Serpientes y escaleras - Fase 3

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Fase 3

Entramos oficialmente a una peor etapa de la pandemia.

 

Fase 3

Finalmente llegamos a la Fase 3 de la pandemia del coronavirus o covid-19; las medidas que se aplicarán en esta nueva etapa son básicamente las mismas, aunque implementadas con más firmeza. Continúa la cuarentena obligatoria, el cierre de comercios y negocios no esenciales y la sana distancia; autoridades insisten en que todos debemos mantenernos en casa y salir estrictamente a lo necesario. La pregunta obligada en este momento es ¿Estamos todos preparados para la Fase 3?

El confinamiento es la más efectiva y hasta el momento única vía que tenemos los ciudadanos de contener el avance del virus; no hay vacuna contra este mal, ni manera de garantizar salud de la sociedad si las personas no siguen los lineamientos que han marcado las autoridades sanitarias.

El confinamiento lleva ya más de un mes y se ha extendido hasta mayo, los efectos de esa reclusión son diversos y van desde el incremento de la violencia familiar, el consumo excesivo de alcohol y obviamente la crisis económica. Muchos han entendido que se necesita la cuarentena y una buena parte de la población se ha guardado en casa, aunque para la mayoría esto implica un enorme sacrificio.

Al oficializarse esta tercera etapa de la crisis se endurecen las medidas en el exterior para que la gente se guarde y no tenga a donde y a qué salir; ayer mismo el alcalde de Cuernavaca Antonio Villalobos hablaba de la posibilidad de aplicar penas corporales a quienes anduvieran en las calles, es decir, detenciones y multas.

Esto último por supuesto rebasa las atribuciones constitucionales del edil, pues el libre tránsito está consagrado en la constitución y no puede anularse de manera discrecional por ninguna autoridad; a pesar de ello el toque de queda y las medidas coercitivas ya se utilizan en otras partes del país, porque la situación lo amerita.

Cuernavaca se ha mantenido firme en sus acciones, tomando decisiones de manera oportuna, comprendiendo en toda su magnitud la gravedad de la situación y actuando a pesar de las críticas; luego viene el estado, con un tímido y nada carismático secretario de salud que cada tarde hace un recuento de cifras y acciones sin el liderazgo que se requiere en un momento como el que vivimos.

En esta pandemia cada alcalde trata de hacer lo que a su juicio corresponde porque, aunque los lineamientos generales de salud están planteados, en los hechos los gobiernos estatales y municipales están solos, sin acompañamiento de la federación y sin la ayuda económica que se necesita para que las cosas se puedan hacer correctamente.

En algunos lugares es más fácil que el mensaje se escuche, que la gente entienda y acepte recluirse con el desgaste económico que esto implica. Salvo en el caso de empleados gubernamentales (burócratas o maestros, por ejemplo) que tienen garantizada su paga quincenal, en el resto de los casos el aislamiento implica perder una parte o todo el salario, dejar de ganar o cerrar definitivamente una fuente de empleos, en los casos de propietarios de negocios, comercios o empresas.

Estamos frente a dos circunstancias muy complejas y difíciles de combinar: a las autoridades les urge meter a todo mundo a la casa para aplanar la curva de contagios, para que el número de enfermos no rebase la capacidad hospitalaria y se pueda manejar la enfermedad. Pero los ciudadanos, incluso los que están conscientes del problema, luchan contra los efectos del aislamiento, principalmente con el aspecto económico que conlleva la subsistencia diaria.

¿De qué manera se pueden combinar ambos aspectos?

En algunos estados del país los gobiernos estatales han destinado recursos extraordinarios para apoyar a los sectores, contratan créditos y ofrecen diferentes tipos de ayuda a la gente; lo que hacen los estados es un esfuerzo propio, no proviene del gobierno federal. En Morelos se ha implementado un programa emergente de créditos a micro y pequeños empresarios y desde el fin de semana pasado comenzó la entrega de despensas en las zonas más desprotegidas; aquí no se puede echar mano de recursos extraordinarios porque no los hay y es muy difícil pensar en un empréstito porque las deudas heredadas por la pasada administración superan los 20 mil millones de pesos.

Algunos alcaldes, como el de Cuernavaca, el de Jiutepec o el de Jojutla le entran de lleno al tema del covid-19, participan activamente en operativos, dialogan con ciudadanos y buscan opciones para ayudar a la gente. Su margen de maniobra es muy corto porque no tienen los recursos materiales ni humanos para responder a las peticiones de la gente, ni forma de ayudar a quienes ya se han quedado sin ingresos.

Es evidente que nadie estaba preparado para la pandemia, ni para las fases que la comprenden; la manera como se está atendiendo la crisis sanitaria desde el plano médico es aplaudida por la Organización Mundial de Salud, porque a diferencia de otros países aquí una gran parte de los ciudadanos tomaron en serio la alerta y se resguardaron. En materia económica el actuar del presidente es infame, contrario a lo que hacen todos los mandatarios del mundo.

La cuarentena se ha prolongado mucho más de lo que la mayoría pensaba, a pesar de que las autoridades ya habían pronosticado una pandemia larga; el aislamiento está comenzando a cansar a la gente, volvemos a ver gente en las calles y surgen voces, como la del presidente Donald Trump y el empresario Ricardo Salinas Pliego, que promueven la inmediata reactivación de las cosas, porque a la vuelta del tiempo tendremos “más pobres que muertos”.

La Fase 3 de la pandemia es el punto crucial para México en la lucha contra el coronavirus; hasta ahora la gente ha respondido y los peores escenarios no se han visto, pero la resistencia colectiva está comenzando a ceder, por cansancio mental y sobre todo por agotamiento económico.

El punto más difícil y que hasta el momento no tiene respuesta es empatar las dos circunstancias: la urgencia de que la gente se quede en casa y la apremiante situación económica que vive miles de familias.

El tema no es sencillo y difícilmente podrá ser resuelto por una autoridad municipal o estatal, cuando el gobierno federal se ha hecho a un lado y en lugar de proporcionar herramientas de apoyo y mostrarse sensible ante la situación de los sectores productivos, los aprieta fiscalmente para sacarles más dinero para sus ocurrencias.

En materia sanitaria el gobierno federal a través del doctor Hugo López-Gatell está haciendo un buen trabajo que a la vuelta del tiempo se puede traducir en decenas, cientos o miles de vidas salvadas; la actitud del presidente en materia económica, por el contrario, demuestra una incompatibilidad abierta con los sectores productivos a los que considera la clase conservadora, a quienes supone millonarios (no importando el tamaño de su empresa o negocio) y a quienes en este momento está cargando todo el peso económico de la pandemia. López Obrador provocará millones de pobres.

El descalabro económico que dejará a los mexicanos el covid-19 es enorme y tardará años poder superarlo; lo primordial ahora es cuidar la salud para poder levantarse después.

Si no eres adulto mayor o Nini, no cuentas ni vales para el presidente López Obrador.

  • posdata

Ayer el alcalde capitalino se reunió ayer con locatarios del mercado Adolfo López Mateos, la central de abasto más importante del estado; ahí hubo un diálogo directo con una cantidad importante de personas que temían que por ordenes gubernamentales se fuera a cerrar su principal y en muchos casos única fuente de ingresos.

El diálogo no fue sencillo, hubo momentos de tensión porque algunas personas intentaron llevar la charla al terreno del enfrentamiento. Antonio Villalobos aguantó y finalmente pudo establecer una comunicación fluida con los comerciantes.

Los acuerdos alcanzados entre autoridades y fenicios contemplan la regulación de las ventas en la nave principal, la distribución de estibadores y canasteros para que saquen la mercancía a puntos de entrega a clientes, el servicio a domicilio, el reordenamiento de las entradas y salidas y la restricción de acceso a niños.

El punto que permitió el entendimiento es la importancia de no interrumpir la cadena de abasto, ni afectar a personas cuya situación económica es precaria y el mercado representa su única forma de manutención. Unos y otros acordaron crear un cerco sanitario en la central de abastos, amén de que de forma paralela se entregarán 25 mil despensas a personas de bajos recursos.

Fue duro, pero el acuerdo se alcanzó.

  • nota

Ahora que oficialmente estamos en la Fase 3 del covid-19 retomo la publicación que alguna ingeniosa persona compartió en las redes sociales para hacer conciencia de la situación que vivimos, explicada de forma especial para aquellos que siguen pensando que se trata de una mentira inventada para cambiar “el orden mundial”. Comparto:

Para que entiendan, los de cerebrito de cocodrilo que piensan que esto es una gripita sin importancia, ahí les va la explicación:

Fase 1: Casos importados

Significa que no hay tanto pedo, solo les da a Los RIVADENEIRA, los LONGORIA los ADAME, LAS CUEVAS LIMANTUR (que vienen de Cuernavaca) o tu tío el que se fue a vivir al gabacho de mojado. Son los que viajan a Europa y van a esquiar a Estados Unidos... O algún Turista pendejo

Fase 2: Dispersión comunitaria.

El pedo es cuando esos riquillos que ya están siendo atendidos en cualquier hospital, le contagiaron sin darse cuenta a la ñora del amigo de Foviste o del IMSS o del hospital privado que trabaja de empleada en la intendencia o a su muchacha; la ñora contagia a Doña Pelos cuando fue al chisme en la tiendita y se quedó platicando en los tacos y Doña Pelos infectó a Don Pepe, el que te vende los tacos de pastor por las tardes y estornuda sobre ellos.

Fase 3: Contagio Epidémico

El Gobierno cierra parques, plazas y centros comerciales, pero como somos pobres y como quiera tienes que ir a jalar a Coppel o a Elektra, en el micro infectas al chófer del taxi o de la ruta que tose sobre las monedas y él infecta a otros y en fin, se empiezan a dar por miles de casos el brote comunitario.

Fase 4: Pandemia, Plan DN3, Ya valimos.

Cuando son miles los casos,  las empresas cierran, se prohíbe la convivencia social, no puedes ir ni a jugar al llano los domingos (aunque sí vas a ver a tu suegra que quieres mucho). Como la empresa cerró te quedas sin chamba y como no hay chamba no hay dinero y como no hay dinero no puedes pagar la renta del la casa de la Pedro Amaro y comienzas a robar.

Todo se vuelve un caos y solo sobreviven los del barrio de las calaveras, la Pedro, La Zapata, Altavista entre otros, porque ya están acostumbrados a vivir así.

El Brayan, el Kevin, el Maluma Yandel de Jesús y la Kymberly Rosalía crecen y como AMLO seguirá en el Poder les va a seguir dando su beca de Ninis y ellos seguirán votando por él o por los ratas del PRIAN.

Tú perderás todo por lo que trabajaste; posiblemente también a personas queridas. Todo por no seguir medidas higiénicas tan simples como LAVARTE LAS MANOS, TAPARTE LA BOCA CUANDO ESTORNUDAS ¡Y NO IRTE A ACAPULCO¡ o echarte los de pastor en la calle del taco cuando te dijeron que no salieras, cerebrito de cocodrilo.

Ahora ya sabes que el pedo es serio, Sigue las recomendaciones de salud: quédate en casa, acata las medidas de sana distancia (Susana Distancia o Abram Sealaverga) y por favor lávate las manos pinche puerco.

Recuerda: madre no es la que cría, madre es lo que vamos a valer cuando lleguemos a la fase 4.

  • post it

La coordinación entre autoridades es clave para que las cosas salgan bien en esta fase de la pandemia. Coordinación y comunicación para que la gente este bien enterada.

  • redes sociales

De lo más prufundo de su alma surgió el ¡Chinga a tu madre! Que la presidenta Isabel León Trueba lanzó a su compañero consejero del IMPEPAC.

Un insulto nada acorde para alguien que se dice feminista, por cierto.

Chulada de dama.

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