Serpientes y escaleras - Los números de la consulta

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Los números de la consulta

Lo que deja el proceso de revocación de mandato es un duelo de narrativas

 

Los números de la consulta

La consulta para la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador fue el primer ejercicio democrático en su tipo que vemos en el México moderno; más allá del resultado y de las reflexiones que hacen distintos personajes respecto a los números obtenidos, el hecho sirvió para que el Movimiento de Regeneración Nacional probara su maquinaria rumbo al 2024 y los interesados en competir mostraran qué tienen para estar en la boleta. En Morelos los números son interesantes.

A nadie sorprendió que el resultado de la consulta fuera favorable al presidente Andrés Manuel López Obrador, la duda estaba en cuánta gente participaría en este proceso y qué tanto llamaría la atención a la sociedad apartidista este ejercicio democrático.

Con el 18 por ciento de participación, más de 16 millones de votos y una abrumadora mayoría a favor de la continuidad del presidente, lo que ha seguido después del domingo es la interpretación de las cifras y ahí cada uno opina dependiendo del lugar donde lo ve; es un duelo de narrativas. Explico:

Para los simpatizantes de la cuarta transformación los números reflejan la enorme popularidad que aún tiene el jefe del ejecutivo federal y la fuerza del Movimiento de Regeneración Nacional; no solo ganó Andrés Manuel López Obrador, lo hizo con un número importante de sufragios que si bien no alcanzan para hacer que el proceso sea legalmente vinculante, exponen el piso electoral que tiene Morena de cara a la sucesión.

El análisis opuesto viene de quienes están en contra de Andrés Manuel López Obrador; para ellos el abstencionismo es una muestra clara del rechazo del presidente y aunque hay 16 millones de votos, esto expresa, dicen, la pérdida de la mitad de los sufragios con los cuales Morena llegó a la presidencia.

En ambos casos hay elementos interesantes para la discusión, pero que solo interesan a quienes están metidos de lleno en la cosa política o tienen algún interés directo en la elección del 2024. Para la mayoría la consulta paso desapercibida porque el proceso tuvo poca difusión, porque no se le dio importancia democrática, porque hubo menos casillas que en una elección normal, porque el tema se politizó al extremo y porque la consulta ocurrió en pleno inicio de las vacaciones de semana santa.

En esta historia hubo dos posturas bien definidas: la de los morenistas a través de todas sus estructuras, entiéndase personas, gobiernos, representantes populares y simpatizantes; y frente a ellos la oposición que no fue capaz de articular una estrategia de voto masivo en contra y únicamente se enfocó a tratar de boicotear el proceso apostando a la falta de participación.

Una cosa es clara: el adversario más fuerte que tendrán los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional en el 2024 no serán los representantes de los otros partidos políticos, sino el enfado social y la apatía de la gente. Para la votación del domingo pasado se pusieron en operación todas las estructuras afines al partido, se invirtieron cientos o miles de millones de pesos, se activaron todas las redes de promoción institucionales e intervinieron todos los representantes populares de Morena de los tres niveles de gobierno en todos los estados del país.

Más allá del cómo, en el proceso de revocación de mandato Morena demostró que tiene manera de movilizar gente y que está listo para hacerlo en la elección presidencial; la oposición, en cambio, carece de estructura, estrategia y recursos para responder, no tiene capacidad para articular una postura unida, ni es capaz de capitalizar el enojo colectivo en contra del jefe del ejecutivo federal. Conclusión: si el Movimiento de Regeneración Nacional compite solo contra los partidos les va a ganar; pero si los ciudadanos deciden salir a votar masivamente en la elección del 2024 cualquier cosa puede suceder.

Los números de Morelos en lo referente a la revocación de mandato no son malos, pero están por debajo de lo que los promotores esperaban; las distintas estructuras que se abocaron a promocionar el voto y a movilizar gente el día de la elección, es decir, todos los gobiernos de Morena, se enfrentaron contra el enorme reto de la apatía, de gente que no se convenció de salir a votar. El problema más serio que enfrentaron los movilizadores fue que a la gente no le importó la consulta y no salió a votar.

A pesar de ello algunos números son interesantes y confirman que la fuerza del partido está en algunos de sus personajes. El Movimiento de Regeneración Nacional no tiene estructura, se mueve a partir de la simpatía que despierta Andrés Manuel López Obrador y la fuerza personal de algunos de sus representantes populares locales, específicamente Juan Ángel Flores y Rafael Reyes, alcaldes de Jojutla y Jiutepec, respectivamente.

Otro dato llamativo es el porcentaje de participación: en Morelos salió a votar el 18.72 por ciento del padrón, un poco menos que en la Ciudad de México y la mitad de la participación de Tabasco, un estado donde salió el 30.3 por ciento del padrón. Los resultados de Morelos en la consulta no son malos, se encuentran por encima de la media nacional, pero por debajo de los sufragios requeridos para ganar una elección gubernamental.

Históricamente Morelos ha demostrado ser un estado obradorista, aquí ganó Andrés Manuel López Obrador las tres ocasiones en las que se postuló por la presidencia de México y sigue teniendo una simpatía muy alta en todas las encuestas, por arriba de la media nacional y muy superior al de otros estados gobernados por el Movimiento de Regeneración Nacional.

Los votos que aportó Morelos el domingo pasado a la consulta para la revocación de mandato son buenos vistos desde la óptica de un partido al que le urgía demostrar capacidad de movilización, pero insuficientes para considerar que el estado de Morelos está ganado sin importar quien sea el candidato.

La revisión al interior del Movimiento de Regeneración Nacional debe hacerse con la frialdad que amerita un proceso que representa la antesala de una elección sexenal, tomando en cuenta que en la revocación de mandato se puso en marcha toda la maquinaria del estado, se invirtió mucho dinero y todas las figuras de ese partido se volcaron abiertamente a la promoción del voto y acarreo de votantes. Eso no ocurrirá en el 2024, no al menos con la libertad que se permitió el domingo pasado.

Veámoslo de esta forma: diez de abril los liderazgos de Morena pusieron en funcionamiento sus estructuras, los gobiernos establecieron cuotas de votantes a cada uno de sus empleados y tanto representantes populares como funcionarios, simpatizantes y aliados de ese partido hicieron causa común en torno a una sola persona: Andrés Manuel López Obrador. En el 2024 AMLO no estará en la boleta y difícilmente veremos esta misma unidad en la elección.

Para el presidente de México el ejercicio democrático del domingo pasado fue satisfactorio porque confirmó que sigue teniendo una alta simpatía popular y su partido fue capaz de movilizar a la gente en un proceso que a pocos interesó y que al final no tuvo ninguna validez legal.

¿Qué pasará en el 2024, cuando las estructuras no trabajen juntas y el candidato no sea Andrés Manuel López Obrador? ¿Cómo le irá a Morena en Morelos si no postulan a alguien que tenga arrastre social y concilie los intereses del partido?

Los 16 millones obtenidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador en la revocación de mandato son buenos, pero no los suficientes para que postulen a cualquier candidato pensando que la sola marca ganará.

Ni en el país ni en los estados.

  • posdata

“Aiga sido como aiga sido” los morenistas de Morelos pueden decir que lograron un número importante de votos, suficientes para presumir que tienen estructura, aunque no los necesarios para dar por sentado su triunfo en el 2024.

Tomemos algunos números como base: en el año 2006 el panista Marco Adame Castillo ganó la elección de gobernador con 220 mil votos, seis años después el perredista Graco Ramírez Garrido lo hizo con casi 365 mil votos y en el 2018 Cuauhtémoc Blanco Bravo se llevó la gubernatura con 400 mil votos.

Los 276 mil votos de la consulta dominical son un buen punto de arranque, pero no necesariamente es el piso del partido; explico: son la suma de votos obtenidos por todas las estructuras morenistas en favor del mejor candidato que ha habido en México en los últimos años: Andrés Manuel López Obrador.

Para el 2024 el reto es mucho mayor, primero porque el candidato no será Andrés Manuel López Obrador y se necesitan a alguien que pueda conciliar los intereses internos del Movimiento de Regeneración Nacional, que enarbole los intereses de ese partido y que llame la atención del electorado apartidista. Obviamente no hay en Morelos (ni en México) un político con el carisma y rentabilidad social del presidente, por eso en principio de cuentas se requiere alguien que no divida a los morenistas, ni sea impuesto como sucedió con Jorge Argüelles en Cuernavaca.

Con las cifras de la consulta para la revocación de mandato en Morelos se pueden hacer distintos escenarios y es posible visualizar el camino que debe seguir ese partido para refrendar el triunfo en el 2024.

Morena puede ganar otra vez la gubernatura de Morelos, pero no con cualquier candidato.

  • nota

De cara a la elección del 2024 también hay que analizar a los aliados que tendrá el Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos; el primero es el Partido del Trabajo: su dirigente se ha mantenido ecuánime en el pleito parlamentario pensando en la alianza electoral venidera. Tania Valentina tiene la vista puesta en la sucesión y eventualmente se postularía a la gubernatura si la candidatura gubernamental se define a partir de una lógica de género. Obvio: la petista supera en imagen a Margarita Saravia y no hay otra dama en esa coalición que le pudiera pelear el espacio.

Luego están los partidos Nueva Alianza, Verde y Encuentro Social, en ese orden. Los dos primeros negociarán en la mesa federal y acomodarán algunas piezas en espacios secundarios; el tercero tiene un margen mínimo de negociación porque es el que menos representa, el que está condenado a la desaparición y en donde está un personaje como Hugo Erik Flores, quien no solo perdió el picaporte que tenía con el presidente y con el gobernador, también representa una figura despreciada en el ámbito político, repudiada socialmente por su público desprecio a los morelenses y conocida por su estilo de trabajo abusivo, inmoral y traicionero.

Es cuestión de hacer cuentas a partir del número de candidaturas que hay en juego para advertir cómo se dividirán las candidaturas entre los participantes de la alianza electoral; Morena llevará mano en al menos la mitad de las posiciones, incluyendo las más importantes y el resto se lo dividirán entre los otros partidos, dependiendo lo que aporten a la causa.

En una se esas al PES ni siquiera lo dejan participar en la alianza.

  • post it

El diputado del partido Movimiento Ciudadano Julio César Solís cometió un delito grave y puso en riesgo la investigación de un feminicidio al filtrar información confidencial que le proporcionó el fiscal general en una charla privada.

El representante popular reveló detalles de un proceso en curso sobre el asesinato de una joven estudiante de Cuautla que acudió a una cita de trabajo, desapareció y luego fue encontrada sin vida. “Es un delito muy grave, el diputado no debe dar ninguna información de la mesa de seguridad porque al hacerlo, además de que está violando la ley, da pie a que el asesino se escape” dijo el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo. Ayer el consejero jurídico confirmó que presentarán una denuncia por este hecho ante la Fiscalía Anticorrupción.

Habría que conocer al diputado para entender el porqué de sus declaraciones: es un tipo torpe, ignorante, ansioso de ser tomado en cuenta y por ello buscando protagonismo a costa de lo que sea. Un dato más: es el esposo de Karina Arteaga, la exfuncionaria legislativa que está sujeta a proceso por falsificar documentos para obtener una jubilación dorada y también la primera consejera electoral morelense que tuvo que renunciar porque falsificó documentos para ocupar el cargo.

¡Qué bonita familia!

  • redes soci ales

El gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco no lo confirma, pero tampoco descarta la posibilidad de irse a Morena. “No sabemos todavía, lo estamos viendo, ayer tuve una reunión con Mario Delgado y lo estamos viendo”.

Obvio, después de lo ocurrido en el pasado proceso electoral y con tantos problemas en los que lo metieron la dupla Flores-Argüelles, el mandatario ya nada tiene que hacer en Encuentro Social.

Si con la fama internacional del examericanista el PES tuvo serios problemas para conservar el registro en Morelos, sin él su futuro es claro: desaparecerá en el 2024.

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopachecomx

Facebook: Eolopachecomx

Instagram: eolopachecomx