PROGRESAMOS?

En opinión de César Daniel Nájera Collado

PROGRESAMOS?

Mientras nos cuestionamos si la vacuna rusa llegará a México próximamente (cosa que no sucederá), o cuál será el desenlace de Emilio Lozoya y su información, cosas indignantes y retrógradas continúan sucediendo en nuestro patio trasero.

            Hace poco más de 3 semanas, Luis Alonso, director de recursos humanos de la policía municipal de Puerto Vallarta, fue detenido al ser avistado con una niña de 10 años, desnuda, dentro de su coche. Y si bien permanece arrestado por una investigación de “abuso sexual infantil”, el juez Jorge Luis Solis Aranda decidió no vincularlo con el delito de “corrupción de menores” bajo el precepto de que la niña “no sintió placer”. A Luis Alonso se le otorgó el derecho de pedir libertad condicional, así como que no se le imputaron agravantes con respecto al primer delito.

            Recientemente, el gobernador de Jalisco informó que el juez fue destituido, pero no deja de ser preocupante la actitud aún recurrente no solo en el sistema legal, sino en la sociedad mexicana. Ni siquiera un juez del Centro de Justicia para las mujeres de Puerto Vallarta puede prevenirse de argumentar de una manera tan retrógrada. En nuestro país la carga de la violencia se le sigue transfiriendo a la víctima. Y no solo sucede cuando se dice si sintió o no placer. También pasa cada que alguien justifica una violación al referirse a la forma de vestir o actuar de la persona, usualmente mujer. ¿Si un hombre gusta de usar ropa ajustada para presumir su cuerpo, verían razonable que fuera violentado?