Repaso-¿Dirigen los mejores la educación básica en Morelos?

En opinión de Carlos Gallardo Sanchez

Repaso-¿Dirigen los mejores la educación básica en Morelos?

Soy de la idea que en nuestro estado la conducción de los destinos educativos, particularmente del nivel básico, se ha desvalorado por cuanto a quienes, desde que inició el proceso de descentralización, se han desempeñado como titulares, así como sus más cercanos colaboradores.

Los primeros en llegar a Morelos para cumplir con esas funciones, hay que reconocerlo, fueron profesionistas con una trayectoria reconocida, con amplia experiencia en el sector y connotada presencia académica. No llegó morralla, por decirlo coloquialmente.

Allá por los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado, el doctor Renato Iturriaga de la Fuente asumió en el estado el cargo de delegado federal de los Servicios Educativos a Descentralizar. En la revista Unam.mx. del 30 de septiembre del año 2008 se destaca, de entre su amplio palmarés académico, que Iturriaga de la Fuente “entró en contacto con prestigiados científicos del mundo del cómputo y decidió convertirse en el primer Doctor en Ciencias de la Computación en nuestro país”.

Durante su gestión como delegado en Morelos, se allegó de profesionistas que, integrados al sector, posteriormente destacaron en nuevos cargos directivos. Con ellos se empezó a construir una “nueva” clase de servidores educativos. Algunos, desde luego, no eran tan nuevos, pero aceptaron contribuir con ese proyecto impulsado por las autoridades federales de entonces. Recuerdo, entre otros, a Raúl Muñoz Astudillo, Óscar Sánchez Sánchez, Román Orozco Gutiérrez, Emilio Benítez Gutiérrez, Alma Celia Sotelo Adán, Jaime Arau Granda y Enrique Rubí Olivera.

A Renato Iturriaga lo sustituyó el profesor Miguel Huerta Maldonado. Una cita sobre su experiencia educativa lo describe en todas sus dimensiones:

“Fue un profesor y funcionario público mexicano. Se inició como maestro rural en su juventud y durante años se dedicó exclusivamente a la docencia. Posteriormente se desempeñó como delegado de la Secretaría de Educación Pública en Guanajuato, Michoacán y Morelos. En 1980 fue nombrado rector de la UPN, cargo que ocuparía por dos años. Fue también director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg)”.

Moisés Jiménez Alarcón, quien sustituiría a Huerta Maldonado, no se quedaba atrás en prestigio como educador. Oriundo de Chilapa, Guerrero, estudió la especialidad de Lengua y Literatura Españolas en la Normal Superior de México. Antes había cursado la carrera de maestro de primaria. En consecuencia, ejerció la docencia en diversos niveles educativos. Llegó a impartir clases en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, en una escuela Preparatoria Técnica del IPN y en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo.

Entre los cargos como funcionario educativo están los siguientes: Director de Educación Primaria No. 1 en el DF,        Presidente del Consejo Nacional Técnico de la Educación, Primer rector de la Universidad Pedagógica Nacional y delegado de la SEP en Morelos. También en nuestro estado fue fundador del Consejo Estatal Técnico de la Educación, instancia hoy desaparecida. De regreso a su estado natal desempeñó diversas encomiendas directivas. Definitivamente, toda una vida dedicada a la educación.

Por si fuera poco, ha publicado diversos títulos, incluidos libros de texto, como el Primero y Segundo cursos de Español y Literatura Hispanoamericana, así como obras poéticas y muy varias obras literarias.

De ese tipo de personajes se engalanó la educación en Morelos, si bien quedaron envueltos en la incipiente oleada neoliberal que inició  por aquellos años y que hoy estigmatiza insistentemente nuestro actual presidente. Pese a ello, como educadores y como profesionistas, cumplían en lo individual con un perfil de excelencia.

El proceso de descentralización no cuajó como debería ser y los resultados fueron deprimentes, al tiempo en que el caciquismo sindical hacía de las suyas, se volvía palero de gobiernos insensibles y generó, a la postre, una profunda inconformidad entre el magisterio nacional y estatal, traducida en un movimiento radical que en Morelos trajo como consecuencia la salida de Moisés Jiménez Alarcón, ´para ser relevado por César Uscanga Uscanga, experto diazordacista en cuestiones de represión.

La educación básica en Morelos caía en manos de otros personajes, ajenas al aliento académico y a la percepción profunda, sustantiva, humanística, de la educación.

Desde entonces, hasta ahora, me parece que otra ha sido la lógica de designar funcionarios, principalmente en el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM). Desde luego, como diría López Obrador, con sus honrosas excepciones.

El tema da para más. A lo mejor le sigo, incluida esa veta rica para el análisis que es la gestión sindical.

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