Reflexiones de mesa - Renegarás de mí tres veces

Dervilia Compañ Calzada en Cultura

Reflexiones de mesa - Renegarás de mí tres veces

Es suficiente conocido el relato bíblico de Jesús advirtiendo a sus apóstoles  la situación de su destino. Cuándo se refiere  al más cercano, supuestamente más fiel y que ahora representa la institución católica, San Pedro, Jesús le dice: “Tú renegarás de mi tres veces antes de que cante el primer gallo por la mañana”.

Pedro se admira y contradice a su maestro, pero en cuanto los soldados romanos apresan a Jesús, Pedro es el primero en negar la relación con su guía. A pesar de eso, se sostiene que este seguidor de Cristo es quien tiene las llaves del cielo y en su nombre se erige la Institución de la Iglesia en Roma. ¿Cómo es posible que un personaje congruente con su pensamiento y, por lo tanto, con su espíritu, se deje invadir tan fácilmente por el miedo y la jerarquía del hombre? Pedro debiera guardar la entereza de un individuo que conoce su alma y afirma su condición humana en una ideología basada en la supremacía de Dios y su representación divina en el llamado mesías. Cuando se llena de temor y reacciona con cobardía, además negando su relación directa con el que supuestamente él, ama y respeta, demuestra ahí su verdadera condición.

Lo anterior me dejó pensando que, si ese individuo es quien representa la Institución Cristiana, ¿no sucede que los fieles a esa religión, reniegan también de ese Dios?

Siempre me pareció incongruente que la Iglesia Católica sea una autoridad que lleve a cabo actos tales como “La guerra cristera”, “La Santa Inquisición”, “La conquista de América”; así como guerras, violaciones, pederastias, explotación de tierras, individuos y enriquecimiento con la fe de los seguidores. ¿Cómo una religión que tenía como estandarte el amor al prójimo, podía quemar a hombres y mujeres si no compartían una manera de pensar? ¿Cómo era posible que un representante de la Iglesia, supuestamente enaltecido por la ascesis y la cercanía con Dios, pudiera juzgar a los fieles, maltratar el pensamiento de los hombres, justificar matanzas e invasiones, así como poder someterse a perversiones tales como la pederastia? 

Muchos cuestionan a la figura Cristiana, a Jesús mismo, pero en realidad lo que está corrompido es la institución religiosa: es la Iglesia que San Pedro representa y que negó a su maestro antes de que el sol amaneciera. Sólo es un cuestionamiento, aclaro, como cualquier opinión en este mundo que ya permite este tipo de afirmaciones; pues bien vale recordar que no hace mucho, la aseveración que hoy hago hubiera podido costarme mi libertad y hacerme pagar con alguna tortura inquisitoria ¿No es igualmente traidor Pedro que Judas?

Ya en el mundo actual, Judas parece ser la figura de todo aquel que cambia su dignidad por algunas monedas.

Vivimos en el mundo de Judas con los privilegios de Pedro.  Cambiar al maestro, al espíritu, por oro. Y lo mismo pregunto ¿Quién es más vergonzoso?

Judas reconoce su acto, se arrepiente y se suicida; Pedro se enriquece, se muestra con joyas en las manos y en la oscuridad asesina y viola ¿No son los Cristianos traidores de Cristo?

Aquellos que levantaban espadas y encaraban la bala en nombre de un personaje que pedía lo contrario a lo que ellos muestran.

Quisiera tener réplica y justificadas respuestas a mi afirmación pueril, probablemente, pues evidentemente no tengo los conocimientos teológicos, históricos, filosóficos y sociales suficientes; pero todo, como he comentado, es una mera reflexión en el momento en que recordé a Pedro renegando de su maestro y que hoy, la constante acusación de pederastia entre los representantes de esta iglesia que ha llevado desde el comienzo, el miedo al amanecer y al canto del gallo anunciando el sol.

 

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