La pandemia de covid-19 afectó a los trabajadores de la música
Jorge Rafael Sánchez 
La pandemia de covid-19 afectó gravemente a los trabajadores de la música, quienes en casi 2 años han tenido que sobrevivir “como podemos” para poder alimentar a sus familias. En el poblado indígena de Tetelcingo se concentra el mayor número de organizaciones musicales, principalmente grupos de mariachis, que con el cambio de semáforo epidemiológico esperan que haya mejoras económicas.
Ricardo Teco Becerro director del mariachi “Campirano” uno de los más reconocidos en el poblado indígena, manifestó que los últimos 18 meses prácticamente han hecho de todo para buscar el sustento familiar, porque las contrataciones se cayeron por la pandemia de coronavirus. “Desgraciadamente fue de un día para otro, cuando ya teníamos contratos de varios días y hasta semanas, empezaron las cancelaciones, una tras otra”, detalló.
Manifestó que se quedaron sorprendidos y sin saber qué hacer, “no teníamos trabajo, y cada una de las agrupaciones se componen, mínimo de 8 personas, hay las que tienen más, entonces cómo le hacíamos para mantener a nuestras familias”.
Expresó que entre el poblado de Tetelcingo y la colonia Cuauhtémoc hay alrededor de 30 a 40 organizaciones de mariachis, más otras agrupaciones, que en algunos casos tienen el reconocimiento internacional y nacional. “De aquí algunas organizaciones de mariachis nacionales e internacionales se han llevado a músicos; el mismo Juan Gabriel, reconoció que tenía hasta 2 o 3 integrantes del poblado indígena”, subrayó.
Reveló que esa es una ventaja, porque de alguna manera, aunque fuera por ahí en una o 2 fiestas participaban, lo que les permitió ir sosteniendo a sus familiares; “ahora la cosa ya cambió, no podemos cantar que ya pasó el vendaval, porque ya se escucha que habrá una cuarta ola de covid-19, con que nos dejen trabajar en todo el mes de diciembre, a lo mejor la hacemos”.
Teco Becerro observó que también hubo fallecimientos de músicos por contagios de coronavirus, “acá en Tetelcingo, se dieron varios casos, y hubo fallecimientos, desgraciadamente, así están las cosas”. Observó que los músicos tienen la esperanza de que cambiaran las cosas, que como dicen “la música no dejara de sonar”.
