Inclusión Educativa en la UAEM - La Lengua Escrita en Sordos: MADEI y Psicología

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - La Lengua Escrita en Sordos: MADEI y Psicología

Las investigaciones sobre la adquisición de la Lengua Escrita con un enfoque psicogenético, desde mediados de los años 70s del siglo pasado, que Emilia Ferreiro inició como un nuevo campo del conocimiento, es ahora una aplicación estratégica para el aprendizaje de la escritura con la población de niños y jóvenes Sordos e hipoacúsicos.

 

Estos trabajos de investigación comenzaron indagando lo que los niños preescolares piensan sobre el material escrito (libros de cuentos, revistas, periódicos, letreros, paquetes, etcétera) de su entorno; cómo es que se puede escribir algunas palabras de uso cotidiano; qué está escrito en una oración escrita. Decimos niños preescolares señalando a niños, no tanto que asisten al preescolar, sino aquéllos que no han sido enseñados sobre la lecto-escritura en la escuela, como es el caso del 1° grado de Primaria. Esto es, niños de 3, 4 y 5 años; tanto de zonas urbanas, rurales y marginadas. Hubo oportunidad desde un principio contar con muestras de población en diversos países, como fue en Argentina, Venezuela, España (Barcelona) e Israel. Para el caso de México, en el entonces Distrito Federal y Monterrey. Lo que le dio muy pronto una gran validez a los resultados de estas investigaciones psicogenéticas.

 

Las primeras aplicaciones de este conocimiento de orden psicolingüístico fueron en los años 80s en México, particularmente, en Educación Especial. Se elaboró y aplicó una Propuesta para el Aprendizaje de la Lengua Escrita para los niños de los Grupos Integrados. Que eran niños reprobados del primer grado de Primaria que, mediante una selección psicopedagógica, eran considerados con “problemas de aprendizaje”. Esto es, niños sin discapacidad que no lograban acceder a los contenidos curriculares de lecto-escritura. Esta Propuesta para el Aprendizaje de la Lengua Escrita, que comprendía sugerencias para crear situaciones de aprendizaje sobre la lengua escrita en el niño. Que no correspondía a un método de enseñanza, cuyas tradiciones datan algunos de más de 200 años. Luego se aplicó con niños de 1° grado de Primaria de la escuela regular, esto es, no repetidores.

 

Son muy conocidos los niveles evolutivos de la Lengua Escrita en el niño, o en el sujeto en proceso de alfabetización porque se presentan también estos mismos niveles en los adultos que se encuentran en un proceso de alfabetización semejante. Para el caso, los niveles presilábico, silábico, silábico-alfabético y alfabético sin valor convencional y alfabético con valor convencional. Por un buen tiempo se había pensado que hasta ahí llegaban los niveles psicogenéticos en la Lengua Escrita. Pero luego vinieron investigaciones sobre la evolución post alfabética, por decirlo así, porque en realidad se trata de sub-niveles del alfabético o niveles transversales -o “decalages”. Es el caso de que se es alfabético con palabras con sílabas directas (Consonante-Vocal: C-V, como PELOTA). Alfabético con trisílabas directas); pero no, todavía, con otra composición como son las palabras con sílabas inversas (V-C, como la primera sílaba en ARBOL); o, silbas compuestas (C-V-C, como la segunda sílaba de ARBOL, mismo). Por último, las palabras con sílabas trabadas (C-C-V, TRANVÍA, la primera sílaba). Se demostró que hay una jerarquía en la adquisición alfabética de escritura, convencional o no, a saber, las directas, las inversas, las compuestas y las trabadas. Los errores que los niños cometen son de orden constructivo, esto es, por los que pasan todos o casi todos para el dominio alfabético de estas palabras y los errores desviantes, que son aquéllos que los van a alejar de una solución aceptable.

 

Para el caso de la oración escrita, la interrogante es “¿qué está escrito en una oración escrita?”. Los más pequeños pensaban que ante el enunciado PAPA PATEA LA PELOTA, sólo estaba escrito “papá” y “pelota” y era suficiente para que dijera “papá patea la pelota”. Los que aceptaban que decía “pelota”, decía, pero como “papá patea” o “patea la pelota”, y no “pelota” sola. Luego de que se aceptaba que sí decía “papá”, “pelota” y “patea”, no decía “la” o decía, pero como “la pelota”. Finalmente, se concebía que decían todas y cada una de las palabras, a modo de deducción y no descifrándolo. Porque eran niños preescolares, como ya se dijo antes. La jerarquía de adquisición de que palabras son las que se escriben van del orden de los nombres de las cosas, como son los sustantivos (los adverbios, también), los verbos, los artículos (los pronombres y los conectivos que se escriben con una o máximo dos grafías). Se trataba de dos grupos de palabras las de carácter léxico (sustantivos, adverbios y verbos) y las de orden gramatical (modificadores para asignar el carácter singular y plural, el género, básicamente). Palabras que indican relaciones en el enunciado, que son de mayor abstracción o de reflexión metalingüística).

 

Este conocimiento aplicado a la adquisición de la escritura en los niños y jóvenes Sordos es de gran importancia. Porque se ha enfocado mucho sobre la escritura telegráfica en ellos. Se refiere a las dificultades para el dominio de los conectivos en los Sordos, como si se tratara de un “retardo patológico” que está muy lejos de serlo. Trabajos sobre la segmentación de enunciados en párrafos presentados unidos para segmentarlos a los jóvenes Sordos de preparatoria y licenciatura, son trabajos de investigación de gran relevancia para esta población. Hay trabajos de investigación internacional al respecto. Y muy cercanas en nuestro medio como las que desarrolló en su tesis de Maestría Maira Vianey Huerta de la O de la MADEI y Sofía Osorio, que lo trabaja ahora en su Maestría de Psicología de la UAEM. Y para los niños Sordos en Primaria es de gran ayuda la construcción de la escritura de la palabra en sus diferentes construcciones silàbicas. Que quizás aquí habrá de considerar una amplia gama de combinatorias, más que la jerarquía silábicas que operan en grado de dificultad en los oyentes. Como puede verse hay un amplio tramo que recorrer todavía en materia de la Lengua Escrita en el Sordo, de lo que habrán de ocuparse en las universidades, sobre todo los que tienen alumnos Sordos en este moemento.