Juego de Manos - Lo que no se ve

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Lo que no se ve

Cuando se comunica acerca del covid-19 existen dos elementos que, indudablemente, se cruzan por la mente de las personas. En primer lugar, se encuentra la inminente amenaza a la salud que, de acuerdo con estimaciones de las autoridades correspondientes, afectará a 7 de cada 10 mexicanas y mexicanos. Por otro lado, se encuentra las graves afectaciones económicas que, según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, serán las peores desde la Gran Depresión. Sin embargo, los problemas que se desprenden de la pandemia que hoy enfrentamos atraviesan otras vertientes, muchas de ellas sociales; la mayoría preexistentes, pero casi invisibles y todas igual de preocupantes.

Por ello, el informe técnico diario de covid-19 del 10 de abril, dirigido por el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud –y figura principal de la salud en México– Hugo López-Gatell, fue novedoso y relevante. Vale la pena ahondar en lo que se expuso en esta conferencia y en las diferentes temáticas que siguen este hilo de pensamiento.

El informe giró en torno a la salud mental y a las adicciones, para lo que el subsecretario moderó la conferencia en la que participaron el Dr. Juan Manuel Quijada Gaitán, Director General de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud; la Dra. Lorena Rodríguez Bores, Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental; el Dr. Gady Zabicky Sirot, Comisionado Nacional contra las Adicciones y el Dr. Julio Rafael González Olvera, Director General de la Comisión Nacional contra las Adicciones. Ambos temas centrales se abordaron anteponiendo la salud y el bienestar de las personas sobre los prejuicios y tabúes que existen alrededor de los tópicos. Vamos paso a paso.

Primeramente, se abordó la salud mental y las distintas afectaciones psicológicas que puede tener el aislamiento en las personas. Se explicó que esta se debe procurar desde tres ejes: el biológico, descansando lo suficiente, haciendo ejercicio y con una buena alimentación; el mental, aprendiendo, dimensionando la crisis, reconociendo y enfrentando nuestro miedo y teniendo presente que esta pasará, trabajando en nuestra autoestima y fijando nuestra atención; y el social, siendo tolerantes y respetuosos, siguiendo una rutina y teniendo conductas productivas.

Asimismo, se reconoció el esfuerzo de las niñas, niños y adolescentes por quedarse en casa durante esta emergencia, tomando en cuenta el reto que representa para ellos detener su proceso de socialización. Además, se expuso un plan de preparación y atención psicológica antes, durante y después de la emergencia sanitaria en la que se tiene pensado incluir a las personas que laboran en el sector salud.

Posteriormente, se abordó el tema de las adicciones, acercándose al consumo de drogas sin criminalizar a los usuarios y haciendo un llamado al consumo con precaución. Si consumes, ¡cuídate! Si no consumes, no consumas. Estas dos frases son importantes porque reconocen la existencia de personas consumidoras de drogas (sin especificar cuales) y tratan este fenómeno desde una óptica diferente.

Más allá de abordar el tema haciendo alusión a la abstinencia —algo similar a lo que ocurre en muchas campañas de “educación sexual”— se hace un llamado al consumo responsable, a cuidarse y a no experimentar; es decir, ofreciendo una exposición de los factores de riesgo que el consumo de sustancias agrega a la pandemia, y evitando la banalización del consumo a una mera decisión.

¿Por qué es importante esto? La salud mental y el consumo de drogas han sido temáticas aisladas de las conversaciones cotidianas. El miedo a su reconocimiento y el escepticismo les ponen encima una carga negativa que lleva a las personas a ignorar su existencia o a banalizar la necesidad de ayuda profesional. El reconocimiento de estos dos tópicos es fundamental para el bienestar de los sectores a los que atañe, más aún tomando en consideración que muchos de los problemas originados o derivados de ellos se van a agudizar durante este periodo de aislamiento social y encierro voluntario.

Asimismo, es valioso que los temas se hayan tratado sin juicios de valor hacia las personas involucradas, dándoles así un soporte real al cual pueden acudir. Este es un paso importante para el reconocimiento y tratamiento de problemáticas invisibilizadas y criminalizadas por la propia sociedad que tienen un impacto en las esferas personales y sociales; es decir, que puede afectar directamente al individuo y su círculo cercano, y trasladar su impacto a la comunidad.

Como ya lo he escrito en anteriores Juegos de Manos, los problemas sociales que existían en nuestro país antes de la pandemia de covid-19 no solo no se han detenido, sino que, en algunos casos, estos se han agudizado debido a las medidas de distanciamiento social aplicadas con la finalidad de frenar al virus. En el caso del consumo de substancias y la salud mental, vale la pena utilizar este momento para reflexionar acerca de los mitos y realidades de estas dos temáticas, buscando anteponer las necesidades verdaderas de las personas sobre los juicios de valor que cargamos sobre ellas. Guardemos las imágenes de Piolín por un rato y saquemos nuestro lado más empático durante este periodo de emergencia.

 

Si necesitas apoyo emocional o por consumo de sustancias puedes llamar a la línea de la vida de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC): 800 911 2000, o a línea de atención psicológica de la UNAM: 55 5025 0855, donde encontrarás personas dispuestas y preparadas para ayudarte.

 

Por cierto

A pesar de las incesantes llamadas desde distintos canales por respetar la sana distancia durante estas no-vacaciones de Semana Santa, un alto porcentaje de la población decidió hacer caso omiso de las advertencias y salió de sus casas con motivos vacacionales y religiosos, poniendo en riesgo a los habitantes de los sitios turísticos y abriendo la posibilidad de un segundo brote masivo de infecciones en los siguientes 14 días. En la Ciudad de México, entidad con mayor tasa de contagio de covid-19 en México, miles de personas acudieron al mercado de mariscos de la Nueva Viga, en Iztapalapa por dos días consecutivos.

Asimismo, Morelos no estuvo exento de ser visto como un destino para pasar este periodo no-vacacional. Ante el riesgo que conlleva el alto flujo de personas externas a nuestro estado (tomando en cuenta que algunos de nuestros municipios registran cerca de 20 mil habitantes cada fin de semana largo) algunos de los pueblos morelenses, como Tetela del Volcán, Tepoztlán, Yautepec u Ocuituco, decidieron cerrar sus accesos a personas ajenas al estado. Con pancartas en las que se leía “¡No son Vacaciones!”, los pobladores decidieron detener el paso a los visitantes de otros estados que pretendían ingresar a Morelos para pasar la Semana Santa o la cuarentena.

Hay que tomar con seriedad la pandemia a la que nos enfrentamos, las medidas de distanciamiento y prevención no están abiertas a la interpretación (o comodidad de las personas) y su excepción está disponible únicamente para las personas que necesitan salir por supervivencia o para atender actividades esenciales. Hay que ser responsables y tener un poco de empatía (o mucha, si es posible) por quienes no pueden quedarse en casa, por las personas que forman parte de los grupos vulnerables, por el personal del sector salud y por todas y todos lo que estamos tomando esta crisis sanitaria con seriedad para darle solución próxima y disminuir las consecuencias que están por venir.

No podemos reducir nuestras respuestas a “a mí no me pone en riesgo“ o “de algo me tengo que morir”, tengamos respeto y empatía por el resto de mexicanas y mexicanos. El egoísmo es hoy nuestro mayor enemigo, y la apatía sumada con la ignorancia potencializan a este antagonista.

 

Estamos juntos en esto: 

  

diegopachecowil@gmail.com