La igualdad ante la enfermedad ¿Tendremos un nuevo orden mundial después del coronavirus?

En opinión de Aura Hernández

La igualdad ante la enfermedad ¿Tendremos un nuevo orden mundial después del coronavirus?

   “... Nuestros ciudadanos a este respecto, eran como todo el mundo; pensaban en ellos mismos; dicho de otro modo, eran humanidad: no creían en las plagas. La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar…”

Albert Camus, en La Peste.

Byung-Chul Han, el filósofo y ensayista surcoreano, que desde Alemania, ha conquistado a los intelectuales europeos con obras como la Sociedad del Cansancio, la Sociedad de la Transparencia o La Expulsión de lo distinto, publicó hace dos días un provocador artículo en el cual plantea el impacto que al actual orden mundial, podría tener la pandemia del coronavirus, que amenaza hoy a la humanidad entera.

Dice el filósofo, “no podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS, dotadas de razón, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y a nuestro bello planeta”.

Tal como lo afirma Byung-Chul Han, la pandemia del covid-19 es una amenaza para la raza humana sin precedentes en la historia, por lo menos de la historia de era cristiana, y quienes estamos vivos para experimentarla y sobrevivirla, podremos ofrecer nuestro testimonio a los historiadores como lo han hecho quienes han vivido las guerras mundiales, el crac bursátil de 1929, la Revolución Rusa, el mayo del 68 en París, el 68 mexicano, la caída del muro de Berlín, la Revolución mexicana, la guerra sucia en México, etc.

De esa magnitud son los acontecimientos que hoy estamos viviendo. Después de esto nada será igual y sin embargo la gran mayoría de las personas no lo mira de esa manera y de eso tienen la culpa los medios por  los cuales nos informamos ahora.

En la fase en la que hoy se encuentra México, somos testigos por ejemplo de la manera en que actores políticos, utilizan deplorablemente la crisis sanitaria como venganza política y vemos por otro lado el amarillismo y poco compromiso social de algunos medios.

Por cierto, Morelos ha sido un ejemplo de una iniciativa de la que no tengo noticia que se haya dado en algún otro estado de la República y mucho menos de algún medio nacional, como lo fue la publicación de una portada única de solidaridad, como contribución de las acciones colectivas que impactan en la mitigación del avance del temido virus, como lo hicieron medios de comunicación de algunos países sudamericanos como Argentina. Celebro publicar esto en uno de ellos.

Es inconcebible que en medio de la crisis sanitaria, haya despidos masivos de trabajadores, haya grandes empresarios que siguen buscando el lucro, que especulen con productos que ahora son muy necesarísimos, como si ellos no tuvieran la misma posibilidad que cualquier habitante de la tierra de contraer el coronavirus.

A los mexicanos nos espera una etapa muy difícil de la pandemia cuando empiecen a proliferar los contagios comunitarios y es posible que tengamos restricciones para el libre tránsito a causa del confinamiento y es ahí cuando se sabrá de qué estamos hechos.

Según expertos de la Organización Mundial de la Salud, México ha tenido a lo largo de la pandemia un comportamiento razonable, adecuado y prudente, pero eso no garantiza que todo vaya a salir bien. Por ahora, la gente sigue en las calles, poca gente le hace caso a la heroína “Susana distancia” y no estamos protegiendo adecuadamente a las personas mayores.

Sin embargo, la entrada a la etapa de restricciones es inminente. De qué servirán entonces las mezquindades políticas, el clasismo, los estereotipos, los lujos, los grandes capitales, si a fin de cuentas ante la enfermedad somos iguales, tal vez esa sea la gran virtud de esta pandemia: darnos lecciones de igualdad, de humildad.

Tal vez, sea conveniente ahora usar estos días para reflexionar sobre el sentido de nuestras vidas.