Serpientes y escaleras - Manos al fuego

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Manos al fuego

Siempre que un funcionario mete las manos al fuego por un subalterno, se quema.

 

Manos al fuego

El de Jorge Carrillo Olea fue un sexenio trágico, ahí comenzó la debacle de seguridad en Morelos y fue cuando llegaron nuevos grupos delictivos a la entidad; en ese tiempo hubo muchas acusaciones en contra del entonces procurador Jorge Peredo Merlo, a quien diversos ciudadanos y grupos sociales acusaban de proteger a las bandas de secuestradores que asolaban a la sociedad, pero nadie en el gobierno hizo caso. De principio a fin el gobernador desestimó los señalamientos y protegió a su subalterno al grado de afirmar “meto las manos al fuego por él”. A la vuelta del tiempo el general se quemó.

La historia se repitió en el sexenio de Sergio Estrada Cajigal cuando múltiples voces acusaron al entonces jefe de la policía ministerial Agustín Montiel López; lo señalaron por torturador, por proteger a grupos criminales y por estar coludido con bandas de narcotraficantes. Como si se tratara de una adaptación cinematográfica el frívolo jefe del ejecutivo morelense se pitorreó de quienes se quejaban, decía que se trataba del ataque político de sus adversarios y de un reclamo infundado contra quien consideraba “el mejor policía de México”. En un arranque de enojo el panista retomó la frase de su antecesor y dijo: “meto las manos al fuego por él”. Y también se quemó.

La noche del sábado pasado el director de la policía del municipio de Cuautla Morelos, Issac Nieto Pliego, denunció que oficiales superiores de la Comisión Estatal de Seguridad brindaban protección a un grupo de secuestradores, esto luego de que en un operativo conjunto entre policías municipales, estatales y miembros de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano atendieron un llamado de auxilio y rescataron a tres personas oriundas del Estado de México que se encontraban plagiadas y retenidas en un lote de autos en el libramiento Cuautla.

Según la versión que el uniformado dio a algunos medios de comunicación, el secretario de seguridad municipal Gamaliel González Ravelo (oriundo de Veracruz) acudió al lugar de los hechos (la casa de seguridad, que en ese momento estaba resguardada por elementos de diversas corporaciones) y en vez de respaldar las acciones de su corporación,acusó a los uniformados de haberse robado 700 mil pesos en efectivo que estaban en la casa.

Posteriormente, dijo Issac Nieto, también llegó Ángel Landa Hernández (oriundo de Veracruz), director de la policía preventiva estatal, quien ordenó a los policías municipales “cambiar” la versión de los hechos para que los detenidos fueran las víctimas y las personas plagiadas fueran señalados como responsables de los hechos.

“Nos negamos”, dijo el director de seguridad pública municipal, y nos trasladamos a la base de Cuautla porque no estuvimos de acuerdo en acatar esa orden, ni aceptamos ayudar a los secuestradores que dijeron ser protegidos de “El Piloto”

La declaración del jefe policiaco de Cuautla se volvió viral en unas cuantas horas porque a diferencia de otras ocasiones esta vez no fue el señalamiento anónimo que se hacía contra algún jefe policiaco a través de una narcomanta, sino de la imputación directa de un policía en activo que tras el rescate de 3 secuestrados, que se negó a cambiar la versión de los hechos, aunque “se tratara de una orden superior directa”.

El tema es muy delicado y debe ser atendido con mucho cuidado; Cuauhtémoc Blancono puede cometer el mismo error de sus antecesores, ni debe defender acciones que pudieran ser ilegales, no importa de quien se trate. Lo prudente antes de fijar cualquier posición es saber exactamente qué sucedió y que los hechos se investiguen por alguien que no sea parte del problema. En un asunto tan espinoso como este, el gobernador no puede creer a pie juntillas lo que dice un jefe policiaco, necesita allegarse de información fidedigna que le permita conocer exactamente qué está sucediendo.

El error de Jorge Carrillo Olea con Peredo Merlo, de Sergio Estrada con Agustín Montiel, de Marco Adame con Cabeza de Vaca y de Graco Ramírez con Alberto Capellafue que siempre creyeron en la versión de sus subalternos que eran a la vez los imputados; ninguno de ellos se dio la oportunidad de investigar más allá de las cosas para tener la certeza de que estaban actuando con imparcialidad.

Hoy el tema de inseguridad es muy complejo y obliga a las autoridades a actuar con extrema cautela; lo ocurrido el sábado en Cuautla no es cualquier cosa y puede ser el principio de algo muy delicado y sumamente peligroso para el gobierno estatal, por eso es imperativo que el gobernador sea cuidadoso desus pasos.

En vista de todo lo que ha ocurrido en los últimos meses en Morelos, de los múltiples señalamientos que se han hecho en contra de varios policías a lo largo del último año y de los hechos recientes en Cuautla, el mandatario debe pecar de desconfiado.

Cuauhtémoc Blanco no es un hombre perverso, no parece tener vínculos con ningún grupo delictivo y su figura no refleja la maldad que en otro tiempo se veía en los gobernadores. Precisamente por ello en un caso tan delicado el futbolista debe ser reflexivo y actuar con inteligencia, para que no le suceda lo que pasó a sus antecesores.

La clave para actuar es tener certeza de las cosas, con información fidedigna que vaya más allá de la versión oficial, es decir, más de una versión de las cosas.

  • posdata

Así lo dijo Issac Nieto Pliegodirector de seguridad pública de Cuautla:

“Hace unas horas tuvimos reporte de unas detonaciones en el recinto ferial, se presume que iban a ejecutar a unas personas; estas personas se escaparon y se escondieron. Nosotros llegamos, se les dio la atención médica y nos dijeron: “nos tenían secuestrados, estábamos en un lote de autos adentro de una casa, no muy lejos de aquí”.

Se implementó un operativo, acudimos al lugar y la parte afectada nos dijo donde lo tenían secuestrado; tocamos, salió una señora, nos identificamos y entramos; la persona afectada nos señaló donde los tenían encerrados y amarrados, dijo que faltaba uno de sus familiares; entramos y en un vehículo estaba un arma de fuego corta y en otro vehículo estaba otra persona con un cuerno de chivo, a quien el afectado señaló como uno de sus secuestradores.

Después de eso revisamos todo el lugar y lo rodeamos para hacer más detenciones porque nos dijeron que había más personas; llegó la Guardia Nacional y apoyo de Villa de Ayala, Yautepec y Yecapixtla. Entonces llegó el secretario de seguridad pública de Cuautla, el comandante Ravelo y nos dijo que los íbamos a llevar a Cuernavaca para hacer la puesta a disposición; los trasladamos a Torre 21 que se encuentra en Tetelcingo y ahí llegó el comandante regional Landa y nos dijo que:

“… Las cosas no iban a ser así, que teníamos que cambiar las versiones; en el lugar donde teníamos un operativo de seguridad para que no se contaminara la escena llegó el teniente Ravelo con el dueño de la casa, retiró a mis elementos, se introdujo a la casa y luego argumentaba que se habían perdido 700 mil pesos; me dijo que juntara a todos los compañeros que habían intervenido y decía que quería que apareciera ese dinero, decía que tenían grabaciones de la casa y le dije: muestren las grabaciones, vemos qué compañeros son y los ponemos a disposición; dijo que lo iban a checar, que estaban viendo y que no nos retiráramos del lugar…”

“Yo di la orden de que nos viniéramos a nuestra base porque estando allá nos dieron la orden de que los secuestrados pasaban a ser responsables y las personas detenidas con armas y cuidando a los rehenes iban a ser las partes afectadas; él da la orden de que en una unidad se llevaran a los secuestradores y hasta donde sabemos los bajaron sobre Insurgentes. Después llegaron de Asuntos Internos y de manera prepotente nos dijeron que no sabíamos en lo que nos habíamos metido, que teníamos que dar una entrevista para ver qué responsabilidad teníamos cada uno de nosotros…”

“No siempre los policías somos los malos, los huevones, los rateros o los pegalones; todos los compañeros que están aquí hace unas horas estaban arriesgando sus vidas para proteger a los ciudadanos. No es justo que porque (los secuestradores) tengan compromisos con un tal “Piloto”, que dijo el dueño que ya se había arreglado con él y que él se iba a encargar que a todos los soltaran, pasen ese tipo de cosas; estamos hartos de esa porquería, muchas veces no lo decimos porque son mandos superiores, porque tienen el poder y nos intimidan. Quizá esto me cueste la vida o el trabajo, pero quiero que la ciudadanía se de cuenta de la porquería que es y que no todos los que portan uniforme de policía tienen el valor da salir a cuidarlos todos los días. Cuautla y el país podría estar mejor, pero muchas veces nos tienen amarrados de las manos porque hay personas comprometidas con sus propios intereses…”

  • nota

Y así habló hace unos días el comisionado de seguridad José Antonio OrtízGuarneros sobre las acusaciones que pesan sobre Raúl Gómez Cruz, director de Inteligencia de la CES, conocido también como “El Piloto”:

“Si hay dudas él, está en la disposición de ser investigado y entrevistado; una manta no es una acusación formal, a mi me han tirado no se cuantas; yo si tengo cuidado de investigar a todos los que salen en mantas, lo han nombrado (a El Piloto) como gente de Abel Maya y no es cierto; si tuviera detectado que alguno de mis elementos tiene relación con un grupo delictivo, o lo proceso o mínimo lo corro. Su único antecedente que tiene es por cuestiones familiares, un pleito con la esposa, está limpio. - ¿Mete las manos al fuego por él? -¡Claro que si!”

  • post it

En dos días se cumple un mes de que venció el plazo de ley para que el Congreso de Morelos aprobara el Paquete Económico 2020 y no se ve para cuándo los diputados resuelvan el tema; es más, ni siquiera han podido juntar el número necesario de votos para alcanzar quorum.

El secretario de Hacienda ha informado que ante tales circunstancias el Ejecutivo estatal se ve en la necesidad, como sucedió en el 2019, de trabajar con el presupuesto del año inmediato anterior, como lo establece la ley, aunque eso no es bueno y genera diversas complicaciones.

Es el segundo año legislativo y el segundo también que los diputados no aprueban el presupuesto, ni sacan adelante las leyes de ingresos; peor: la legislatura 54 a través de la Comisión de Hacienda que preside la priísta Rosalina Mazari se ha convertido en golpeadora de los municipios al grado que la diputada ha vuelto institucional sus diferencias personales con la mayoría de los presidentes municipales.

No hay claridad de cuándo podrá el Congreso de Morelos sesionar para sacar adelante el paquete económico, ni de que manera podrán alcanzar buenos acuerdos los legisladores y los ediles; lo cierto es que dentro y fuera de la cámara de diputados se observa con preocupación el actuar de una mujer (Rosalina Mazari) que está empoderada, que ha hecho del encargo parlamentario un negocio personal y que utiliza el respaldo que la han dado sus homólogos y el ejecutivo para lastimar a todos los que le caen mal, aunque ello implique afectar a miles de ciudadanos.

Pase lo que pase con el Paquete Económico 2020, los diputados deberán revisar la actuación de Mazari Espín y valorar la pertinencia de que siga al frente de esa comisión. Si por segundo año consecutivo ha sido incapaz de propiciar acuerdos para todos, es evidente que no tiene capacidad de diálogo, ni sensibilidad, ni talento político.

  • redes sociales

La agenda del 2020 se complica con los hechos de Cuautla.

Manejar ese tema no es cosa fácil; desestimarlo o tratar de ocultar los hechos sin investigar a fondo lo que realmente ocurrió puede traer consecuencias muy graves para el gobierno estatal y para su titular.

Recuerden los errores del pasado para no repetirlos.

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