Observador político - Magistrados por decisión política

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Magistrados por decisión política

Hace unos meses el Poder Judicial en Morelos estaba convulsionado; dividido y enfrentado entre los magistrados, había graves y delicados señalamientos por actos de corrupción y nepotismo. Tras el mandato de la SCJN se dio la salida de la polémica María del Carmen y de inmediato su relevo en la figura de Rubén Jasso Díaz, hombre de sus confianzas, su amigo y parte de su equipo. Su llegada fue turbulenta; sus iguales lo desconocieron como titular del TSJ. Hoy, ha logrado aparentemente la calma en este poder,  la cual podría perderse una vez que el Congreso designe a los cuatro magistrados que hacen falta.

LA CORRUPCIÓN NO SE HA IDO.- Decíamos que la supuesta calma que se vive en el Tribunal Superior de Justicia, se debe a que el magistrado Rubén Jasso Díaz, logró aguantar las intensas embestidas, los señalamientos y las denuncias en su contra por parte de sus compañeros, quienes al final cedieron, doblaron las manos y alcanzaron acuerdos importantes que fue de su beneficio personal, económico, profesional e institucional.

Basta recordar cuando a mediados de año, los magistrados Carlos Iván Arenas Ángeles, Rocío Bahena Ortiz, Nadia Luz María Lara Chávez y Juan Emilio Elizalde Figueroa denunciaron ante la Fiscalía Anticorrupción a nueve de los 18 magistrados, por el delito de “coalición de servidores públicos” y violentar la Ley Orgánica del Poder Judicial de Morelos, para designar a quien actualmente hoy preside el Tribunal Superior de Justicia. Además, también fueron denunciados: María del Carmen Verónica Cuevas, María del Carmen Quino Celis, Rubén Jasso Díaz, María Idalia Franco Zavaleta, María Leticia Taboada Salgado, Manuel Díaz Carbajal, Miguel Ángel Falcón Vega, Elda Flores León y José Valentín González García, ante la Fiscalía Anticorrupción. Justamente eran los tiempos que se vivía de crisis y división.

Hoy, insisto, tal parece existe una calma chicha porque la sed de venganza e intereses de la mayoría de los magistrados disidentes se esfumaron, lograron ser calmados, con cargos y posiciones que alcanzaron para eliminar por completo las críticas, los señalamientos y las acusaciones judiciales. Sus familiares pueden cobrar tranquilos.

Sin embargo, todo este proceso que se hizo en su momento no fueron eliminados y solo están en la congeladora, es decir, jamás fueron resueltos por la actual administración y únicamente se cubrieron y pretenden que quede en el olvido pero no, en cualquier momento volverán a surgir las inconformidades hasta en tanto no se logre tener una solución de raíz. Por ejemplo, los casos de nepotismo están vigentes y lo peor, es que es de todos conocido el tema. Este es un verdadero dolor de cabeza para la actual administración del TSJ porque ahí están, los enormes emolumentos que perciben familiares de magistrados no se puede ocultar ni borrar de un plumazo, pese a que han tratado de minimizar el caso, incluso, por el mismísimo Jasso Díaz. Quizá, esos acuerdos, de evitar analizar, revisar y poner orden para transparentar y clarificar los nombramientos, sobre todo aquellos que han sido cuestionados por ser sus familiares directos e indirectos de los magistrados, con sueldos nada despreciables (más aún en tiempos de cris). Está claro que esta situación hoy en día continuará en la congeladora, no pasará nada porque ya todos son amigos, empero, el problema y el delito está ahí, más vivo que nunca y en cualquier momento resurgirá, sobre todo, cuando los intereses no favorezcan a los togados.

LOS PRÓXIMOS MAGISTRADOS DEL TSJ.- Al final se fueron: María del Carmen Cuevas López, Miguel Ángel Falcón Vega, Rocío Bahena y José Valentín García, y el dilema ahora es quien los suplirá. Seguro es que en este momento se está “cocinando”, quienes serán los sucesores en el Poder Judicial de Morelos y esta será una decisión política que saldrá del Congreso, donde definirán con criterios políticos, a los próximos magistrados.

Al respecto, cabe señalar que dependencias como el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística, la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, el Instituto de la Mujer, el Instituto Morelense de Radio y Televisión, entre otras, son designaciones directas del poder Legislativo por lo tanto, los parlamentarios deberán de hacer en esta ocasión un consenso para definir a los profesionistas del derecho y dejar de lado sus intereses político partidistas, con la finalidad de garantizar la estabilidad, conocimiento del tema y obvio, que cumplan con el perfil para desempeñar un cargo de un poder hoy tan cuestionado por situaciones graves como las ocurridas con algunos jueces que estaban siendo investigados por Juan Salazar Núñez, titular de la Fiscalía Anticorrupción, vinculados precisamente con actos de corrupción y que tal parece, impiden el correcto avance judicial, sobre todo contra  exfuncionarios, exalcaldes y exlegisladores. Y es que, la mayoría de los jueces en la entidad son gente honesta, leal al cumplimiento de la justicia, pero que unos cuantos empañan el trabajo realizado por los juzgadores. En conclusión, los amigos, parientes, gente afín al gobernador y demás funcionarios de primer nivel deben quedar fuera para darles entrada, a gente comprometida y que hagan contrapeso a los que hoy están en funciones.

SE DESLINDAN DIPUTADOS.- Y ante los rumores de compra de magistraturas, salió al paso Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, presidente del Congreso, para aclarar que se conducirán con legalidad en la designación de los cuatro magistrados, además de que rechazó cualquier designación que se pudiera hacer de manera ilegal. Incluso, advirtió que había personas externas que solo intentan desestabilizar al Legislativo. En su momento, el presidente del TSJ, Rubén Jasso Díaz, reconoció que será una decisión política del Congreso, aunque ante esta circunstancia jurídica –como ya se presentó en otras ocasiones- podrían presentar amparos y echar abajo algunas designaciones en caso de que no se cumplan con los requisitos que marca la ley. Pese a ello, dijo estar confiado en que se dé cumplimiento conforme a sus facultades del Congreso, y elijan a los mejores elementos y si es posible, que sea gente con carrera judicial, es decir, que sea gente de casa.

¿Pero y cuáles son los requisitos para convertirse en magistrado del Tribunal Superior de Justicia? Bien, de acuerdo al artículo 90 de la Constitución Política del Estado de Morelos, se requiere: “Ser ciudadano mexicano por nacimiento, de preferencia morelense, y estar en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles: II.- Haber residido en el Estado durante los últimos diez años, salvo el caso de ausencia por un tiempo máximo de seis meses, motivado por el desempeño del servicio público; III.- Poseer al momento de su designación, con antigüedad mínima de cinco años, título de licenciado en Derecho, expedido por la autoridad o institución legalmente facultada para ello: IV.- No tener más de sesenta y cinco años de edad, ni menos de treinta y cinco, el día de la designación; V.- Tener cinco años de ejercicio profesional por lo menos, o tres si se ha dedicado a la Judicatura”. Además de ser de reconocida honorabilidad y no haber sido condenado por delito intencional que merezca pena corporal de más de un año de prisión, o destituido o suspendido de empleo, si se trata de juicio de responsabilidad; pero si se trata de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza u otro que afecte seriamente la buena fama en el concepto público, inhabilitará para el cargo cualquiera que haya sido la pena.

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