Inclusión Educativa en la UAEM - La coexistencia de etapas en educación: Sistema Educativo Nacional

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - La coexistencia de etapas en educación: Sistema Educativo Nacional

Hemos insistido en varias entregas que las etapas, faces o estadios en la vida social, como es el caso de la educación, no son cortes exactos de periodos definidos como tales. Se suele tener componentes de una etapa en la otra subsiguiente. Lo mismo, existen anticipaciones en la etapa precedente, a lo que se la ha denominado anticipaciones funcionales. Que anuncian que está por surgir alguna innovación importante. Los componentes más significativos pueden ser el rasgo predominante en la etapa y subordina al resto de los componentes o elementos del sistema.

Un ejemplo fue la época de las matemáticas modernas. Que se dio en EE. UU. avanzada la terminación de la Segunda Guerra Mundial, por los años 50 y sucesivos. Estaba instalada la Guerra Fría contra la Unión Soviética (URSS) y la carrera atómica estaba en su apogeo, y la conquista del espacio. Los soviéticos pusieron a un ser vivo, una perrita llamada Laika, a circundar el globo terráqueo en un cohete sideral. Tomaban la delantera los socialistas. Significaba un retraso en el desarrollo científico. Una de las medidas, entre muchas otras, fue hacer una reforma educativa. Y decidieron ya no enseñar aritmética en la escuela básica, sino enseñar lógica matemática, esto es, a razonar con una estructura lógico-matemática que era el fundamento de la aritmética. Esto, suponían, que desarrollaría el pensamiento lógico y habría más generaciones de científicos. Necesarios para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Esta etapa era del predominio de las matemáticas. Y se pretendió la enseñanza de la Teoría de Conjuntos con los diagramas de Venn (Jhon Venn). Y olvidarse de la aritmética elemental. Como si esto fuere posible.

Poco después, se quiso hacer los mismo con la Gramática y en lugar de enseñarla quisieron imponer la Lingüística, que es la ciencia de la Lengua y no su normas y regulaciones de las oraciones y enunciados. Y en lugar de enseñar las figuras gramaticales de sustantivos, adjetivos, adverbios, etcétera. Sujeto y predicado. Se introdujeron nociones de gramema, lexema, morfema y la conciencia de las competencias lingüísticas, etcétera. Es este periodo predominaba la enseñanza del español sobre el de las matemáticas que ya había regresado a la aritmética ante el rotundo fracaso. Coexistieron elementos de una época en otra más actual.

Para el caso de la alfabetización, se pueden identificar tres grandes etapas. Como ya abundábamos anteriormente en otra entrega. Así como hay etapas del aprendizaje de los alumnos, hay de la enseñanza de los profesores, y a veces coinciden y a veces no. Siendo discrepantes entre sí. Así está la época de la enseñanza de la Lectura y la Escritura por separado, como si la primera fuera de una actividad intelectual y la otra de carácter manual. Llegó haber fórmulas de esta actividad que la separaban del desarrollo de la inteligencia de Alfred Bient y que luego Terman la perfeccionó con el clásico Cociente Intelectual, porque Binet llegó solo a la Edad Mental, diferenciada de la Edad Cronológica. Así nació el  C. I.=EMECX 100. Cláparede tenía su fórmula para el avance del aprendizaje de la lectura, independiente del de la inteligencia r=(1+p n-1100!). Abarcó finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Todos los métodos de la enseñanza de la lectura ya llevaban más de 100 años y su eficacia se medía por la rapidez con la que los niños comenzaban a “leer”, que en realidad era “descifrar” fonéticamente la escritura de los fonemas.

Estos elementos de la época han prevalecido al de la enseñanza de la lecto-escritura, que siguió a los años 60s y hasta los 70s. Cuando vino el método de los métodos de la enseñanza de la lecto-escritura. Ya no la Lectura y la Escritura, sino la lecto-escritura. En la que aprendiendo a escribir se está aprendiendo a leer y aprendiendo a leer se está aprendiendo a escribir. Una refuerza a la otra. Aquí la escritura significaba una actividad de representación simbólica y no sólo un acto motor. Fue la época del método global de análisis estructural. Junto a este método se asoma la famosa “dislexia”. Y todos los test para medirla, diagnosticarla y tratarla con terapias de aprendizaje. Los test que ya estaban desde principios del Siglo XX continuaron, no perdieron su prestigio y continúan en uso hasta nuestros días.

Viene la época, que no termina de instaurarse, que es el de la Lengua Escrita. Que no inicia su aprendizaje en el 1° de primaria, sino mucho antes. A los 3, 4 y 5 años. Pero se trata de edades de aprendizaje, no de enseñanza. Tampoco termina este aprendizaje en el 1° grado, sino que continúa su evolución en los siguientes grados. Sin que se conozca una edad de la conclusión de este aprendizaje que no sólo es a lo largo de la vida, sino para toda la vida. La base psicológica de esta etapa no es la visomotricidad, ni la representación simbólica, sino la psicolingüística psicogenética.

Decimos que esta época no logra instaurarse porque nunca ha sido predominante. Es más bien marginal, por más que se ha querido reivindicar por diferentes iniciativas oficiales. Es el caso que aparece en lo que fue el Nuevo Modelo Educativo (SEP, 2017). No conocemos el de la Nueva Escuela Mexicana, porque no lo han presentado. Pero seguramente prevalecerá este enfoque que ya lo anunciaba la “denominada y mal llamada Reforma Educativa”. Que por más que les pese, tendrán que reivindicar dicho enfoque. Porque, además el “Nuevo Modelo…” tenía todo menos que fuera nuevo. Ya venía desde los esfuerzos de la “Propuesta para el Aprendizaje de la Lengua Escrita” del equipo de la Dra. Margarita Gómez-Palacio en Educación Especial y luego al lado de la Educación Primaria con el Programa PALE (Programa para el Aprendizaje de la Lengua Escrita).