Inclusión Educativa en la UAEM - EX –A- UAEM: Facultad de Psicología

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - EX –A- UAEM: Facultad de Psicología

Cristina Domínguez es una joven egresada de la Facultad de Psicología. Supimos de ella porque la mencionó Alondra Álvarez cuando nos explicaba la investigación que realiza para su tesis de Maestría, con estudiantes de las Facultades de Artes y Psicología. Cristina es una joven de la generación 56 (2014-2018) y tiene una discapacidad motora, se desplaza en silla de ruedas. La UAEM había abierto sus puertas a los jóvenes con discapacidad desde el 2013, por decisión del Consejo Universitario.

Cristina está promoviendo una Campaña en el Estado, para que las personas no se estacionen en los espacios públicos que son exclusivos para los vehículos de las personas con discapacidad. El eslogan : “Ponte en mis zapatos, pero no en mi lugar”  lo diseñaron en “Jóvenes Políticos de América”, una organización que se inició a partir de una agencia española auspiciada por la OEA y tiene acción en todo el Continente de América. Ya lograron que se aprobara un exhorto por el Congreso local dirigido a los 33 Municipios de Morelos. La idea es que ellos puedan acordar con sus Cabildos una multa, para quienes trasgredan estos señalamientos de tránsito en los espacios públicos de la entidad.

El grupo promotor de la Organización ciudadana son Cristina, Manuel Marquina y Daniel Cadena. Manuel fue el creador del slogan; él mismo tiene, al igual que Cristina, una discapacidad motora. Se conocen desde la infancia y han cultivado una amistad de por vida. Manuel invitó a Cristina a esta Organización cívica. Hay una en cada Estado de la república. Pero es la de Morelos la que tiene jóvenes con discapacidad. Y las ideas de los jóvenes se aprueban de forma democrática y plural. Las ideas viables cobran relevancia en el Estado, luego en el país, hasta en el Continente Americano.

Cristina está a punto de titularse de Licenciada en Psicología, ella terminó sus estudios con un promedio de 9.33 de toda la carrera. Nos explica lo que significa para jóvenes con discapacidad la oportunidad de ingresar a la UAEM. Eso te lleva no sólo a rendir académicamente como los demás, sino hasta más que el promedio de tus compañeros. Ella es de los mejores de su generación. Las oportunidades para nosotros son escasas, dice, por eso las aprovechamos al máximo. A veces veo cómo mis compañeros que, sin discapacidad,  desperdician sus oportunidades y no lo puedo creer, les he dicho.

También, veo como hay profesores en la UAEM están sensibilizados para tratar con estudiantes con discapacidad; pero, hay otros que no lo están. Requieren que se les explique cómo podrían hacerle, mediante unas pláticas y resolverles algunas dudas para los aspectos didácticos. Nos podrían preguntar a nosotros. “Mi Proyecto que pienso presentar para titularme es como un pequeño manual para los profesores que no tienen idea de cómo tienen que hacerle cuando les toca algún alumno con discapacidad”, nos comenta Cristina. Quiero que este pequeño instructivo o manual sea mi aportación al Programa de Inclusión de la UAEM porque estoy muy agradecida con la Universidad, nos dice.

Las personas con discapacidad podemos asesorar a instituciones y empresas para que sepan lo que pueden hacer con las personas con discapacidad, sean sus estudiantes, clientes o trabajadores. Ese es el Proyecto profesional de Cristina como psicóloga social. Desea organizar una Agencia de miembros con discapacidad de diferentes profesiones, de carácter interdisciplinario. Para asesorar a empresas e instituciones públicas. Nosotros estamos mejor sensibilizados sobre las necesidades que hay que atender para las actividades con sentido de inclusión, dice. Al escuchar Daniel Cadena a Cristina Domínguez, dice muy acertadamente: “no hay mayor sentido de la inclusión que lo público, porque lo que sea público no es de nadie es de todos y no puedes excluir a nadie”. Y Cristina recuerda cuando el director de la Primaria pública a la que se quería inscribir, la sacó porque tenía discapacidad motora y tuvo que asistir a una privada. Todo lo que es público debe ser incluyente, concluye.