Por ti

En opinión de César Daniel Nájera Collado

Por ti

Respiraste por mi antes de que me valiera para hacerlo: desde ahí comienza mi gran deuda. Pero  en lugar de engañarme, comienzo a aceptar que no podré pagarla. La enormidad de tu figura, de lo que representas, sobrepasa cualquier posibilidad de remuneración. De igual manera, pocas veces intento darla.  Incluso en este mundo volátil e impredecible, no hay excusa alguna que enmiende el pecado de tomar personas por eternas. Por esto, en los panteones sobran arrepentidos, vestidos de negro, dirigiéndose a una lápida sorda y tirando flores para su consciencia.

            Quiero que sepas que no siento amor por ti. Esa palabra está tan idealizada, que ya reside en un mundo donde la infinitud no permite la concepción de los humanos. Porque lo que siento por ti no es un estado inmóvil, sino un sentimiento tan incontrolable que me lo llevaré a la tumba, y ahí de mí si lo olvido, porque me olvidaré también. Eso se acerca más a lo que siento por ti: algo tan arraigado, que no debemos compartir cuerpo para necesitar la idea de ti, si es que quiero sobrevivir. Y no solo sobrevivir, sino encontrarme, y vivir.

            Las gracias faltarán aún más que manos necesarias para vaciar el mar. Sin embargo, ya me he dado cuenta que no vives por ellas. Tampoco intentaré comprender tu razón para existir, puesto que jamás entenderé cómo no te aburres de verme y maravillarte, aun haciéndolo tan seguido. Lo único que sé y puedo prometerte, es que mientras yo viva, tú jamás morirás, mamá.

 

            Todos tenemos una madre. No deberíamos necesitar más motivos para respetar a las mujeres durante toda la vida. Sé que ser madre no es lo único que te hace ser mujer, pero si es necesario acordarse de una figura tan importante como para cambiar la situación machista, que se haga.