Inclusión Educativa en la UAEM - Programa de Inclusión y Equidad Educativa (PIEE): SEP

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - Programa de Inclusión y Equidad Educativa (PIEE): SEP

La Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad de la UAEM obtuvo un apoyo financiero extraordinario de $614 mil del PIEE, en 2018. Pero justo por el tránsito entre la Administración Federal de Peña Nieto a la de López Obrador, no nos llegó, perdimos el recurso. Más porque fue un programa que se iba a descontinuar. Fue cancelado. Lo aplicaríamos para capacitación docente para la inclusión de profesores de preparatoria y licenciatura, que es donde se encuentran nuestros estudiantes con discapacidad. Por más esfuerzos que hiciera el rector, Dr. Gustavo Urquiza Beltrán, para rescatar este monto ante la Dirección General de Educación Superior, no se logró.

 

También, aplicaba para una impresora 3 D para diseñar material didáctico para ciegos, que sería aprovechado para el resto de los estudiantes. El material tridimensional es útil para todos, es mejor que el de una representación gráfica de dos dimensiones. Para software Dragón que responde escribiendo al dictado. También, para procesar textos para los alumnos ciegos y lo que aplique al resto de los estudiantes.

 

El PIEE aplicaba para los niveles de Básica; Media Superior; y, Superior. Pero las reglas de operación eran diferentes en cada nivel. Por ejemplo, en Educación Superior se establecía una Convocatoria para presentar proyectos y un plan de financiamiento. Y un comité evaluador de pares lo aprobaba. Los montos, casi siempre se asignaban menores a lo solicitado. Se advertía que se aprobaban más proyectos de las Universidades Politécnicas y Tecnológicas que a las Autónomas. Como si se quisiera orientar la matrícula de los jóvenes con discapacidad a estas instituciones. Era de una proporción financiera de apoyo a proyectos del PIEE Superior de 70-30%, aproximadamente, entre Tecnológicas y Autónomas. Para Media Superior, su Proyecto era central desde su Subsecretaría y era abrir Centros de Atención Estudiantes con Discapacidad (CAED). El apoyo era por múltiplo de CAED a establecer. Que es un servicio de Educación Media Superior a Distancia con asesoramiento personalizado. Casi la única opción de la SEP para los jóvenes con discapacidad para cursar su nivel bachillerato. No podían transitar hacia el sistema escolarizado y ser más incluyente. Quedaba un tanto segregado. Es asombroso que el crecimiento de la opción educativa de estudios de bachillerato para los jóvenes con discapacidad dependiera de recursos extraordinarios. En lugar de un recurso irreductible regular. Esto, por sí mismo, es discriminatorio. A los CAED se les denominó Centros “Gilberto Rincón Gallardo”, en honor a quien impulsó mundialmente la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006).

 

Educación Básica, operaba diferente el PIEE. Era más orgánico. Reunieron el financiamiento extraordinario destinado a las áreas de educación indígena; educación especial; educación para migrantes; y de telesecundaria. Para beneficiar a poblaciones originarias; niños con discapacidad; y, niños en condiciones pobreza extrema. Con el criterio de que habría que suprimir las áreas que se sobreponían buscando los mismos objetivos, en este caso, la educación inclusiva. La suma de los recursos no correspondía al monto total del PIEE, en Educación Básica, bajo el principio de “hacer más con menos”, y “eficientar” el recurso. Los programas para la población excluida estaban juntos en uno solo, el PIEE. Pero, tenían un efecto paradójico al ser mutuamente excluyentes. Esto es, si llegaba un niño que no sea migrante al programa de migrantes, no lo podían admitir. Igualmente, en el resto de los Programas porque no era el PIEE un Programa transversal, sino radial. Auto contenía a su propia población.

 

Hay una investigación muy interesante sobre los efectos del PIEE en la población de grupos originarios, con una metodología de evaluación estadística muy innovadora y contundente. Hace comparaciones sobre las diferencias de las diferentes poblaciones con y sin apoyo específico, sobre los resultados de aprendizaje en alfabetización. Esta investigación la realizó y la acaba de publicar en Nexos, Alejandro Grimaldi Ferreira, especialista en evaluación de impacto de programas gubernamentales, en poblaciones en la línea de pobreza. En este caso, población indígena. Es sumamente interesante las conclusiones a las que llega. La principal, es que los apoyos universales generalizados no tienen el mismo efecto positivo, probado, que los apoyos focalizados por grupo específico, en lo referente a los logros académicos en alfabetización de poblaciones, en las que el español o castellano, es su segunda lengua. Apunta a que si el financiamiento focal que representaba el PIEE, se licuó en el sector de forma universal, no fue, ni está siendo una buena medida. Ya que los resultados no tendrán los resultados esperados.

 

Así, como para el área de los grupos originarios, en temas tan básicos, como la alfabetización que son base para la inclusión social y académica, podremos decir para la Educación Superior, cuyos proyectos PIEEs estaban focalizados, afectan gravemente el que se haya suprimido el PIEE. Si bien tenía fallas, éstas eran rectificables, máxime, que estaban identificadas, tanto por las áreas centrales, como por cada una de las universidades que participábamos en el PIEE.

 

Por último, recomendamos se pueda consultar la metodología que aplicó Alejandro Grimaldi Ferreira, en su artículo de Nexos. Sobre todo, para los investigadores educativos y de la educación inclusiva. No se diga para los investigadores en programas sociales, que abundan en este régimen de gobierno.

 

educacioninclusiva.egr@gamil.com