Repaso - ¿CÓMO FUERON LOS PRIMEROS DOCENTES EN MORELOS?

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - ¿CÓMO FUERON LOS PRIMEROS DOCENTES EN MORELOS?

En los albores de su creación como entidad federativa, la formación de profesores de educación básica en Morelos fue muy limitada. Las razones sobraban: desprendida esta región geográfica del Estado de México a partir de abril de 1869, todavía fue motivo de disputa por grupos de poder, lo cual genera cierta inestabilidad que le impedía progresar como debía.

Para 1871, al fundarse el Instituto Literario y Científico de Morelos, se consideró crear una escuela normal para maestros de instrucción primaria, disposición que fue ratificada al año siguiente. Tal parece que sólo quedó en buenos propósitos o que resultó insignificante el número de jóvenes que decidió cursar esos estudios.

De cualquier manera, la contratación de preceptores —como entonces se les llamaba— estaba debidamente reglamentada. Los llamados jefes políticos, como se identificaba a los funcionarios responsables de los diversos distritos, tenían la facultad de proponer las ternas de candidatos.

Las materias que constituirían el plan de estudios eran las siguientes: lectura, escritura inglesa, elementos de gramática castellana, las cuatro reglas fundamentales de aritmética en números enteros y quebrados, sistema métrico decimal, GEOGRAFÍA DEL ESTADO, SU CONSTITUCIÓN POLÍTICA LOCAL (lo pongo en mayúsculas para resaltar la importancia que se daba al estudio de lo local o regional) y la general, así como moral práctica y urbanidad.

A los maestros que trabajaban en las escuelas públicas gratuitas se les exigía el dominio de las asignaturas referidas, para lo cual debían acreditar sus conocimientos ante los ayuntamientos respectivos, en donde se les asignaban sinodales que los examinarían. Los jefes políticos enviaban las propuestas al gobierno del estado y éste disponía su contratación definitiva, advirtiendo que sólo se expediría cuando los ayuntamientos comprobasen el cumplimiento de los requisitos señalados.

No obstante, existen varios relatos, incluidos informes oficiales a través de los cuales se infiere que el personal docente contratado presentaba múltiples insuficiencias profesionales. Un dato revelador acerca de la inexistencia de una escuela formadora de maestros, lo aporta José Díaz Covarrubias en 1874, al analizar la situación que en materia educativa prevalecía en ese entonces en nuestra entidad federativa.

Todo lo anterior lo traigo a colación, porque, pese a las limitaciones en la formación de docentes, la historia de Morelos como incipiente entidad federativa incluye desde luego, el aliento educativo prevaleciente.

Lamentablemente poca atención se presta a esa función de las escuelas y los maestros morelenses. La memoria histórica imperante sobre la creación de nuestro estado y sus primeros años de vida soberana, ignora en buena medida la huella, como haya sido, del trabajo educativo desde esas fechas.

Los cronistas poca atención prestan a ello, así como los diversos funcionarios del ramo que llegan lerdos, ignorantes y desarraigaos a desempeñar el cargo que se les confirió. Nadie puede desempeñarse con atingencia, sino se tiene conciencia de lo que ha sucedido en materia educativa a lo largo del tiempo en Morelos. Abordar aquí el tema tiene el propósito casi misionero de convocar el orgullo regional por sus maestros y sus escuelas.

  • De refilón

Parte del texto arriba escrito, lo tomé de mi libro “El normalismo morelense, itinerario histórico”, publicado en el año 2010 por la Escuela Particular Normal Superior “Lic. Benito Juárez”.

Para que se publicara y se distribuyera principalmente de manera gratuita en esa institución, conté con el apoyo del profesor Moisés Armenta, representante en Morelos del CEN del SNTE; del profesor Luis Manuel Rodríguez Olvera, entonces secretario general de la Sección 19; y principalmente, de la profesora Georgina Madrigal Bueno, directora de la escuela normal superior referida.

  • Rebaba

Un abrazo camarada desde aquí al profesor Raúl Humberto Carsi, quien sufre en estos días la sensible pérdida de su señora madre. Fortaleza y resignación, amigo Raúl.

E mail: profechon@hotmail.com