La importancia de la intervención temprana en educación especial

En opinión de Beatriz del Carmen Pérez Salgado

La importancia de la intervención temprana en educación especial

Los primeros años de vida constituyen el trayecto de más logros en la vida de un ser humano, quien nace con total dependencia de la madre o cuidador primario y le toma alrededor de 4 años completar las funciones básicas para la vida en sociedad tales como: alimentación, lenguaje, desplazamiento autónomo y socialización. Estas habilidades permiten al individuo adquirir gradualmente más independencia para finalmente convertirse en un agente activo en su grupo familiar y social.

Esteban Levin (1991)  dice que: “Para apropiarse del cuerpo, un niño tendrá que realizar sucesivamente importantes conquistas, en relación con su espacio, sus movimientos, sus posturas, sus gestos, sus tiempos; tenemos un cuerpo (órgano) que, como lo dice la expresión: “el propio cuerpo”, tendrá que ser de alguien (un sujeto) para propiamente ser un cuerpo y no una pura carne”.

En el caso de los menores con discapacidad que reciben apoyo en alguno de los servicios de educación especial, las acciones que se realizan son encaminadas a la habilitación de los pequeños a fin de que su pronóstico para la función sea más alentador. Para ellos, la intervención temprana y adecuada es de gran importancia ya que muchos de los casos que se reciben cursarán con un pronóstico favorable para incorporarse a la educación regular, es decir, si un menor inicia su escolaridad en un CAM a temprana edad (2 años o menos) es altamente probable que pueda cursar la primaria en una escuela regular, reduciendo con ello el tiempo de estancia en los servicios de educación especial.

En el caso de las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER), que prestan sus servicios el interior de la escuelas públicas de nivel preescolar, primaria y secundaria; es necesario destacar que si bien la concentración de escuelas atendidas se da en el nivel de educación primaria; se deben en mayor medida a la reducida cantidad de alumnos con discapacidad que son inscritos de manera temprana a los Centros de Desarrollo Integral (CENDI) y/o las escuelas de educación preescolar.

Convencidos  de la importancia de realizar un trabajo de vinculación interinstitucional en beneficio de la población infantil del estado de Morelos, en el ciclo escolar 2015-2016 se inició el acercamiento con la Secretaría de Salud (SSA) a fin de dar cumplimiento al derecho a la salud de los menores usuarios de los servicios en la entidad, el cual constituye además un derecho universal establecido en la convención de los derechos de los niños.

Se establecieron acuerdos para informar a través de los centros de salud acerca de los servicios que se ofrecen en Educación  Especial, para que las niñas y niños reciban la atención que requieren desde los primeros meses de vida. Es así que se ha logrado agilizar los procedimientos de canalización a los CAM del estado, y se ha fortalecido la comunicación entre las instituciones para beneficio de los menores.

En lo relacionado a la población que se atiende en los servicios educativos, es posible destacar que durante el ciclo 2017-2018 se contó con 34  niñas y niños  del nivel inicial atendidos por educación especial y para el ciclo  2018-2019 existió una matrícula de 43 menores, lo que significa  un 26.5% de incremento en el padrón de alumnos de este nivel educativo.

A partir de este ciclo escolar, 2019-2020 se cuenta en el estado de Morelos con 28 CAM y 83 USAER en los cuales existe personal capacitado para atender las necesidades de los menores, así como proporcionar orientación y sugerencias a las familias a fin de contribuir a la inclusión de estos pequeños a las escuelas de educación básica.

La apuesta de educación especiales lograr que todos los padres de los menores que así lo requieran, reciban la información necesaria para acudir de manera inmediata a alguno de los centros de atención múltiple que cuentan con grupos de educación inicial, a fin recibir apoyo. De esta manera y a través de un trabajo conjunto entre los niveles educativos es posible que los menores inicien de manera temprana su habilitación, reduciendo con ello el riesgo de discapacidad o las secuelas de ésta en su posterior desarrollo.

 

*Asesor técnico pedagógico de Educación Especial