Inclusión Educativa en la UAEM - TDAH: Secretaría Académica UAEM

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - TDAH: Secretaría Académica UAEM

Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido motivo de un Punto de Acuerdo de la Comisión Permanente del Senado de la República para exhortar, en el marco de la Autonomía de las universidades, así como a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), lo mismo, al Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad, para que se coordinen y tomen las previsiones necesarias para la inclusión de estudiantes con este síndrome en las universidades.

 

El TDAH, como su nombre lo indica es un trastorno, esto es, se trata de una patología, de una enfermedad crónica de múltiples causas indeterminadas del sistema nervioso central. La investigación sigue siendo motivo búsqueda de soluciones interdisciplinarias. Uno de sus impactos que preocupan a los padres de familia y los profesores es el bajo rendimiento escolar. Pero se dan casos de una combinación de TDAH y Capacidades Sobresalientes. Como ocurre con el Espectro Autista y con otras más enfermedades y sus manifestaciones funcionales u orgánicas. Pero que no son clasificables para el mismo nivel o condición de discapacidad.

 

La Discapacidad no es una enfermedad, ni es tampoco la deficiencia orgánica corporal. Las enfermedades pueden manifestarse en un déficit funcional u orgánico corporal. Estos aspectos no son causa-efecto de la discapacidad. La discapacidad es una condición social, cuyo fenómeno depende del entorno, ya sea excluyente o incluyente. Por ello, la misma deficiencia orgánico funcional no conduce a la misma discapacidad. De ahí que no sea su causa directa.

El Dr. Mario Ordoñes Palacios, Secretario Académico de la UAEM, atendiendo el Punto de Acuerdo del Senado de la República en torno, ahora del TDAH, da seguimiento para que la UAEM no sea omisa en la inclusión de jóvenes con estas condiciones. Al momento se puede señalar que la universidad del Estado ha puesto en vigor a principios de 2020 el Reglamento de Ingreso, Equivalencia y Revalidación que toma en cuenta a los jóvenes con discapacidad en lo tocante a su ingreso, permanencia y finalización de estudios universitarios a nivel de Preparatoria, como de licenciatura.

 

Al mismo tiempo, se tiene listo para su análisis el proyecto de “Lineamientos para los ajustes razonables y ayudas técnicas a Personas Jóvenes con Discapacidad que aspiren a ingresar, revalidar, o solicitar equivalencias de estudio de tipo de Estudios Media Superior y licenciatura que se imparten en la UAEM”. Lo revisa una Comisión Permanente del Cosnejo Universitario, la de Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad que luego lo envía a la Comisión Legislativa, también, del CU para enviarlo al Pleno para, en su caso, la aprobación. En dichos lineamientos se desagrega o especifica cómo es el acompañamiento a los jóvenes de diversidad discapacidades, o, mejor dicho, de la diversidad de deficiencias orgánicas y funcionales que ingresan a la universidad, entre las consideraciones se contempla a los jóvenes con TDAH, así como con Espectro Autista, con discapacidad intelectual y con Síndrome de Down. La clasificación es posible a nivel de deficiencia, pero no de discapacidad.

 

Primero, está el nivel de la enfermedad, luego el nivel de la deficiencia que es mucho más complejo y luego la discapacidad. Pero hay deficiencias que no provienen de una enfermedad crónica. Parten de la deficiencia en sí, como son la sordera e hipoacusia; la ceguera y la debilidad visual; las deficiencias del aparto locomotor; las de orden mental o cognoscitivas.

 

Existen nuevas condiciones de deficiencias reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2011) como son las de orden visceral. Pero de ello, las abordaremos en otra ocasión.