoslo en contexto: para los militantes y simpatizantes de la 4T hay dos partidos: uno antes del proceso de elección de consejeros y otro después de esa elección; Morena en Morelos se ha convertido en una institución conformada por figuras multicolores y una presencia sobresaliente del gobernador Cuauhtémoc Blanco. ¿De qué manera van a procesar esta historia en el 2024?

Antes de aquel domingo la unidad interna de Morena dependía principalmente de las figuras representativas de ese partido, porque en ellos estaba el control institucional y a ellos afectaba más que las cosas se salieran de control; ahora el panorama es distinto: los más interesados en que el escenario no se descomponga deben ser los recién llegados, porque sobre ellos estará la presión y apuntarán los ataques.

Construir la unidad siempre ha sido un asunto muy complejo; destruir un partido o un proyecto político es muy fácil, sobre todo cuando muchos se unen para lograrlo.

  • posdata

En siete meses de gobierno José Luis Urióstegui Salgado ha hecho cosas importantes por Cuernavaca; primero resolvió el adeudo histórico con PASA sin generar una contingencia sanitaria en la capital. El presidente municipal pudo hacer lo mismo que sus antecesores: patear el bote y sobrellevar el juicio con argucias legales para que la deuda se siguiera acumulando y la pagara otra administración; en lugar de ello, sacando agua de las piedras, el abogado resolvió un tema que los últimos cuatro alcaldes simplemente prolongaron.

Luego está en tema del agua: la idea de liquidar el adeudo de más de 300 millones de pesos del Sapac con el apoyo de los gobiernos federal y estatal no resultó, pero en contraste su administración ha cumplido puntualmente con el pago del servicio de energía a la Comisión Federal de Electricidad y de esa forma ha evitado que, como sucedió incontables veces con Antonio Villalobos, que decenas de colonias de Cuernavaca se quedaran sin el suministro del vital líquido.

En materia de obra el esfuerzo emprendido por el gobierno capitalino también es loable: a diferencia del pasado en donde se hizo muy poca obra pública, en estos meses se ha emprendido una cruzada de bacheo, rescate de espacios públicos, construcción de calles, balizamiento, drenaje y alcantarillado, mejora en la infraestructura hidráulica, poda, siembra de plantas nativas, y remozamiento de espacios públicos.

Last but not least aparece el hecho que en lo referente a operación financiera y administrativa el municipio ha mejorado de manera sustancial: se están atendiendo las  demandas, los laudos, el adeudo histórico con el Instituto de Crédito y con diversos organismos con los cuales el municipio tiene querellas, todo sin afectar el funcionamiento diario del ayuntamiento, empezando por el pago puntual a los trabajadores.

 Reitero: en estos meses el gobierno de José Luis Urióstegui ha hecho cosas buenas, pero la mayoría no se perciben porque lo malo acapara la atención y el municipio ha sido incapaz de comunicar oportuna y adecuadamente lo que hace.

El duelo de poder al interior del ayuntamiento es notorio, lo mismo que la constante presión que hacia el presidente municipal ejercen los hermanos Martínez Terrazas y el PAN; en este plano también sobresale lo corto que se está quedando Carlos de la Rosa en su labor como secretario: en lugar de contener conflictos y hacer un buen cabildeo político, el abogado se pelea y abre nuevos frentes contra el alcalde; eso sin descontar que su desempeño es burocrático, por horario, y no de tiempo completo como lo requiere un municipio con tantos conflictos como Cuernavaca.

Luego está la secretaria de seguridad, una mujer valiente, dedicada, pero visiblemente incapaz de mantener buenas relaciones públicas con la ciudadanía; Alicia Vázquez Luna ha quedado por debajo de lo que se esperaba de ella, con sus declaraciones genera polémica que no ayuda a su labor, ni a la imagen del gobierno municipal. La secretaria de seguridad presume ser experta en materia policiaca, pero no acaba de entender que una estrategia integral de seguridad va más allá de armas y policías. La dama de hierro se convirtió en una policía de chocolate amargo.

José Luis Urióstegui es un buen alcalde y representa la figura política más importante que tiene hoy la oposición en Morelos, su problema no está en el terreno de la capacidad, de la honestidad o de la congruencia, como ha ocurrido en el pasado, sino en la habilidad para comunicar y en el orden y la supervisión que requiere el equipo municipal.

Si corrige estos temas, el alcalde capitalino puede convertirse en un poderoso contendiente a la gubernatura en el 2024.

  • nota

No estoy cierto si los alcaldes morenistas ya se dieron cuenta, pero después del proceso de elección de consejeros de su partido las figuras más importantes de la 4T en Morelos son ellos.

Entre los aspirantes a la postulación está la directora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia, quien apuesta a que la definición del espacio sea a partir del género; simple: si es mujer le tocará a ella. Luego aparece el candidato que impulse el gobernador Cuauhtémoc Blanco, aquí las posibilidades pueden ser el secretario de transporte Víctor Mercado y el novel consejero morenista Ulises Bravo; ambos representarían al futbolista y por tanto, cargarían con su imagen en la elección.

Aún sigue en la jugada el coordinador de política y gobierno de la presidencia Rabindranath Salazar Solorio, aunque notoriamente mermado por la derrota del fin de semana y porque en su nuevo despacho presidencial hace mucho frio y no hay quien lo cobije; explico: como coordinador ya no tiene la estructura de la que gozaba en gobernación, su gente se quedó en Bucareli y pueden salir en cualquier momento porque ahora las posiciones corresponden a César Yáñez. En la oficina de la presidencia Rabindranath Salazar no tiene estructura, ni posibilidad de colocar a los suyos, por eso llegó solo con su secretario particular y no se ha llevado (ni se llevará) a nadie más.

Así llegamos a los alcaldes, que a diferencia de los otros son morenistas identificados con la base, tienen trabajo de tierra y estructura en sus municipios; por supuesto que la carrera no será sencilla porque la decisión los puede rebasar fácilmente, pero sus condiciones de juego son mucho mejores que antes y sobre todo, dependen de ellos.

  • post it

El manejo político del gobernador Cuauhtémoc Blanco ha mejorado notablemente; el siguiente paso es cambiar su imagen frente a la sociedad.

  • redes sociales

¿Dónde quedaron los operadores políticos y de comunicación de Rabindranath? La primera derrota fue en la elección del consejo, la segunda en el debate posterior.

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