Pese a que sanitizan calles del CH de Cuautla, gente no se resguarda
Jorge Rafael Sánchez 
Cuautla, Mor.- Ni porque el ayuntamiento realizó una sanitización sin importar que hubiera personas en el zócalo y calles aledañas al Centro Histórico de Cuautla, la gente no dejó de circular tranquilamente por las arterias del primer cuadro de la ciudad. Al respecto, el director de Salud Municipal, Ramón Juárez Rodríguez manifestó que la sanitización de calles y lugares públicos es para salvaguardar la salud y la vida de las personas.
Ante el escenario que prevalece en el municipio de Cuautla, que ocupa el segundo lugar de casos positivos de covid-19, en Morelos, en donde cientos de personas salen a las calles y se concentran en la explanada del Zócalo, el ayuntamiento reinició la limpieza de calles con agua y cloro a presión. Apoyados por una de las bombas-tanque del Cuerpo de Bomberos, y mediante una solución de agua y cloro, se sanitizaron las calles del centro de la ciudad.
Refirió el funcionario de Salud, que estas acciones se mantendrán constantemente, además de que se pueden extremar para hacer entender a la población de hacer caso a las recomendaciones de permanecer en casa. Ante la presencia de cientos de personas en el centro de la ciudad de Cuautla, las autoridades continúan con las acciones de sanitizacion de las calles para evitar la propagación del coronavirus.
Juárez Rodríguez fue claro en puntualizar que no hay de otra, ya se han presentado más casos de covid-19 y, la gente cree que es un juego, “acá podemos ver a familias con niños en los brazos, personas de la tercera edad, todo tipo de gente que anda tranquilamente o viene a sentarse a las bancas como si fuera un día cualquiera; mientras los hospitales están siendo rebasados por el número de contagios que deben de ser atendidos”.
Dijo que ni asó entienden, “se puede ver que no les importa que sean mojados, simplemente nos ven feo, no se van, se quedan, algunos corren, y vuelven, como si se tratara de un juego, como si estuviéramos jugando al gato y al ratón”. Se notaba, al igual que personal del ayuntamiento desesperado, “no podemos hacer más; no los podemos obligar a quedarse en sus casas, menos nos van a escuchar que están exponiendo sus vidas y las de muchas personas más”.
Se les nota el cansancio, y aun así, resaltó que están haciendo su trabajo para evitar que sigan los contagios, aunque se han enfrentado con paredes, con troncos que se ríen por las acciones que hacen y vuelven a establecerse en los mismos lugares. Comerciantes ambulantes, establecidos de los considerados no indispensables, abren sus puertas invitando a las personas a comprar a aglomerarse en los estantes.
