Serpientes y escaleras - Las familias de Cuernavaca

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Las familias de Cuernavaca

Siempre han estado ahí, pero nunca se habían decidido a participar.

 

Las familias de Cuernavaca

Las elecciones del próximo año tienen movidos a varios partidos y a muchos actores políticos, pero también ha provocado interés en un sector de la población que normalmente no participaba en estos procesos; la renovación de las autoridades municipales, particularmente las de Cuernavaca, está despertando a una sociedad que desde hace años se mantenía ausente de la cosa pública y lejana de los pasillos de poder. Las clases medias, las altas y en especial varias familias tradicionales han empezado a organizarse de cara a la contienda del 2021. “Queremos que nos gobierne alguien de aquí” escucho en diferentes mesas.

Desde hace varios años he podido ver y vivir procesos electorales; los de la capital siempre han tenido la peculiaridad de ser los más llamativos, no solo porque se trata del municipio sede de los tres poderes, también porque en Cuernavaca convive una sociedad cosmopolita que tiene injerencia en el resto del estado y relaciones en el centro del país.

Desde hace años en esta ciudad se ha notado el repliegue de las familias tradicionales, de aquellas que por generaciones han estado avecindadas en esta tierra, las que tienen invertido su capital económico en el municipio y generan miles de empleos en sus empresas.

No hablo solo de los ricos y fifís, como peyorativamente define el presidente Andrés Manuel López Obrados a las clases socioeconómicas altas, sino de una enorme clase media que tiene empresas o negocios, que sale todos los días a trabajar y con su esfuerzo mantienen a flote a cientos de familias. Son esa clase media, media alta, quienes además tienen raíces familiares, numerosos miembros y relación permanente en negocios, en convivencia y en intereses de todo tipo.

Hace mucho que no escuchaba de ellos, quizá porque su forma de ser y actuar se encuentra al otro lado de la política, porque sus intereses no tienen que ver con los gobiernos y sus relaciones, aunque amplias, se dan en espacios en los que habitualmente no participa la clase gobernante, sin importar las siglas que porte.

Por eso me llama la atención la movilidad reciente de estas familias, de estos grupos, de esta parte de la sociedad que por años fue testigo mudo de lo que sucedía en el municipio. Por supuesto que a muchos los conozco y los trato, pero la relación es en un nivel y espacio distinto: cada uno anda en lo suyo, en sus espacios, produciendo, generando y observando como cada día la calidad de vida en Cuernavaca se viene abajo.

Esto último, me dicen, es la razón principal para que comiencen a reunirse, a charlar y decidan a tomar acciones. Hablo de un sector que no tiene que ver directamente con la política, pero no son personas desinformadas; se trata de un sector de la sociedad muy bien enterado de las cosas, porque sus inversiones dependen de ello; son familias completas que tienen influencia en más personas porque les dan trabajo, porque invierten y porque todos los días están arriesgando su patrimonio.

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de dialogar con varios de ellos y sus expresiones no son distintas a las que tienen algunos otros sectores de la sociedad más ligados a la cosa pública. El común denominador entre unos y otros es el hartazgo, el enfado por la situación que vivimos y la desesperación porque, dicen, a quienes están al frente de las instituciones no les importa lo que pasa. “Estamos frente a la peor clase gobernante de la historia”.

Lo que me llama la atención es que la actitud de estos grupos, de estas familias, que comienzan a pasar de la simple opinión al deseo de actuar; ya no se trata solo de hablar de lo mal que están las cosas, de lo mal que nos gobiernas o de lo oscuro que se ve el futuro con la oferta electoral que se avecina. “Es momento de participar” escucho decir a muchos de ellos.

Me dicen que poco a poco desde hace varios meses estas familias han comenzado a reunirse entre ellas, a convocar a reuniones privadas, a sumar voluntades y empatar intereses; “Ya nos cansamos de cargar con políticos que no saben gobernar, que no les interesa la gente y solo llegan a robar; cada tres años es lo mismo y después de las elecciones las cosas se ponen peor, porque ahora nos gobierna gente que ni siquiera es de aquí ni le importa lo que suceda con esta ciudad”.

El movimiento socio-familiar, por denominarlo de alguna manera, comienza a tomar forma; lo que empezó con la iniciativa de un par de familias es ahora un movimiento más estructurado en el que intervienen decenas de apellidos, todos con capital social y económico, pero sobre todo con influencia en distintos sectores.

La idea, dicen, es apoyar a candidatos que sean de aquí, a gente que tenga una verdadera relación con la sociedad que mantiene viva a la ciudad y entienda la importancia de recuperar la capital para sus habitantes. Son ellos el sector al que cada tres años acuden los candidatos para que les ayuden con dinero o con su gente, con la diferencia que ahora ellos los toman la iniciativa y buscarán darle un giro al rumbo político que sigue la ciudad desde hace varios años.

Nadie habla de un partido en especial, aunque casi todos refieren su decepción por Morena; “Estamos pensando a quien impulsar entre todos y después veremos bajo qué siglas lo cobijamos; ya hemos tenido contacto con varios partidos y todos están en el ánimo de abrirnos las puertas. Con quien decidamos ir vamos a estar todas las familias tradicionales de Cuernavaca; ese es el acuerdo”.

El plan de este sector puede o no funcionar, pero esa no es la parte que más me llama la atención; lo que verdaderamente ha captado mi interés es el despertar de un sector al que no le interesaba la política activa, que eventualmente apostaban por algún candidato, pero nunca intervenían en los procesos, ni se inmiscuían en las campañas. Son ellos, la gente del dinero, de los negocios, del liderazgo con sus trabajadores, quienes ahora buscan provocar un cambio, pero no con la oferta de un partido, sino a través de alguien de ellos.

Antes que la mayoría de los partidos políticos, estas familias han comenzado a trabajar de cara a la siguiente elección; no lo hacen bajo la lógica y el ritmo de la clase gobernante, sino en un esquema socio-empresarial, reuniéndose, hablando de la situación de la ciudad, de las acciones y los resultados de los gobiernos, del impacto que han tenido las malas decisiones institucionales y de lo que espera a Cuernavaca y a Morelos si seguimos por el mismo camino.

No se trata, aclaran, de lanzarse a una aventura y postular figuras en todos los espacios, sino de establecer un acuerdo con algún partido para que la oferta electoral que lancen sea diferente en Cuernavaca, para que rompan paradigmas, para que no se reciclen a los mismos personajes ni se haga lo mismo de siempre. Cuando acordemos con alguien, aseguran, todas las familias y grupos económicos que nos estamos juntando apoyaremos a la planilla completa, lo haremos con recursos, pero sobre todo con la intervención de todos y cada uno de nosotros en nuestros espacios y con nuestros medios, llamando a la reflexión, pidiendo el voto y especialmente impulsando un cambio.

En tiempos de coronavirus la situación es compleja en general y los efectos económicos del covid han provocado una crisis financiera en todos lados; las empresas y los comercios son el primer frente de batalla contra la recesión y es precisamente este sector el que ahora se decide a intervenir en un proceso electoral que estará marcado por la pandemia.

El tiempo mostrará que tanto éxito tiene este movimiento, de lo que no queda duda es que este tipo de acciones impactarán en el resultado de las elecciones y muestran el hartazgo hacia la clase gobernante.

  • posdata

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció este jueves en su conferencia de prensa mañanera que se reactivarán los trabajos en la termoeléctrica de Huexca. Es una inversión gubernamental y no permitiremos que se pierda, son como 20 mil millones de pesos en una central que brindará electricidad a todo Morelos y que será operada por la Comisión Federal de Electricidad, dice.

La central de Ciclo Combinado de Huexca, afirma el gobierno federal, fortalecerá la infraestructura para el desarrollo de la entidad; Morelos es uno de los pocos estados del país en donde el cien por ciento de la energía que se consume proviene de Estados Vecinos, lo cual limita su crecimiento. La CCC garantiza energía limpia en la cantidad y calidad requerida, precios competitivos, procesos amigables con el ambiente y con la sociedad.

La termoeléctrica de Huexca abastecería de energía al 80% del estado, utilizará aguas negras sin extraer agua del Río Cuautla, sus emisiones estarán abajo de lo indicado en la ley, además de que será una importante fuente de empleos. Durante el proceso de construcción, refiere el Gobierno de México, se han realizado de manera paralela 120 obras sociales con una inversión de 236 millones de pesos.

Como parte del plan federal de trabajo con los pueblos vecinos se ha establecido una agenda que incluye apoyos adicionales para los ejidos con el fin de elevar su productividad y detonar el desarrollo, esto contempla revestimiento de canales, represas y tecnificación de riego.

La oferta del Gobierno de México es interesante, tiene argumentos sólidos y soporte técnico que avala cada uno de sus dichos, el problema es que localmente el representante de la federación, Hugo Eric Flores no ha tenido ánimo de convencer a las partes inconformes, ni de socializar las acciones positivas que se han realizado. Vamos, ni siquiera muestra interés de dialogar con ellos.

El delegado federal en Morelos casi no está en la entidad, durante casi dos años se ha dedicado a recuperar el registro de su partido a nivel nacional, lo cual ha consumido la mayor parte de su tiempo y recursos. En el estado el desempeño de Hugo Eric Flores ha sido cuestionado desde el primer momento, lo han criticado por su trato con la gente, por el desprecio a la sociedad local, por el mal manejo de los recursos públicos a su cargo, por el desorden y parcialidad en el manejo de los programas sociales y principalmente porque casi nunca está en Morelos.

Visto desde un ángulo técnico y tomando en cuenta lo que representa para Morelos, la Central de Ciclo Combinado de Huexca es un proyecto necesario; el problema es que desde que inició su construcción en la era de Marco Adame, durante todo el sexenio de Graco Ramírez y hasta la fecha no ha existido un verdadero interés por convencer a los inconformes. El perredista los reprimió con la fuerza pública y Hugo Eric Flores los ignora.

Los procesos jurídicos ya se han resuelto, afirma el ejecutivo federal, al tiempo de dar a conocer que reinician los trabajos para que lo más pronto posible se ponga en funcionamiento la termoeléctrica. Lo que no he han informado al presidente es que sus operadores políticos locales no han hecho su trabajo y que en el momento que retomen los trabajos habrá problemas.

Durante su campaña en el 2018 Andrés Manuel López Obrador prometió a la gente que daría marcha atrás a la termoeléctrica de Huexca. El pueblo noble y sabio no ha olvidado esa promesa.

  • nota

Padres de víctimas de la matanza en La Barona exigen a las autoridades una disculpa pública por haber criminalizado a sus hijos. Recordemos que el diputado federal Jorge Argüelles afirmó que los hechos violentos de esa noche eran resultado de la lucha entre grupos de la delincuencia organizada y una respuesta a las acciones de gobierno implementadas por Cuauhtémoc Blanco.

Seguramente el diputado Belindo habló sin pensar, como siempre, sin tomar en cuenta las consecuencias de sus palabras y el impacto que generaría en las familias de las víctimas. Imaginemos la tragedia de perder a un familiar y cargar, además, con el estigma de que fue asesinado por andar en malos pasos.

Es válido el reclamo de los familiares de las víctimas, pero obviamente no habrá disculpa.

  • post it

Antonio Villalobos hace pública la situación financiera que enfrenta la capital de Morelos; de ello derivará el despido de un número importante de trabajadores.

La decisión es difícil, pero necesaria.

  • redes sociales

¿A alguien más le han compartido las cuentas de Twitter y páginas de Facebook que utilizan algunos personajes para trolear a sus críticos?

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