Observador político - Los amigos de Graco

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Los amigos de Graco

La administración del ex gobernador perredista Graco Luis Ramírez Garrido Abreu estuvo plagada de diversos actos de corrupción y sobre todo, de grandes endeudamientos que le fueron aprobados por la legislatura 52 y sobre de la 53 en la que sus integrantes, estuvieron en el ojo del huracán por sus excesos, abusos y la ambición por el dinero público. Hoy, varios de esos personajes que son amigos del tabasqueño, sin importar sus antecedentes y en algunos casos hasta delictivos, hoy otra vez, de forma cínica intentan regresar para seguir viviendo con los lujos y placeres que les da el ser representante popular.

LOS AMIGOS DEL EX… Graco Ramírez hace ya casi tres años y pese a las amenazas y compromisos de que pisaría las frías celdas del penal de Atlacholoaya por los supuestos delitos varios que cometió han quedado solo en palabras vacías que se las llevó el viento y que por obvias razones, seguirá con su vida normal sin contratiempo alguno. Mientras esta situación se fortalece por el tiempo ya transcurrido, el tabasqueño tiene a varios de sus incondicionales amigos listos en varias candidaturas, sobre todo en diputaciones para llegar y apoderarse otra vez del Congreso de Morelos. Y es que, son varios los políticos que están plenamente identificados con Graco Luis Ramírez Garrido Abreu que hoy están en condiciones de alcanzar una curul y con ello, poner de rodillas a la actual administración que está haciendo todo lo posible porque así sea.

No hay solamente candidatos que buscan el Legislativo porque también pretenden apoderarse de algunos municipios como Jiutepec, por ejemplo, pero el tema aquí es el Congreso, donde hay personajes que salieron de la peor manera por su ambición al poder político y sobre todo al económico público, con el que hicieron marrullerías lo que provocó denuncias penales y que hasta la fecha, algunos sigan firmando en Atlacholoaya con la salvedad de que no pueden salir del país. Pese a ello, intentan a toda costa regresar… y no precisamente lo que se llevaron.

Es complicado olvidar que a días de concluir la pasada legislatura, cuando menos 15 de los 30 diputados decidieron auto entregarse  46 cheques por un total de 9 millones 856 mil 787 pesos los días 30 de julio y 17, 22 y 29 de agosto, sin importar que éstos actos ilícitos hayan sido perseguidos -sin fortuna para los miles de morelenses que exigían castigo-, por la fiscalía de Morelos.

QUIEREN REGRESAR AL CONGRESO.- Y es que los fieles escuderos que han decidido otra vez pedir el voto y recorrer calles y colonias para ganarse la confianza de la ciudadanía que los rechazó en el 2018 y que ahora, están amparados en el partido que raya en lo absurdo y la ofensa denominado: “Morelos Progresa”: Silvia Irra Marín, quien compite por el V distrito. A esta dama, se le señaló porque fue de las principales responsables de beneficiar las jubilaciones privilegiadas entre estas, estuvieron las esposas de los diputados Francisco Navarrete Conde y José Manuel Tablas Pimentel, Denya Flores Sánchez y Helena Marín, respectivamente; así como el exdirector del Instituto de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal del Estado, Francisco Velázquez Adán; y Karina Arteaga Gutiérrez, directora de Recursos Humanos del Congreso; Stephanie Guzón André, coordinadora general de Relaciones Públicas y Eventos Gubernamentales; Bertha Rodríguez Báez, directora de Afiliación y Operación del Seguro Popular, entre otras.

Enrique Javier LaffitteBretón, quien compite por el distrito VII, también fue de los beneficiados económica y políticamente y hoy pretende regresar al Legislativo, sin importarle que haya sido otro de los diputados de la LVIII Legislatura que se le acusó de haber sido de los que asaltaron y saquearon al Congreso, y como ejemplo, está los tres pagarés que cobró por casi un millón de pesos (969 mil 125), en los últimos días que fenecía la anterior administración. Jamás dijo cómo y por qué recibió ese dinero que recibió de firma irregular, ya que no fue de su abultado salario que percibía. Dejó sus empresas otra vez por la política al saber de las acciones positivas que alcanzan desde la Cámara de diputados.

Julio Espín Navarrete, quien otra vez, por enésima ocasión intenta ser diputado por el distrito IX, es considerado el dueño y amo del partido Morelos Progresa, el mismo que intenta regresar pese a que al igual que sus compañeros hicieron y deshicieron en los créditos multimillonarios que le aprobaron sin reserva alguna al ex gobernador perredista, pero además, él también fue cómplice de haber permitido la malversación de los fondos del poder Legislativo.

En la misma situación está Hortencia Figueroa Peralta, quien aspira regresar a mal representar a su distrito XI, solo que ella, mantiene un proceso abierto y pese a los señalamientos fundados, difícilmente pisará las frías celdas del penal de Atlacholoaya, a pesar aún de que haya recibido seis cheques por 2 millones 70 mil pesos.

Otra de las amigas de Graco Ramírez es la diputada Tania Valentina Rodríguez Ruiz, quien intenta reelegirse en el cargo otra vez por la vía plurinominal, y quien se la jugó con Rodrigo Gayosso en el pasado proceso electoral.

Roberto Ruiz Silva, quien va en la primera plurinominal pero por lo que queda del Partido de la Revolución Democrática, también fue investigado por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, ante supuestos actos ilícitos cuando fungía como secretario de Desarrollo Agropecuario (SDA). Y es que, en el rastro Tipo Inspección Federal (TIF), en el municipio de Miacatlán se colocaron sellos de aseguramiento, para "salvaguardar el equipo y la maquinaria", tras la denuncia por delitos de ejercicio ilícito de servicio público y peculado luego de que pagó 12 millones de pesos para la dotación de equipamiento y funcionamiento de un rastro TIF.

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