La sociedad de los POETAS EBRIOS - Polis: caen y caen y vuelven a caer

En opinión de Héctor Rangel Terrazas

La sociedad de los POETAS EBRIOS - Polis: caen y caen y vuelven a caer

Acompáñenos, gentil lector, en este lamentable recuento de sangre, muy reciente:


CASO 9 - 2020 - POLI ACRIBILLADO; ESPOSA FUERA DE SÍ
25 de octubre
Los testimonios periodísticos coinciden en un punto: la esposa de Andrés N, quien acababa de ser acribillado, quedó fuera de sí, profundamente afectada emocionalmente, tras hallar a su pareja deshecha por los impactos de bala, en la calle Principal, en el poblado de Miahuatlán. El policía vial de Amacuzac, perteneciente a la Comisión Estatal de Seguridad (CES), había recibido al menos 15 balazos.

CASO 8 - 2020 - AMENAZADO Y ULTIMADO
21 de agosto
Se registró un atentado en contra de un elemento de la Policía Morelos (de la CES), en territorio de Xochitepec, en la carretera que va a las Grutas de Cacahuamilpa, en la colonia Huertos de Alpuyeca. Se trataba del comandante Alejandro Hernández Radilla, ajusticiado con un número alto, pero no cuantificado, de balas, cuando viajaba en su Honda Civic. Destacables en este caso son las versiones periodísticas que aseguraban que esta víctima ya había sido amenazada en mantas por su presunta participación en grupos criminales.

CASO 7 - 2020 - 2 DÉCADAS COMO TRÁNSITO, FULMINADAS EN ATAQUE CARRETERO
5 de julio
Los servicios de emergencia localizaron un vehículo tipo Tsuru, en la carretera Cuautla-Cuernavaca, en la colonia San Juan, municipio de Yautepec, que había salido de la vía de comunicación, y su carrocería tenía impactos de balas. Al interior, estaba un hombre, aparentemente civil. La víctima fue identificada como Carlos Vera Segura; después se supo que era elemento de Tránsito de ese lugar, con más de 20 años de servicio en la corporación, quien al momento de los hechos no se encontraba uniformado y se dirigía a la comandancia municipal para iniciar su jornada laboral; acabó con lesiones penetrantes que lo privaron de la vida.

CASO 6 – 2020 - CAZADO POR SICARIOS MOTORIZADOS
6 de abril
Un elemento policiaco de la CES fue cazado en la madrugada en el municipio de Yautepec, cuando viajaba en su vehículo. José Antonio Soler Aguilar no murió en el lugar, sino en el hospital a donde llegó herido de arma de fuego en la cabeza, tras un ataque en la colonia Vicente Estrada Cajigal de la localidad mencionada. Alrededor de las seis de la mañana, por lo menos dos hombres que viajaban en una motocicleta dieron alcance al servidor público que iba a bordo de su auto particular, y se dirigía a sus labores de turno entrante.

CASO 5 - 2020 - EN PLENA CUERNAVACA, DOS AGENTES TIROTEADOS
11 de marzo
En plena capital de Morelos, un número no contabilizado de atacantes disparó a dos agentes de la Policía Morelos, en la colonia Ricardo Flores Magón; uno de los policías, Aldo Iván Valdovinos Aguilar, falleció en un hospital y otro resultó herido. Hasta donde se supo, el segundo oficial salvó su vida.


CASO 4 – 2020 - MURIÓ PERO MATÓ, EN DEFENSA PROPIA

9 de febrero

Pese a no estar activo, un policía que se atrevió a ir de día de campo a la laguna de Coatetelco, puso en práctica su vocación: la de defender al prójimo, en este caso, su familia. Malandros llegaron, ya entrada la noche, a asaltar a un grupo de paseantes, en el que este oficial se hallaba. Hubo intercambio de balas. Dos de los agresores cayeron muertos, tras la presunta legítima defensa del agente que estaba franco. Onésimo N, como se llamaba este hombre, empero, también resultó herido y muerto.


CASOS 2 Y 3 - 2020 - DOS FEDERALES; UNO, TORTURADO

7 de febrero

Dos oficiales federales fueron atacados, también en esta capital, por un grupo armado; uno murió durante la balacera, mientras que el otro fue levantado y encontrado ultimado horas después, con signos de tortura. Los elementos fueron identificados como William N e Ismael N, ambos, agentes investigadores de la Fiscalía General de la República.

 

CASO 1 - 2020 - TRÁNSITO CAÍDO AL ENFRENTAR A ASALTANTES

17 de enero 

Soar N, oficial de Tránsito, fue abatido en pleno centro de Cuernavaca, sobre la avenida Morelos, al pretender frustrar un robo en una tienda de la zona, en hechos que quedaron grabados por las cámaras de vigilancia del negocio. Esa tragedia fue sólo el primero con el que comenzaría la pérdida de vidas de policías 2020 en Morelos.

 

PEOR

Era difícil pensar que en Morelos nos podía ir peor que con la delincuencial administración de Graco Ramírez la cual, gracias a Alá, concluyó el 30 de septiembre de 2018. Pero nos equivocamos. Al menos en materia de pérdida sangrienta de policías, desde el 1 de octubre de ese año, LAS COSAS HAN IDO PEOR EN ESE RENGLÓN.

 

Tenemos aquí los registros de agentes policiales muertos desde enero de 2018. En los 9 meses que correspondieron a la gestión graquista ese año, hubo 7 crímenes mortales contra esos funcionarios, de tan baja estima social: lo que implicó que CADA MES MORÍAN EN EL ESTADO  .7 (punto siete) POLIS, a manos de los malosos.

 

Pero la triste estadística empeoró desde ahí. Fíjese usted:

 

De octubre a diciembre de 2018: 3 oficiales asesinados

De enero a diciembre de 2019: 14 oficiales asesinados

De enero al 27 de octubre de 2020: 9 policías muertos

GRAN TOTAL EN ESTE SEXENIO: 26

 

Si contamos 25 meses de octubre del 18 a este octubre que fenece, tenemos que ESTÁN AQUÍ MURIENDO 1.04 POLIS POR MES.

 

Comenzamos este texto con el PENOSO RECUENTO de la muerte de 9 policías este año, en el estado, hasta este 27 de octubre. Alá nos escuche y esa estadística ahí se detenga. Pero la razón y los datos duros (en doble sentido) atajan nuestro optimismo.

 

Vemos preocupante el panorama por las siguientes realidades:

 

1) NADIE debe morir como esos oficiales. Son seres humanos, con familias y cercanos a quienes SU PARTIDA MARCA PARA SIEMPRE, especialmente si, como en prácticamente todos estos crímenes, les arrebataron la vida de forma extremadamente violenta.

 

2) Hay sospechas, en algunos casos, de RELACIONES NO MUY PRESUMIBLES que algunas de esas víctimas uniformadas pudieron haber tenido. Cuando se revisa el monto de sus emolumentos (aunque ello no ha de justificar la corrupción) se explica que algunos bateen por los dos lados, en un pendiente que ni el gobernador Blanco ni el encargado del área, Ortiz Guarneros, han atendido ni cumplido con los compromisos establecidos, al menos en las cuestiones salariales y la de profesionalización. Excusas como la de la pandemia HUELGAN.

 

3) Ese panorama simplemente denota que LA SEGURIDAD PÚBLICA JAMÁS MEJORARÁ EN MORELOS POR ESA VÍA, si se mantienen esos parámetros. Y hay que recordar que quien no avanza, retrocede: es decir, iremos de mal en peor, sobre las cifras y realidades que casos como el de la Barona nos escupen a la cara cada semana.