Serpientes y escaleras - Cuernavaca, objeto del deseo

Primero la capital, después el estado.

Cuernavaca, objeto del deseo

El 2020 es un año preelectoral y marca el inicio de la carrera por la sucesión. Apenas han transcurrido 15 meses desde que inició el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, el exfutbolista profesional aún no rinde su primer informe de labores como gobernador, pero así es la política y así de adelantados están los tiempos electorales en un país y un estado convulsionado por distintos problemas. Desde Cuernavaca muchos piensan construir el camino para su regreso al poder o para la prolongación en él; hay muchos tiradores listos, pero a casi todos les hace falta puntería.

No hace falta ser muy avezado en cuestiones políticas para entender que desde hace mucho tiempo la agenda electoral se adelantó y casi de manera permanente los actores de poder hacen política; el 2019 fue un año de respiro en el que los partidos y sus integrantes se resguardaron, bajaron el perfil, se recuperaron (algunos) de la derrota o prepararon el camino para una nueva cruzada.

El 2020 es distinto: el año es preelectoral y todos aquellos que entienden de política y aspiran a un cargo de elección popular han comenzado a trabajar desde el primer minuto, fijando un objetivo, trazando una línea de tiempo y estableciendo estrategias y compromisos con todos aquellos que les pueden ayudar a lograr su meta.

Cuernavaca es sin duda el objeto de deseo de todos, porque desde la capital es más fácil construir un proyecto electoral rumbo a la sucesión; en ese municipio se concentran los tres poderes del estado, es una vitrina política natural e históricamente se volvió un trampolín a la gubernatura. Simple: el alcalde de Cuernavaca es candidato natural a gobernador de Morelos.

Aquí es donde se va a comenzar a escribir la historia: aunque la alianza entre el PES y Morena es muy compleja, producto de los desencuentros entre Cuauhtémoc Blanco y YeidckolPolevnsky, la factibilidad de que nuevamente ambos partidos compitan juntos es posible si el gobernador de Morelos y el presidente de México se ponen de acuerdo.

Explico: Si el exseleccionado nacional dialoga con el jefe de la nación y pide concretar de nuevo una alianza, solicitando únicamente que le concedan definir al candidato de Cuernavaca, no tengo duda que AMLO le dirá que si.Si eso ocurre es evidente que el candidato de la coalición en la capital no será el alcalde Villalobos, ni mucho menos José Luis Borbolla, Alejandro Mojica o Alejandra Flores. Las opciones en un escenario así se reducirían a una: Jorge Argüelles.

Pero si como hasta ahora se ve, el PES y su presidente estatal no abonan a la conciliación con Morena y sus integrantes, aunque desde México se acuerde una alianza no habrá apoyo de las bases de Morena a dicha candidatura, ni mucho menos trabajo para que su candidato gane; es más: la naturaleza de los militantes de Morena (que vienen de muchos partidos) hace posible predecir que en lugar de ayudar a ganar a Argüelles, le jugarán las contras y buscarán una opción distinta, porque en este caso no está de por medio la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Aquí entra el PAN.

Si Morena se fractura, el beneficiario será sin duda el Partido Acción Nacional y quien sea su candidato, especialmente si es Javier Bolaños. A diferencia del PES, el PAN tiene una presencia solida en la capital y una base simpatizante que en el proceso electoral pasado lo impulsó hasta la segunda posición, cerca del ganador, a pesar de la enorme ola provocada por López Obrador.

Habrá que tomar en cuenta que Bolaños no ha dejado de hacer política, está trabajando por su candidatura y tejiendo relaciones con diferentes sectores de la sociedad, incluyendo grupos de Morena y espacios afines a la izquierda. Si Morena lanza como candidato a un personaje que no sea propio o este desarraigado (ambas cosas las representa Jorge Argüelles), los morenistas se rebelarán, jugarán en contra de su candidato o simplemente no harán nada por ayudarlo a ganar.

Socialmente también pesará el desgaste de Morena como gobierno municipal y el deterioro de la imagen del gobernador Cuauhtémoc Blanco; políticamente hablando dentro del gobierno estatal no hay en este momento una figura más cercana al mandatario que el dirigente estatal del PES y lanzarlo como candidato representaría a los ojos de muchas personas un mensaje de continuidad al régimen estatal, es decir, un nuevo Gayosso, aunque sin el lazo de sangre.

Personalmente no tengo dudas que la lucha electoral en el 2021 en Cuernavaca será entre Morena y el PAN, porque salvo la candidatura independiente de José Luis Urióstegui no hay ningún otro partido o personaje que pueda meterse a la competencia. Ítem más: el resto de los institutos políticos y aspirantes podrían en un momento determinado optar por sumarse a uno de los dos punteros y ahí jugará también la habilidad política y tacto de quienes definan la estrategia de cada lado.

Lo claro es que ganar Cuernavaca no solo representaría gobernar la capital del estado, sino empezar la carrera por la sucesión desde la mejor vitrina. Son muchos los problemas sociales, políticos y estructurales que padece hoy la ciudad, aún así, si quien llega tiene habilidad política, sensibilidad social, buen manejo de imagen y hace un poco más de lo que han hecho las últimas administraciones, su oportunidad será mucho mejor que la de cualquier otro aspirante a gobernador.

No es casualidad que todos los que aspiran a gobernar el estado piensen primero en administrar Cuernavaca.

• posdata

Afirma el gobernador de Morelos que en las filas de la policía estatal tienen identificados 180 elementos involucrados con el crimen organizado; a propósito de lo ocurrido en Cuautla, cuando el director de la policía municipal acusó a altos mandos de la CES de proteger a secuestradores el jefe del ejecutivo morelense declaró:

“Tienes que llegar hasta las últimas consecuencias y terminar con esta situación porque no sabemos todavía cual es realmente la verdad; es muy fácil hablar, que un policía hable y te saque estos argumentos sin esclarecerse. Tiene que esclarecerse y llegar hasta las últimas consecuencias”.

-          Gobernador, al parecer este elemento de la CES tiene antecedentes… 

“Así es. Se ordenó… el Almirante me comentó que hablo con el presidente municipal de Cuautla y por el momento van a estar hasta que se esclarezca esto. Te menciono otra vez y lo vuelvo a repetir: se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias porque no vamos a permitir esto que está pasando y no vamos a permitir; es muy fácil hablar, es muy fácil hablar a los medios de comunicación y decir; se tiene que esclarecer a como dé lugar para ver quien tiene la verdad”.

-          ¿Se van a revisar a los mandos gobernador?

“Hay 180 policías involucrados con el crimen organizado, ya los tiene identificados el comisionado, hasta el momento Guarneros va a seguir y tiene toda mi confianza, se los vuelvo a repetir, como se los he dicho, hasta el presidente de la república ha mandado felicitar al señor Guarneros, al Comisionado, porque ha hecho un buen trabajo”.

-          ¿Y cuando se va a proceder en contra de ellos?

“Pues se tiene que escalecer, como ya lo dije, ahorita se los vuelvo a recalcar, se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias”.

Ciento ochenta policías estatales involucrados de alguna manera con la delincuencia organizada no es poca cosa; una vez que el gobierno estatal y el titular de la CES afirman tenerlos plenamente identificados es importante que se haga algo, que se actúe, porque esta situación no solo merma la confianza ciudadana en una institución clave para la estabilidad, también puede costar vidas humanas, por lo que representa la intromisión del crimen en la policía.

Más claro: Ya los tienen identificados ¿Qué hace falta para que procedan contra ellos?

-          nota

Hablando de meter las manos al fuego por alguien, recordemos lo que han declarado por separado y en diferentes momentos algunos personajes de la vida política nacional:

Cuando al entonces presidente del PAN Gustavo Madero lo cuestionaron sobre la honestidad del gobernador de Puebla así respondió:

–        ¿Usted metería las manos al fuego por el gobernador de Puebla, Rafael MorenoValle?

–        Mi oficio no es meter las manos al fuego por nadie, porque no tendría manos; está canijo, ni por ti, mi amigo.

También Andrés Manuel López Obrador ha mostrado prudencia cuando le piden expresar la confianza que tiene en su gente:

“No meto las manos al fuego por ninguna persona, ni siquiera de Morena; por nadie, es tanta la crisis que hay en México que nadie se puede abstraer de una atmósfera de corrupción en donde eso es lo que ha predominado, cada quien que responda por sus actos. De manera muy clara y coloquial me pueden llamar peje, pero no soy lagarto ”

De la misma forma el alcalde de Coyoacán, también ex futbolista profesional Manuel Negrete se cuidó de no exponerse cuando acusaron a uno de sus asesores de incurrir en actos irregulares:

“Me desligo totalmente de cualquier situación; yo no meto la mano al fuego por nadie”

Lo dicho: con tantas historias de quemados, siempre vale la pena ser prudente. Meter las manos al fuego por alguien nunca termina bien.

–        post it

Las narcomantas se han convertido en algo común en Morelos, aunque ahora esta práctica, además de coloquial se realiza a plena luz del día y sin importar que los hechos queden grabados en las cámaras de seguridad o que en el lugar exista presencia policiaca. Los grupos delictivos las colocan frente a todo mundo, en lugares públicos, de día, simplemente porque pueden hacerlo.

Ayer volvió a suceder cuando en cuatro diferentes sitios de la capital del estado colgaron mensajes en contra de un presunto delincuente y contra el jefe de inteligencia de la Comisión Estatal de Seguridad, el tristemente célebre “Piloto”. Los hechos fueron rescatados por diferentes portales informativos y compartido rápidamente en redes sociales.

Ya lo dijo el Comisionado de Seguridad José Antonio OrtizGuarneros: “Una narcomanta no prueba nada… a mi me han colgado muchas”

Cierto: pero no a todo mundo le dejan este tipo de mensajes.

• redes sociales

Ayer hubo un interesante mini debate tuitero entre @jorgeramosnews y @epigmenioibarra:

-          @jorgeramosnews

Aquí fuentes y datos que usé en la “mañanera”.

-Muertos de AMLO 34,579 (Dic 2018-Nov 2019) según Secretariado ejecutivo del Sistema Nac. de Seguridad Pública.

-Muertos de Peña Nieto en 2018- 33,743 (SNSP)

-Muertos de Calderón en 2011- 27,213 (Inegi).

-          @epigmenioibarra

Considero querido @jorgeramosnews un exceso atribuir a la actual estrategia los 34 mil muertos. Una guerra de doce años que produce -por la complicidad entre poder y narco- una descomposición tan profunda no se extingue en unos meses. Los cambios estructurales toman tiempo.

-          @jorgeramosnews

Mi querido @epigmenioibarra Si no le atribuimos a @lopezobrador_ los 34 mil muertos de su primer año ¿a quién se los atribuimos? Esa es, creo, su principal responsabilidad: que no sigan matando a cuatro mexicanos cada hora (en promedio). No se puede seguir culpando al pasado.

-          @epigmenioibarra

No estoy de acuerdo con tu planteamiento querido Jorge Ramos @jorgeramosnews. Apoyo la estrategia de seguridad de AMLO. Apagar el fuego con gasolina despedazó a México:narco y gobierno eran lo mismo. Reconstruirlo tomará tiempo pero es posible.

-          @jorgeramosnews

Hola Epi @epigmenioibarra No propongo fuego con gasolina. Ya sabemos tú y yo y muchos que la guerra contra el narco no funcionó. Pero la actual estrategia ha dejado 34 mil muertos, más en casi un siglo, y tampoco está funcionando. Están matando 4 mexicanos cada hora. Falta mucho.

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