La sociedad de los POETAS EBRIOS - Los polis caídos aquí: ATENCIÓN / Permisos para el 9M

En opinión de Héctor Rangel Terrazas

La sociedad de los POETAS EBRIOS - Los polis caídos aquí: ATENCIÓN / Permisos para el 9M

Se repite constantemente que ser policía en México representa un grave riesgo para quien se atrevió a tomar ese camino, como forma de desarrollo profesional y/o para ganarse la vida. Hay gran contenido de verdad en tal aseveración (conjuntamente, desde luego, con otras profesiones o actividades). Y hay SIGNOS que nos ponen NERVIOSOS frente a lo que está sucediendo aquí en Morelos en ese sector, donde los pendientes se cuentan por montones. Vea usted si no:
Hasta este 3 DE MARZO, de manera oficial, en la entidad HABÍAN FALLECIDO 4 OFICIALES, en el aún joven 2020. Comenzamos a visualizar esa lista negra el 17 de enero pasado, cuando Soar N, oficial de Tránsito, en pleno centro de Cuernavaca, sobre la avenida Morelos, murió al pretender frustrar un robo en una tienda de la zona (dados los tiempos actuales, que facilitan la evidencia en video, muchos miles -quizá más de los que era oportuno- fueron testigos del notable intento del uniformado, así como del ataque sufrido y su lamentable muerte). Esa tragedia, para la víctima, su familia, su corporación y la sociedad cuernavaquense toda, era un MAL AUGURIO de lo que seguiría. 

Veintiún días después, solamente, el 7 de febrero pasado, dos oficiales federales fueron atacados, también en esta capital, por un grupo armado (dicen los compañeros notarojeros: "del crimen organizado"); uno murió durante la balacera; mientras que el otro fue levantado y encontrado ultimado horas después. Los elementos fueron identificados como William N e Ismael N, ambos, agentes investigadores de la Fiscalía General de la República (en ese caso, FEDERAL, hay detenidos presuntos responsables, apenas ayer vinculados a proceso).

Sólo 2 días después, pese a no estar activo, un policía que se atrevió a ir de día de campo a la laguna de Coatetelco, puso en práctica su vocación: la de defender al prójimo, en este caso, su familia. Malandros llegaron, ya entrada la noche, a asaltar a quienes no repararon en que ese tipo de prácticas son de grave riesgo en estos tiempos, en estas tierras. Hubo intercambio de balas. Dos de los agresores cayeron muertos, tras la presunta legítima defensa del oficial que estaba franco. Onésimo, como se llamaba este hombre, empero, también resultó herido y muerto.

Así, con 2 meses y 2 días de este año, LA SUMA de polis asesinados en el estado LLEGÓ A 4. Esos trágicos hechos preocupan, desde luego, pero TAMBIÉN DEBE HACERLO LA CIFRA. Si comparamos el mismo periodo de los años previos, todos deberíamos alarmarnos, y OTROS TENDRÍAN QUE COMENZAR a ocuparse. Echemos ojo:

 

Policías Asesinados en Morelos

Periodo: 1 de enero - 03 de marzo

2018: 2

2019: 2

2020: 4

 

YA DUPLICAMOS AQUÍ la cantidad. En 2018, fueron 11 los policías asesinados en el estado. Un año después, fueron 14. En lo que va de este primer trimestre, LA CIFRA YA SE MULTIPLICÓ POR 2 (frente a los mismos sesentaitantos primeros días de los dos años previos).

Esta TENDENCIA ALCISTA en Morelos, en esa variable, contrasta con lo sucedido a nivel federal. Al menos en 2019, la cantidad de este tipo de funcionarios de la seguridad asesinados se redujo ligeramente, ante lo registrado en el 2018: 446 y 452, respectivamente. Aunque sean sólo 6, el número no sólo NO aumentó, sino que se redujo. En Morelos vamos AL REVÉS.

Ante este panorama, además de las estrategias que los encargados de esas tareas deberían estar asumiendo para proteger la vida de nuestros policías, es INAPLAZABLE MEJORAR, en verdad y sin engaños y promesas (que rara vez se concretan), las CONDICIONES LABORALES de los policías. Los raquíticos salarios no sólo invitan a caer en las redes de los grupos criminales; también implican una vida llena de carencias y TAMBALEANTE DIGNIDAD para los oficiales y sus familias. Los seguros de vida para ellos están en los niveles más bajos, especialmente si se comparan con las sumas aseguradas para subsecretarios, secretarios o comisionados estatales. No se vale.

 

Por no dejar: Permisos para el 9M

El marido generoso le informa a su esposa que este 9 de marzo puede ella no moverse y sumarse a esa inédita protesta en nuestro país. Le pide, sin embargo, que el 8 deje lista la comida, trapeada la casa y planchada la ropa. Le da un beso deseándole que todo les salga bien a ella y a las de su género ese día nueve, poco antes de encargarle que el 10 se ponga al día en lo que haya quedado pendiente por el asueto de un día antes.

Este mal chiste no se aleja mucho de los permisos que empresarios, gobernantes, funcionarios y hasta jerarcas religiosos han asumido, sólo por no verse mal, ante ese movimiento sin parangón en el mundo. Aquí lo criticamos hace una semana, cuando Ramón Castro Castro y homólogos suyos en el Episcopado, bondadosos y benévolos, dieron su visto bueno para que religiosas y laicas se sumaran a la citada acción.

“México es tan machista, que cuando las mujeres decidieron hacer un paro, los hombres salieron a dar permiso”, acusaron ayer, las BRUJAS DEL MAR, tras la serie de AUTORIZACIONES que el machismo recalcitrante en México (y Morelos) graciosamente ha concedido. Queda patente la insensibilidad y estupidez, cada que un funcionario se atreve a abrir la boca en estos temas que ni conoce, ni son de interés de entre sus prioridades. Esos permisos vienen incluso acompañados, como en el sector educativo aquí bajo las siglas IEBEM, de EXIGENCIA DE AVISOS POR ESCRITO, para no sancionar a la que se atreva a faltar sin haber cumplido el requisito.