Repaso - Felipe Castro, Gabriela Bañón y Vicente Hernández

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - Felipe Castro, Gabriela Bañón y Vicente Hernández

Son graves, pero puntuales, las acusaciones que realiza Felipe Castro Valdovinos en contra de Gabriela Bañón Estrada, aún secretaria general de la Sección 19 del SNTE, y de Vicente Hernández Sánchez, asesor, consejero o gurú de Eliacín Salgado de la Paz, director general del IEBEM. Puntuales, porque menciona situaciones concretas y datos específicos, mediante los cuales, en un video que circula en las redes, intenta evidenciar los hechos de corrupción que presuntamente Bañón Estrada, en contubernio con Vicente Hernández, ha cometido en perjuicio de grupos y trabajadores de la educación. 

 

Felipe Castro no se anda con eufemismos, ni sutilezas. Robos, les llama a las irregularidades cometidas, desde su perspectiva, por la dirigente magisterial y su “cómplice".  

 

El aspirante a la secretaría general es lapidario: “Están haciendo uso indiscriminado de las plazas de los compañeros que por defunción o cualquier otro motivo quedan vacantes, las cuales esconden para después negociar y apropiarse de las mismas a conveniencia suya […] Están convertidos en una manada de chacales al acecho indiscriminado de claves administrativas, de claves de prefectura, de claves docentes y de claves directivas”. 

 

“Eso ya calienta”, diría cualquier valedor dispuesto a responder las agresiones físicas o verbales que recibe. Considero que Gabriela Bañón debe olvidarse por un momento de los mensajes cotidianos sobre autosuperación muy al estilo de Alfonso Lara Castilla o Carlos Cuauhtémoc Sánchez, que difunde en el Facebook; mensajes voluntaristas en los que subyace la subjetiva idea de que la felicidad está desapegada a las condiciones sociales y económicas de los seres humanos. En contrario, la dirigente seccional estaría obligada a dar, también, puntual respuesta a esos señalamientos. A menos que piense o la hagan pensar, que lo mejor sería quedarse callada, no vaya a suceder que en realidad haya sido participe de esos actos de corrupción que Felipe Castro le champa. 

 

Al margen de la legitimidad o no con la que Castro Valdovinos asume la defensa de los trabajadores de la educación afectados, entiendo que lo mueve sin duda el propósito de posicionarse favorablemente en el ánimo de los compañeros sindicalizados para estar en condición competitiva durante el proceso de renovación del Comité Directivo de la Sección 19 del SNTE. En sus cálculos estratégicos seguramente interpreta que en la guerra y en el amor todo se vale, de modo que romper lanzas en contra de Gabriela Bañón, a la que estaría considerando desacreditada ante la base, aumentaría sus posibilidades de relevarla conforme a la decisión del voto universal en la cada vez más cerca jornada electoral del gremio. Ya se verá. 

 

Por lo que se refiere a Vicente Hernández Sánchez, me llama la atención que Felipe Castro no se refiera a Eliacín Salgado de la Paz. ¿Estará enterado de algo que no haya mencionado en el video de marras? Supe hace algunas semanas, que gente cercana al gobernador Cuauhtémoc Blanco, andaba cabildeando sobre un posible sucesor de Salgado de la Paz. Cruzando esa información que recibí con otra de una fuente confiable para mí, en el sentido de que cabría la posibilidad de que Vicente Hernández fuera tomado en cuenta para dirigir el IEBEM, toda especulación al respecto es entendible 

 

El asunto estaría así: los llamados maestros democráticos en Morelos se han hecho escuchar y su propuesta, transferida a los más altos niveles gubernamentales, tendría a Vicente Hernández como "gallo" para el IEBEM y para la Sección 19 del SNTE. a José Manuel Ocampo, ambos vinculados con Marina Aragón Celis. Ahí dejo esa versión, como mera posibilidad en este Morelos de desconciertos, dentro de la lógica de que la gestión del actual gobernador poco sabe de política y más poco de sondear con seriedad la trayectoria de sus colaboradores actuales y los que vendrían. 

 

De Vicente Hernández Sánchez sólo truculencias se difunden. Ostentándose con un considerable palmarés académico, en contrario se le identifica como un funcionario falto de sensibilidad, experto en sesgos y dispuesto a cualquier cosa con tal de mantener su injerencia influyente en el sector educativo del nivel básico. 

 

Hace unos días, en un sitio caracterizado por cuestionar las acciones y desempeño de los funcionarios del IEBEM, se acusaba a Vicente Hernández de implantar un ambiente pretoriano en contra de los empleados de ese organismo descentralizado. No sería extraño. ¿Se lo imaginan como director general? Diosito los agarres confesados. 

 

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