¡Me dueles México! - Dejar de sangrar a Morelos

En opinión de Alicia Vázquez Luna

¡Me dueles México! - Dejar de sangrar a Morelos

El amor en los tiempos de cólera, es una novela de amor que en opinión de Gabriel García Márquez, es lo único que importa, lo más resistente, lo perdurable.

Lamentablemente en los tiempos de la pandemia en México, continúan los momentos convulsivos por la violencia que continua sin tregua en el país y por supuesto en Morelos.

Cada seis años gobiernos van y vienen y todos nos cuentan sus propias novelas que rodaran como en el mercado cinematográfico como auténticos salvadores del Estado, triste realidad cuando solo apreciamos simulaciones como si se tratara de rústicos actores de carpa.

Abanderan los triunfadores de elecciones que todo cambiara, que la justicia social, económica, y legal llegara a todos los hombres sin distingos, nos cuentan que la libertad es la esecencia de la socialización, que el estado de derecho surge para legitimizar el poder que ejercen sobre los gobernados. Más resultan luego de tres o seis años falsos!

Dice Ricardo Arjona, “Caudillo, tatúate en la piel lo que prometas. Que el tiempo puede hacerte mercenario y ser tan solo otro falso profeta”

 

Durante los meses de la pandemia a los que no se ha podido controlar es a los delincuentes, los escenarios de violencia persisten, continúan los muertos, la sangre que corre en las calles, estos meses han sido muy violentos. Los planes de política criminal están rezagados, ciertamente el problema de la violencia no se terminara con los cuerpos policiales, con guardianes nacionales o con cualquier otro híbrido que se le ocurra a los gobernantes.

Esta ahí otro tema como seguir el camino del dinero, que es prácticamente el mecanismo de traducir el poder de los que continúan jodiendo a México y a los mexicanos. Aun cuando se cansan en negar los vínculos con los grupos de poder en organismos de facto, lease mafia, ésta tiene distintos rostros o formas de operar una de ellas es el enriquecimiento ilícito de los gobernantes o de cualquier servidor público que inexplicablemente amasan grandes cantidades de dinero que ni en todo el tiempo que han podido trabajar para los gobiernos podrían acumular, no hay lógica o explicación congruente y coherente para atesorar tanto en tampoco tiempo y además por la forma en que dispendian tanto dinero.

 

Desde el sexenio pasado se hicieron intentos de poner en marcha a las unidades de inteligencia financiera, en Morelos hicieron oídos sordos, tuvimos que esperar a la unidad de esta misma competencia a nivel federal quien ha venido congelando cuentas, que hoy nos sorprenden, más cuando se prometió que todo acto de corrupción de la administración saliente se castigaría, ahora que el diario Reforma revela información que aparentemente sale de las investigaciones de la UIF ¿por qué razón no se actúa con tal firmeza? ¿Qué los detiene? ¿cuál es el plan del gobierno federal? ¿Se acercan las elecciones? ¿Esa será una razón? Interrogantes que nadie respondera y solo quedarán en la especulación.

 

En Morelos durante décadas se han burlado de los morelenses, hemos sido muy permisivos, torpes, cautelosos, miedosos, vaya usted a saber que realmente nos ha impedido actuar con valor. Estamos disociados, enfermos ¡la pandemia somos nosotros mismos! Nuestra enfermedad se llama apatía, ruptura social, enajenación, comodidad. La solución está en nuestras manos.

Es inexplicable como se habla de tareas de inteligencia en la propia entidad federativa y no se logró saber el manejo de los recursos que varias empresas y servidores públicos han estado manejando en cinco años. Lo cual demuestra que las tareas de inteligencias están sirviendo a otros fines y a los que hacen esas tareas lo único que les interesa es permanecer en el cargo sin que represente un beneficio para los ciudadanos.

 

En municipios como Ayala, Tetelcingo, Axochiapan, Tlalquiltenango, Tlalnepantla, Ocuituco, Temoac, Temixco, Xoxoxcotla, Tetelcingo, Cuentepec, Tetela del Volcan, Amacuzac, Tetecala, Miacatlan, Mazatepec, Tepalcingo, etcetéra no hay agua potable en varias localidades ni caminos, ni apoyos para el campo, menos centros de salud.

 

En los tiempos de la pandemia, no otorgaron los insumos para prevenir el covid-19 a los ciudadanos, cada uno se inventó sus propios cubrobocas. No hay hospitales para atender a todos los infectados o sospechosos.

 

No hay suficiente investigación para aprevenir los posibles ataques infecciosos en el presente ni el futuro, no sé cómo se generó éste año la agenda nacional de riesgos y si ellos al través de las tareas de inteligencia no lograron anticiparse al riesgo, no esperemos que en Morelos fuera la excepción.

 

Lo que intento decir es que hay tanto por hacer en Morelos, que no se está logrando, nuestro estado sigue sumido en la corrupción, con tanto dinero del que habla la unidad de inteligencia financiera muchas comunidades se beneficiarían.

 

¡Por amor a Morelos deja de sangrarlo! El servicio público es para servir, no para servirse.