La sociedad de los POETAS EBRIOS - Enlodar a las víctimas

En opinión de Héctor Rangel Terrazas

La sociedad de los POETAS EBRIOS - Enlodar a las víctimas

Quizá no lo suficiente, pero ya se han lanzado plumas y voces a repudiar una de las más recientes joyas discursivas de José Antonio Ortiz Guarneros (cuya cabeza ya es exigida también por los empresarios; obviamente no en sentido literal), en cuanto a la seguridad y garantía que tiene la gente "normal" en Morelos, la cual nunca sufre estrago alguno ante la ola de violencia indomada por nuestras autoridades. Baste sólo agregar aquí que ello es sólo síntoma de la FALTA DE SENSIBILIDAD, ASESORÍA Y UN MANEJO DECENTE DE SU PRENSA, que lo pone ahora ante la exigencia de muchos por  una DISCULPA por la sandez.

 

Cerca de los límites entre ésa y otras aberraciones (que nos obsequian los altos funcionarios cotidianamente en Morelos), está el preocupantemente renovado discurso que se esfuerza por ENLODAR a las víctimas, especialmente si la autoridad puede presumir (a veces, incluso, sin tenerla siquiera confirmada) la vinculación entre quienes mueren casi siempre bajo el fuego de armas de uso exclusivo del Ejército, no rara vez torturados, y la delincuencia organizada.

 

Los morelenses debemos consolarnos al saber que el baño de sangre por todas las colonias, en todos los municipios, es porque bandas rivales del narco se están disputando la plaza. Ello nos ha de tranquilizar. Este funcionario y aquél se lo espetan a la población, a través de los reporteros (forzados éstos a exigir, todos los días, la reacción de la autoridad por los seis masacrados de este día, los cinco de la semana pasada, los tres hallados en pedacitos anteayer, los ejecutados a mansalva anoche en ese centro nocturno).

 

Según ese discurso, y según lo que hemos llegado a escuchar, escandalizados, los casos de mujeres masacradas en cualquier bar, sobre todo si ahí se ganaban la vida, son perfectamente justificables, pues "TENÍAN ACTIVIDADES NO PROPIAS DE UNA DAMA" (Ortiz Guarneros; febrero 2019). Ni medios ni población deben hacer tanto escándalo, pues a decir del discurso oficial, aquéllas casi se lo buscaron.

 

Los embolsados, que no faltan cada semana, terminaron así porque "andaban en malos pasos". A veces, de manera abierta; a veces, velada, se hace llegar a los medios el negrísimo historial de aquél cuyo cuerpo en trozos apareció esta mañana. Que quede bien claro que se lo merecía. La REVICTIMIZACIÓN es nuevamente asunto cotidiano.

 

No es una postura desde luego nueva. Los compañeros de la nota roja de años saben que ésa fue la línea durante décadas. Empero, el crecimiento y fuerza que los organismos defensores de derechos humanos (oficiales y no) lograron durante los últimos lustros, iban ganando poco a poco un ligero viraje en esas posturas retrógradas; tanto en el colectivo como, incluso, en el servicio público. Hoy vamos de regreso.

Pero en los años más recientes, se juntó el INCREMENTO DE DOS VARIABLES que emergen hoy de manera monumental a la vista de todos: el ÍNDICE CRIMINAL y la INEPTITUD GUBERNAMENTAL. 

Una clase política tan rapaz como deficiente, trienal o sexenal, encuentra en esos 36 ó 72 meses (o más, si la fuerza los acompaña) la vía para asegurar su futuro y el de los suyos. La familia y los de uno están primero. Que se jodan los damnificados. Ya habrá quién pueda ayudarlos después. Esos recursos que pellizco como funcionario son fundamentales para el futuro educativo del hijo o la hija, o la renta del departamento de la amante. Además, "todos lo hacen". Es finalmente según la profunda doctrina peñanietista, un rasgo cultural de nosotros los mexicanos. Quién nos manda a haber nacido aquí.

En ese contexto, se explica la cómoda actitud de funcionarios con ese perfil mayoritariamente, quienes encuentran su falsa salvación en su necedad de ENLODAR CUANTO MÁS SEA FACTIBLE A LAS VÍCTIMAS, cuyos antecedentes jamás deberían justificar muertes tan lamentables que EL ESTADO TIENE OBLIGACIÓN DE EVITAR.

La Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación a Víctimas, encabezada por Nadxieelii Carranco Lechuga, quien aduce siempre que no hay dinero para atender a quienes han sufrido los estragos de la violencia, podría al menos asumir un rol orientador. Ese ente que no ha dado resultados a la fecha, pese a los millones invertidos en gasto corriente, podría orientar a quienes cobran en el Ejecutivo local, a fin de atajar y revertir esta PERNICIOSA TENDENCIA que crece a la par de la ineptitud de quienes se rentaron para solucionarnos esos problemas; y definitivamente NO están cumpliendo.

 

POR NO DEJAR: Bullying a "nuestro" niño genio

En "Callejero", de Alberto Cortez, el apenas hace poco fallecido argentino, excusaba el uso del adjetivo posesivo para la primera persona del plural. "Digo NUESTRO perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad", entonaba en ese clásico.

Tomamos prestada la misma excusa para hablar de "nuestro" niño genio de Cuernavaca. Carlos Santamaría quien a los 12 años logró ingresar a la Facultad de Ciencias de la UNAM, es cuernavaquense por residencia pues él y sus padres han radicado en esta ciudad capital por años. Parte de su formación de hecho fue aquí, donde se sabe que cursó importantes diplomados que cimentaron su destacada preparación

El menor está presuntamente sufriendo bullying por parte de uno de sus maestros, según una denuncia formal presentada ya por su padre.

El asunto apenas está iniciando y no es prudente calificarlo, mucho menos juzgar al acusado, cuando al momento éste no ha dado su versión. Nos mantendremos atentos.