Repaso - SNTE 19: ¿DE QUÉ DEMOCRACIA ESTAMOS HABLANDO?

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - SNTE 19: ¿DE QUÉ DEMOCRACIA ESTAMOS HABLANDO?

¿Quién aspira en la Sección 19 del SNTE a participar como aspirante a la secretaría general que aún detenta Gabriela Bañón Estrada? Aunque probablemente nadie levante la mano “antes de tiempo”, porque finalmente, hasta donde estoy enterado,la fecha precisa para la renovación es una incógnita, lo cierto es que, si persiste el “mandamiento disciplinario” de esperar a que desde el Comité Ejecutivo Nacional que hoy preside Alfonso Cepeda Salas se insinúe quién será el ungido, simple y llanamente nada habrá cambiado y las expectativas de democratización estarían penosamente castradas.

No es suficiente garantizar que el voto sea universal, libre, directo y secreto. Es imprescindible que las reglas del juego permitan participar a aquéllos cuyo corazoncito late por ese cargo de representación seccional, en igualdad de circunstancias y frente al oportuno escrutinio de toda la base magisterial representada, exponer su proyecto de acción, su compromiso ratificado por la trayectoria demostrada, su presunción de liderazgo necesario para conquistar filias.

Si es usted trabajador de la educación en Morelos, ¿tiene a alguna compañera o algún compañero en el que vea esas cualidades y que además asuma públicamente que buscará dicha encomienda gremial? ¿Sabe usted si ya alguien “anda en campaña”?

Para orientar estos comentarios pregunté a algunos docentes si pudieran nombrar a quienes abiertamente van tras el voto de los afiliados. Aunque mi “muestra” no implica para nada certeza estadística alguna, algunos sólo alcanzaron a mencionar al profesor Oswaldo González Sánchez, integrante del actual comité seccional, quien difunde intensamente, principalmente en el Facebook, las encomiendas que se le asignan. ¿Eso significa que ya anda promoviéndose para los efectos arriba mencionados o simplemente comparte lo que hace para mantener informada a la gente? Mientras no diga “quiero”, con todo y su activismo mediático nadie podrá comprobar que por lo que hace y dice en las redes ya está presentando intencionalmente sus cartas credenciales para el proceso que viene. ¿O sí?

Fuera del mencionado profesor, si bien se especula cuántos más quieren ir por esa secretaría general seccional, a nadie más se mencionó aparentemente cumpliendo con esa condición: expresar claramente, desde ahora y ante todas y todos los sindicalizados, que aspira a relevar a Bañón Estrada. Si eso aspiran y no lo manifiestan abiertamente, uno puede llegar a pensar estarán supeditados a los designios que en su momento salgan del CEN del SNTE.

Nótese que no me refiero a lo que pudiera ya estar definido en los cambios estatutarios y que esperan los jerarcas sindicales sea aprobado por la autoridad laboral correspondiente. Acá me refiero a la libertad sin cortapisas de que un proyecto de representación sindical se exponga con toda antelación ante la base sindicalizada, se conozca ampliamente a quien lo enarbola y que quiere aparecer en las boletas electorales, si se van a utilizar y se le permite, como candidato a la secretaría general. Vaya, estaríamos hablado del derecho de cualquier integrante de ese numeroso y complejo sindicato, a ser votado en un proceso electoral como el que dicen que va a suceder.

Esto de la democracia como una forma de vida, tal y como lo establece el Artículo 3º Constitucional (… considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo), no se garantiza con elecciones donde el voto sea universal, libre, directo y secreto. Exige más. Las veces que se reeligió Porfirio Díaz lo “logró” en las urnas. El PRI triunfó durante varios sexenios yendo los electores a emitir su sufragio.

El problema es que todo ello se enturbiaba con los modos, las triquiñuelas, las amenazas, las coacciones, la compra de conciencias que pulularon en cada jornada electoral.

¿Qué es lo que ha sucedido históricamente en el SNTE? La respuesta no es difícil: imperaban los mecanismos de inducción y control determinados por los feroces cacicazgos que se apoderaron de la suerte y destino de este sindicato. Cacicazgos que estuvieron dispuestos a todo, incluso a la represión y hasta el crimen, para impedir el acceso de rivales o miembros incómodos en los puestos estratégicos de la estructura sindical.

No, ya los trabajadores no se conforman con escuchar el canto de las sirenas. No, ya no se tragan el anzuelo que se tira en cada discurso demagógico, ni en promesas manipuladoras. Exigen hechos contundentes, uno de los cuales sea el imperio de la absoluta libertad, en igualdad de condiciones, para votar y ser votado en procesos donde la equidad sea mandato irrenunciable. Nada de “tapados”. Nada de servidumbres, ni de esperar que el “dedo cupular” sea el que apruebe a quien habrá de ser el nuevo dirigente, en este caso, de la Sección 19 del SNTE.

  • De refilón

¿Quién tiene candidato? Díganmelo y en este espacio de opinión lo anoto, así como, de ser posible, los méritos que se le vean.

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