Industria de alimentos, culpable de la obesidad

Actores poseen ¨intereses comerciales¨; suprimieron los esfuerzos en la materia
Obstaculizan la generación de políticas públicas contra este mal

Industria de alimentos, culpable de la obesidad
La industria de alimentos y bebidas (“ultraprocesados”) obstaculiza la implementación de políticas públicas contra la obesidad, afirmó Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición.

La industria de alimentos y bebidas (“ultraprocesados”) obstaculiza la implementación de políticas públicas contra la obesidad, afirmó Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición.

Asimismo, el responsable de esa área (del Instituto Nacional de Salud Pública) acotó: “el principal obstáculo para implementar políticas públicas que mejoren el ambiente alimentario, sin duda, ha sido la interferencia de la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados por tener un interés en conflicto con la salud”.

Entre los ejemplos de interferencia de la industria, destacó el caso del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT), que surgió en 2013 -como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes-, el cual contó con una “importante” participación de actores con intereses comerciales, quienes suprimieron los “esfuerzos propuestos por la academia para transformar el ambiente alimentario”.

Al mismo tiempo, apoyaron -con colaboración de las autoridades- la implementación de un sistema de etiquetado basado en las Guías Diarias de Alimentación (GDA), que carecía de evidencia científica que sustentara su “efectividad”. La industria de alimentos ultraprocesados también ha obstaculizado otros procesos, dijo, como el de desarrollo e implementación de los lineamientos para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en escuelas.

Ante esta problemática, un grupo de 83 profesionales e investigadores de cinco institutos nacionales de salud, cuatro instituciones gubernamentales, 15 universidades, cinco organizaciones de la sociedad civil y tres organizaciones internacionales, desarrollaron una postura de compromiso para conducirse “… de forma ética y transparente”, con el fin de evitar los “potenciales” conflictos de interés desde las etapas de generación de evidencia y diseño, hasta la implementación y evaluación de las políticas a la cual denominaron Código Nutricia.

Se da cuenta en un comunicado que este código busca “construir una nueva comunidad de profesionales y estudiantes de la salud, nutrición y áreas afines, comprometidos con salvaguardar el interés superior de la salud de interferencia por parte de grupos interesados en influir en las actividades educativas, de investigación y desarrollo de políticas para favorecer sus intereses comerciales”.