Serpientes y escaleras - Humor social

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Humor social

La gente en Cuernavaca anda de malas y sobran razones. Buscarán un cambio en el 2021

 

Humor social

Los distintos partidos políticos han contratado empresas que realizan estudios y mediciones de opinión para que les ayuden a tomar decisiones electorales, a conocer la situación en la que se encuentra cada instituto político y elegir a los mejores candidatos. La coincidencia en todos los análisis recientes es que Morena tiene más identidad partidista, seguido cada vez más cerca del PAN y del PRI; en todos los cálculos destaca un factor que será determinante: el candidato. Aparte de ello existe un elemento extra que es necesario tomar en cuenta: el humor social; más del 85 por ciento de la gente quiere que las cosas cambien en la capital.

Los tiempos que vivimos en Morelos no son los mejores, desde hace varios años el estado enfrenta una situación compleja, con varias crisis al mismo tiempo y pocas opciones para salir adelante. El escenario se agrava cuando vemos que frente a los problemas hay autoridades incapaces de atender los conflictos, insensibles al dolor de la gente y omisos en su responsabilidad.

Lo anterior viene desde hace varios sexenios y continúa hasta ahora; Morelos se ha quedado rezagado en muchos aspectos y en contraste con entidades vecinas, el desarrollo no se ve por ningún lado, aunque sí hemos crecido alarmantemente en problemas relacionados con la inseguridad.

Cuernavaca es un municipio que refleja a plenitud la crisis que vive el estado, la ciudad de la eterna primavera, otrora lugar pacífico y considerado uno de los mejores sitios para vivir en el mundo se ha transformado en tierra sin ley, territorio abandonado del progreso y conflictivo desde cualquier punto de vista. Estamos en el mejor lugar y tenemos los peores gobiernos.

Independientemente de los partidos y los candidatos que compitan por la presidencia municipal de la capital, el elemento que ningún partido puede dejar de lado es que aquí prevalece un mal humor ciudadano y este puede reflejarse en las próximas elecciones. Explico:

En distintos estudios realizados recientemente sobresale el interés generalizado de que las cosas cambien en Cuernavaca; sí existe una mayor identificación partidista con Morena, pero en independencia de que se ubique en mejor posición electoral y de que la mayoría de los ciudadanos considera que el Movimiento de Regeneración Nacional ganará las próximas elecciones en la capital, el sentimiento mayoritario es que a la ciudad le urge un cambio de rumbo.

En los estudios aparece muy marcado el deseo de que la situación en el municipio sea diferente a partir del 2021 y es ahí donde las empresas que llevan a cabo los análisis hacen una pausa dramática. “La gente quiere un cambio, esa intención está por encima de las preferencias partidistas y puede mover todo en las siguientes elecciones”.

Recordemos que las últimas administraciones municipales en la capital de Morelos han venido de mal en peor desde hace varios trienios. Cómo estará de grave la situación en Cuernavaca que el último gobierno que realizó obras de alto impacto y atendió las necesidades básicas de las colonias de la ciudad fue el de Manuel Martínez Garrigós.

Imagina lectora lector querido, que el edil más repudiado de los últimos tiempos, al que se le atribuyen innumerables actos de corrupción y el endeudamiento de Cuernavaca es quien más trabajo ha realizado en los últimos trienios.

Piensa por un momento en el corruptísimo MMG que solicitó un crédito inicial de 600 millones de pesos y al final de su administración entregó el municipio con pasivos de alrededor de mil millones de pesos; ese presidente municipal fue el último que pagó a tiempo a los trabajadores, el que hizo puentes, pasos a desnivel, parques, jardineras, calles, alumbrado público…

Luego recuerda al honestísimo Jorge Morales Barud y al actual gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo; el primero estuvo tres años al frente del gobierno municipal y la obra más importante que realizó fue un semáforo inteligente en la zona norte de la ciudad que operó un solo día porque funcionaba a lo pendejo. La administración siguiente implementó un programa relámpago de enchapopotado en algunas calles, se la pasó peleando con el gobernador y dejó de pagar a la CFE, por lo cual aumentó la deuda de Sapac. Después de esas dos administraciones, por cierto, la deuda de Cuernavaca subió a casi 2 mil 500 millones de pesos. ¿En qué se gastó el dinero si no hicieron obras ni pagaron la deuda?

No intento de ninguna manera defender al gobierno de Manuel Martínez Garrigós, porque es indefendible, solo expongo lo terrible que es valorar que estábamos mejor cuando estábamos peor.

Lo ocurrido en la administración de MMG sentó las bases para muchas cosas malas que han ocurrido en el estado, fue una escuela de corrupción y de perversión política que abrió la puerta a los grandes males que ahora sufrimos; el costo de tantos errores los pagamos todos y los pagó también Garrigós, porque sus torpezas le destrozaron su carrera pública y lo convirtieron en uno de los políticos más despreciados de los últimos tiempos.

El punto es que un mal alcalde que cometió muchos errores, que endeudó la ciudad y que fue desterrado es el único que ha hecho algo por la ciudad en los últimos años. Después de Manuel Martínez y hasta la fecha lo que hemos visto es un ir y venir de malos administradores, de personajes que gobiernan por ocurrencias, que hacen negocios con el cargo y aprovecharon el trágico periodo de MMG para justificar su incapacidad y su falta de resultados.

Cuernavaca está convertida hoy en una ciudad abandonada, descuidada, oscura e insegura que enfrenta un deterioro notable en toda su infraestructura, retroceso en su economía, depreciación en sus bienes y terrorismo de sus autoridades. Vivir en Cuernavaca se ha convertido en algo triste, por sus calles llenas de hoyos y sin alumbrado, por las colonias enteras que no tienen agua potable, por los negocios que cierran por doquiera y por los hechos de violencia que se presentan en todos lados. Antes uno decía que para estar seguro bastaba con no salir de noche ni visitar lugares peligrosos, pero ahora las ejecuciones, los asaltos y los secuestros suceden a cualquier hora del día y hasta en las plazas y centros comerciales.

Todo esto se registra en los estudios de opinión porque está presente en la mente de la gente, los últimos gobiernos de la capital han sido muy malos y la administración actual es el pináculo de lo terrible. El gobierno de Morena que encabeza Antonio Villalobos Adán arrastra los problemas que le dejaron los alcaldes anteriores y se ha dado a la tarea de generar sus propias crisis. Más allá de sus ocurrencias y su peculiar personalidad, el alcalde ha metido al municipio en un brete sin precedentes que muy probablemente le costará la elección a su partido.

Todos los problemas y los conflictos que enfrenta la ciudad, los pasados y los presentes, se traducen en mal humor social. El enfado es colectivo y deriva de la actuación rabiosa de los inspectores municipales que se la pasan extorsionando a todos, de la falta de proyecto, planeación y ejecución de una política municipal, de la falta de obra pública, de los interminables conflictos en los que se mete Villalobos, de la imagen de corrupción que se ha creado en torno al gobierno actual y de las crisis que provocó la pandemia. La sociedad está muy enojada con la realidad de Cuernavaca.

Todo esto es un factor que no se puede pasar por alto en la próxima elección: la gente quiere un cambio y ese cambio puede implicar un viraje político electoral. Si a la ciudadanía no le gusta como están las cosas y en términos generales 8 de cada 10 ciudadanos están en contra del trabajo de Antonio Villalobos, es posible que una figura diferente, independientemente del partido que lo abandere, se convierta en el vehículo para modificar el estatus quo de las cosas.

Veámoslo de esta manera: en el dos mil la gente utilizó al PAN para botar al PRI del gobierno; en el 2012 optó por el PRI para expulsar al PAN y en el 2018 la vía para sacarlos a ambos (al PAN y al PRI) fue Morena. En los tres casos el triunfo electoral no fue de la militancia de un partido, es decir, del voto de panistas, de priístas o de morenistas, sino de ciudadanos que emplearon esos partidos para cambiar las cosas.

Sí en Cuernavaca la gente está molesta con la situación actual y quieren un cambio, cualquier partido o persona diferente a lo que hay puede volverse el medio para alcanzar el objetivo.

La simpatía partidista no garantiza nada. El candidato será la clave.

  • posdata

Con diez votos a favor y uno en contra el Consejo General del Instituto Nacional Electoral determinó la remoción inmediata de la consejera presidenta del Instituto Morelense de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana Ana Isabel León Trueba. La otrora consejera electoral fue hallada culpable de entorpecer la investigación y sanción en contra de Cuauhtémoc Blanco Bravo cuando este fue aspirante a la presidencia municipal de Cuernavaca por el Partido Social Demócrata.

La determinación tomada por el INE tomó en cuenta la actuación de Isabel León, considerándola dilatoria, negligente y con el franco objetivo de obstruir cualquier sanción al entonces candidato. El elemento central de la denuncia tiene que ver con un supuesto contrato por 7 millones de pesos que el futbolista habría signado con los entonces dirigentes del PSD para competir por la presidencia municipal.

En esta historia la única sancionada hasta ahora es la exconsejera electoral por su responsabilidad directa en las acciones, pero no se puede olvidar que en la trama participaron también los hermanos Julio y Roberto Yáñez, entonces propietarios del Social Demócrata, Moctezuma Serrato exfutbolista profesional que habría sido el puente para llegar con Blanco Bravo y quien a la postre filtraría el contrato, y el entonces secretario del ayuntamiento capitalino Enrique Paredes Sotelo, hoy dirigente del partido MAS y severo crítico del gobernador, aunque fue él quien recibió y validó los documentos que acreditaron la residencia del candidato del PSD para competir por Cuernavaca en el 2015.

La historia del contrato millonario ha sido contada en innumerables ocasiones desde diferentes lados, pero al momento de ser juzgada por las autoridades la conclusión siempre fue la validación de la candidatura. Seis años más tarde el chisme vuelve a tomar furor y mueve nuevamente el escenario electoral con la destitución de la presidenta IMPEPAC, quien al final será la única pagana.

El fallo del INE contra Isabel León no puede considerarse excesivo o injusto, porque los delitos atribuidos a la dama existen; dentro del propio IMPEPAC la sanción se recibió como una buena noticia, porque el carácter, la personalidad y los intereses de la consejera destruyeron la estructura, la credibilidad y el ambiente dentro del organismo.

Casi al final de su periodo Ana Isabel León Trueba fue destituida y pasará a la historia como la primera (y hasta ahora única) consejera en Morelos en ser removida del cargo, pero sobre todo será recordada por fracturar al instituto electoral, por dividir al consejo y pelearse con todos los representantes de los partidos, por su discriminación, acoso y maltrato al personal y por la parcialidad partidista en sus actuaciones institucionales.

La remoción de Ana Isabel León Trueba es lo mejor que le pudo pasar al IMPEPAC.

  • nota

Hablando de encuestas: aunque muchos no lo crean, en todos los estudios de opinión el presidente de México Andrés Manuel López Obrador sigue conservando una buena calificación ciudadana y goza de una amplia simpatía entre los mexicanos. En Morelos no es la excepción.

A pesar de su desgaste diario en Las Mañaneras, de las pifias de su equipo, de los escándalos en los que se han visto envueltos él, sus familiares y algunos de sus colaboradores, la gente sigue confiando que con él el país va en el camino correcto. En conclusión: AMLO continúa estando bien calificado.

El punto es que la simpatía que despierta el presidente de México no es la misma que provoca Morena; el Movimiento de Regeneración Nacional es el partido con más identidad, pero los números de Morena son mucho más bajos que los del presidente.

Si Andrés Manuel López Obrador volviera a aparecer en las boletas sin duda ganaría, el problema para Morena y para sus candidatos es que en el 2021 AMLO no va a estar.

La empatía con el presidente no necesariamente se reflejará en votos para su partido.

  • post it

¿Saben los estrategas de los partidos, los consultores de los gobiernos y los asesores políticos lo que es el voto oculto?

¿Ya lo tomaron en cuenta en la elección del 2021 en Morelos?

  • redes sociales

El alcalde Villalobos no aguanto la presión y ya reinstaló a 55 de las 500 personas que despidió hace algunas semanas. Los que regresan a sus cargos no están felices y los despedidos continúan enojados.

Es la estrategia de quedarse a la mitad, la de perder por todos lados.

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