Muerte e inequidad merodean a la mujer

-Entre 21 y 50 años, la edad de las víctimas de feminicidio aquí durante 2019
Este año, oficialmente se reportan 6 casos: supuestamente, hay tres ¨resueltos¨

Muerte e inequidad merodean a la mujer

Al que ingrato me deja busco amante;                     

al que amante me sigue dejo ingrata;            

constante adoro a quien mi amor maltrata,             

maltrato a quien mi amor busca constante.

 

Sor Juana Inés de la Cruz

 

(1ª de 2 partes) Dice Mauricio Merino (2015): quienes sistematizan el gasto público han considerado que, con incrementarlo de modo paulatino, se “atiende por igual a todos los grupos sociales”. Empero, la realidad evidencia un panorama de disyunción.

            La Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH) expone que los corolarios de esas disconformidades son “dañinos”, puesto que suelen utilizarse para elevar “… el umbral de violencia”.

            En el ámbito de feminicidios, este órgano revela que el año anterior  concluyó con 100 casos (fue el “más violento”). Las edades de las asesinadas oscilaron así: de los 21 y 30: 25 casos; 31 a 40: 19; y, en tercer lugar, de 41 a 50: ocho. Los municipios con mayor incidencia: Cuernavaca: 22; Emiliano Zapata y Yautepec: 20; Jiutepec y Temixco: 16; Xochitepec: seis, y Cuautla, Jojutla y Puente de Ixtla: 15.

Desde la Alerta de Violencia de Género, decretada hace seis años, se tienen documentados 386 homicidios. He acá las cifras desagregadas: Cuernavaca: 85; Temixco: 36; Jiutepec: 30; Yautepec: 25; Cuautla: 21; Emiliano Zapata: 17; Jojutla y Puente de Ixtla: 30; Tlaltizapán: 14; y Xochitepec y Zacatepec: 26. En 19 años, mil 35.

            Esta comisión expone que el nivel de beligerancia se mantiene en “los más altos niveles”. Aduce que las derivaciones del feminicidio son múltiples: “las mujeres son doblemente victimizadas: las madres, las hermanas, las hijas… sufren la pérdida, el trauma psicológico y el daño moral que significa el trato que autoridades y algunos medios de comunicación amarillistas dan a los cuerpos” inertes.

Por su parte, desde la esfera gubernativa, Fabiola Betanzos, fiscal especializada en Investigación y Persecución del Delito del Feminicidio, apunta que, en lo que va de este lustro, hay seis crímenes; se “tienen resueltos tres y estamos en proceso de resolver los que restan; dos están vinculados a proceso, con una orden de aprehensión”. “Estamos por debajo del año pasado”. Antaño, hubo 39 “tipificados” como tal; el 64 por ciento están solucionados.

Retornando a la CIDH y, en cuanto a la exacerbación de las conductas misóginas, ésta propone como una medida preventiva: incluir en el Código Penal un artículo, el 109 Bis, que establezca la tipificación y las sanciones de tipo penal a quienes, en el ejercicio de sus funciones, cometan violencia institucional y, con ello, “… transgredan las disposiciones contenidas en la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia”.

Hasta el momento, únicamente se establecen responsabilidades administrativas, lo que “limita las sanciones correspondientes…”. Es decir, continúa “el manto de la impunidad”.