Escala de Grises - ¿No hay impunidad?

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - ¿No hay impunidad?

En 2019, Heber López Vásquez fue atropellado por un guardia de seguridad de Juan Carlos Atecas, quien se desempeñaba como alcalde de Salina Cruz, Oaxaca. Los hechos fueron documentados por la organización Artículo 19, encargada de defender la libertad de expresión y el derecho a la información.​

Tres años después, el 10 de febrero, la Fiscalía de Oaxaca confirmó que Heber López Vásquez había sido asesinado. De acuerdo con la investigación, el asesinato ocurrió a las 19:30 horas del pasado jueves, cuando dos hombres interceptaron al periodista en su domicilio (donde también se encontraba su estudio de grabación).

Las dos personas en cuestión arribaron a la vivienda, ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec, y dispararon en contra de Heber. Se escucharon cinco detonaciones. López Vásquez recibió un impacto en la cabeza y cuatro en el pecho. Segundos después, los responsables huyeron en una camioneta blanca.

Sin embargo, el plan de escape fue frustrado por agentes de la Policía Municipal de Salina Cruz, mismos que detuvieron a los presuntos responsables del crimen. Según la versión de la Fiscalía estatal, las averiguaciones comenzaron casi inmediatamente. La policía incautó un arma corta que, se asumía, fue utilizada para asesinar al reportero.

La línea más obvia para seguir era que el homicidio de Heber se debía a su profesión. La hipótesis se comprobó una vez que los detenidos fueron identificados. Y es que uno de los presuntos homicidas fue identificado como Ricardo “N”, hermano de Arminda Espinosa Cartas, exagente municipal de Salinas del Marqués. La conexión parece evidente.

En repetidas ocasiones, Heber López señaló a Arminda Espinosa por presunta corrupción; situación que no la favorecía en absoluto. Arminda Espinosa Cartas, aspirante a ser reelegida como agente municipal de Salinas del Marqués, fue exhibida por López Vásquez debido a su presunta relación con el Grupo INDI y la gestión de ciertos beneficios económicos otorgados por la empresa.

Con el antecedente ocurrido en 2019, Heber esperaba que alguna persona se molestara por sus palabras y contemplara atacarlo, aunque jamás asesinarlo. Bajo esa idea, el periodista no solicitó medidas de protección y solo siguió escribiendo, denunciando la corrupción y analizando de manera crítica el lugar en el que vivía.

Heber López Vásquez se convirtió en el sexto periodista asesinado en lo que va del 2022, situación que, además de alertar a la población y a los medios de comunicación, ha generado preocupación en organismos internacionales. Al respecto, Andrés Manuel López Obrador aseguró que se está mejorando el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

En la conferencia de prensa del viernes 11 de febrero, AMLO pronunció las siguientes palabras: “Puede ser que se cometan estos lamentables crímenes, pero no hay impunidad, cero impunidad”. Y ese es el primer error. Aceptar que se cometan crímenes en contra de periodistas es normalizar la situación a nivel discursivo.

Pretender que la impunidad se redujo hasta llegar a cero también es indignante, especialmente cuando las investigaciones correspondientes a los cinco homicidios a periodistas ocurridos en menos de dos meses siguen inconclusas. Los ataques continúan, las denuncias aumentan y el peligro parece no tener fin.

El 25 de enero se convocó a una protesta en todo el territorio nacional para condenar los primeros tres asesinatos a periodistas en el 2022 y parece que las exigencias por parte de la población no han sido suficientes. La libertad de expresión y el derecho a la información son vulnerados todos los días, lo que implica riesgos cada vez más graves para quienes forman parte de los medios de comunicación.

México encabeza la lista de los países más peligrosos para ejercer el periodismo a nivel internacional, al mismo nivel que países en guerra. Las agresiones en contra de la prensa se han vuelto sistemáticas. Casi 150 personas profesionales del periodismo han sido asesinadas durante los últimos 22 años, ¿en serio no hay impunidad?

No me malentienda. Claro que el problema no es reciente y claro que no todo es culpa de la presente administración. Sin embargo, bajo esta idea de “transformación”, me parece que las cosas siguen tan estáticas como siempre. ¿Cuáles son las mejoras que se planean implementar como parte del Mecanismo de Protección? ¿Cómo se determinará si son funcionales o no?

¿Qué pasará si ninguna de las medidas de protección resulta suficiente? La afirmación de que “no hay impunidad” no debería contemplar únicamente las sanciones a un delito como el homicidio, sino también la certeza de que ese delito no volverá a ocurrir. ¿Cuántas personas más serán silenciadas por el simple hecho de acercarnos a la verdad?

Lamentar lo ocurrido no basta. Y, con el perdón del presidente, no puede ser que ocurran estos crímenes. No puede ser que continúen acumulándose nombres en una lista ausente de justicia. ¿Qué medidas se van a tomar al respecto? ¿Qué tipo de protección se dará a las personas especialistas en periodismo para que no tengan que elegir entre su vida y su profesión?

No alcanzan las velas ni el silencio para honrar el trabajo de José Luis, Margarito, Lourdes, Roberto, Marcos, Heber y el resto de las personas asesinadas y agredidas. Urgen acciones preventivas que brinden una protección efectiva para periodistas, pero también para sus familias. Urge una garantía de no repetición y la certeza de que la verdad siempre saldrá a la luz.

No se mata la verdad matando periodistas:

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