La inducción como estrategia de regreso a la escuela después del COVID 19

En opinón de Alma Patricia Romero Durán

La inducción como estrategia de regreso a la escuela después del COVID 19

Una pequeña de tres años, al entrar a un espacio preparado para ella (una instalación montada de la siguiente manera: un espejo a lo largo de una pared, en el centro y a los lados libros colocados estéticamente, cojines, colores, pinturas, patitos de plástico) invitación al juego y a la lectura con intención de crear fantasía, juego y conexión con su niñez poética. Fascinada por la propuesta de juego y magia pregunta: ¿qué va a pasar primero?

 

Hacer un inicio y evocarlo.

La nueva escuela mexicana se prepara para iniciar una “nueva normalidad”, le llaman. Esta acepción provoca cierta extrañeza y ánimo polémico. “Normalidad” es una palabra que ha sido proferida, casi sin excepción, por personajes de alto rango científico y médico, en total acuerdo con el sistema.  Para los “otros” es una palabra litigiosa, ignominiosa que inspira rebeldía, ganas de justicia.

¿De qué se trata?  ¿Cómo vamos a lidiar con esta “nueva normalidad”? ¿Qué va a pasar primero?

Estos expertos en salud mental, especialistas en niños y adolescentes, han dicho que si el confinamiento nos trajo conflicto es por situaciones en las que quedamos atrapados por la pandemia, porque quedamos congelados en ese momento existencial siguiendo la indicación del sistema de salud: “quédate en casa”. Esos mismos expertos nos sugieren hacer cosas que nos causen bienestar. Plantear que el bienestar es la base de la salud mental, es rebajarla al nivel de superación personal, tratemos de dar un giro de mayor complejidad, por tratarse del índole social que conlleva la escuela.

Estamos frente a una naciente estructura escolar, donde tendremos que establecer nuevas formas de relaciones y, más que relaciones, indicaciones para el acercamiento entre los cuerpos con algo muy difícil de por medio, la salud.

En Morelos, la generación de estudiantes graduados de secundaria vivió un sismo al entrar a este nivel educativo, y enfrentó la pandemia al concluirlo. Hicieron su ceremonia de graduación en plataformas virtuales. Fue muy emotivo verlos frente a sus pantallas con uniformes, despidiéndose de sus maestros y compañeros. Catarsis para todos.

La mal nombrada “nueva normalidad”, aunque parezca, no implica nada abrumador, sólo nos propone accionar medidas necesarias de distanciamiento con una premisa: solidaridad social.  Considero que podremos lograr estas medidas bajo esa premisa, si utilizamos formas de inducción durante las primeras semanas de regreso a las escuelas, que nos permitan apropiarnos de la lógica del cuidado personal y social.

¿Qué va a pasar primero? Para las niñas y niños saber qué hacer y cómo hacerlo les permitirá dejar fuera la incertidumbre, el miedo, el descontrol, y si agregamos el juego (como ese de despintar de tu mano una figura del virus lavándola durante el día) será catártico, y será sólo el principio del manejo de estas formas de estar con el otro. Será, tal vez, transitar por la catarsis como transitó Freud, ese gran hombre, en los inicios de sus descubrimientos sobre el inconsciente.