No puede haber silencio tras los crímenes de Regina y Gisela: obispo

No puede haber silencio tras los crímenes de Regina y Gisela: obispo
A no ser omisos ni indiferentes llamó el obispo de Cuernavaca a la población, por los hechos de violencia e inseguridad que se vive en Morelos.

Cuautla, Mor.- A no ser indiferentes ni omisos ante la violencia ni tampoco que nos acostumbremos a ella, llamó el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro en la homilía que realizó en favor de Regina y Gisela “N”, quienes perdieran la vida hace una semana, luego de ser violentadas físicamente por un sujeto que anda a salto de mata. Expresó que no se puede quedar callado y es urgente que las autoridades de seguridad tomen su responsabilidad.

En la iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en el Centro Histórico de Cuautla, el patriarca recalcó que ante tanta violencia que existe se corre el riesgo de que la gente se acostumbre y con ello en su corazón anide la indiferencia y la omisión. Destacó que se tiene que ver que ni la violencia ni la inseguridad son parte de nuestra vida cotidiana, por lo que es urgente que estar atentos para que no suceda nada de eso y que sean las autoridades relacionadas las que ya actúen y cumplan con su papel.

Volvió a insistir en que es necesario que las autoridades de seguridad realicen el trabajo que les corresponde para terminar con la violencia y la inseguridad que afecta la vida y el patrimonio de la población. “No debemos ser indiferentes ni permitir que se nos haga algo cotidiano vivir en la violencia y la inseguridad, debemos de pedir porque nuestras autoridades han su trabajo, y den resultados para brindar paz y seguridad a la población”, resaltó.

Castro Castro se solidarizó con los llamados de atención de parte de colectivos de mujeres, de cuautlenses que están exigiendo que haya justicia para Regina y Gisela, y todos los demás asesinados en las últimas semanas. Dijo que crímenes como los de las dos mujeres no pueden ni deben de repetirse y que todos se queden callados porque ya es algo que se volvió cotidiano, esa es una gran indiferencia a lo que está pasando.

El obispo de Cuernavaca mencionó que en el momento en que la indiferencia y la omisión anide en los corazones, entonces ya no habrá vuelta atrás, porque no le interesará a nadie lo que esta sucediendo. Debe ser el papel de la autoridad el brindar la seguridad que se necesita, ya no se puede dejar que siga el mismo problema sin que realmente se den los resultados que la población está demandando.

Expresó que en el caso de su presencia en Cuautla, fue para hacer una oración por la familia de Regina y Gisela, para decirles que no están solas y que hay quienes están preocupados por lo que está sucediendo en el estado y la Región Oriente de Morelos.