Escala de Grises - El otro virus

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - El otro virus

Hace algunas semanas, en este mismo espacio, escribí sobre la violencia en los hogares, la preocupación de diversas organizaciones al respecto y la petición de la ONU para adoptar medidas en contra de la violencia de género, a raíz del confinamiento por covid-19.

Este problema no es exclusivo de México, donde las llamadas para denunciar violencia doméstica han aumentado un 70% respecto al mismo periodo del año pasado. En España, las llamadas han aumentado 18%; en Francia aumentaron 30% y en China, han incrementado tres veces.

Con base en lo anterior, la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer —conocida como ONU Mujeres— y el Gobierno de México publicaron una guía para crear espacios colaborativos.

El documento, dirigido exclusivamente a los hombres, es una autoevaluación y tiene la finalidad de reducir la brecha de desigualdad y apoyar en la gestión de emociones, para que aprendan más sobre su propio bienestar y el de las personas cercanas a ellos.

La guía se compone por afirmaciones a las que se debe responder del 1 al 10 qué tanto corresponde con la realidad. Los temas abarcan las tareas del hogar y las responsabilidades afectivas, por ejemplo: “Le pregunto a mi pareja cómo se siente y cómo estuvo su día, todos los días”. Interesante, ¿no le parece?

De acuerdo con diversos análisis a nivel internacional y nacional, en los que han participado instituciones como la UNAM e Inmujeres, hay una correlación directa entre el equilibrio en las tareas de cuidado y una menor violencia; es decir, en los hogares donde hay una participación lineal entre hombres y mujeres, los niveles de violencia son significativamente menores.

Históricamente, las tareas del hogar se han designado únicamente a las mujeres. Mantener la casa limpia, cocinar, educar a las hijas e hijos, mantener un ambiente de armonía, lavar, planchar, hacer las compras, organizar los productos e ir a las juntas escolares, entran en la lista de actividades que —en la mayoría de los casos— se asumen como responsabilidad de las mamás.

Veámoslo en números. Cada semana, las mujeres ocupan, en promedio, 39 horas en labores domésticas (no remuneradas, por supuesto) y los hombres, únicamente 13. En México, 10 mujeres son asesinadas, todos los días, por el simple hecho de serlo. Como se dará cuenta, la balanza no está ni tantito alineada.

Esta forma de asumir la realidad tiene muchas aristas y un solo eje: el machismo. Este otro virus al que nos enfrentamos sin medidas de protección afecta a ambos sexos, en diferente forma, en diferente medida.

Por ello, los beneficios que pudiera tener la autoevaluación no se reducen al sector femenino. Modificar la forma en la que nos relacionamos con las otras personas, ganar y fortalecer nuestras habilidades emocionales y de comunicación, también es una forma de revolución.

Construir nuevas masculinidades es una forma de disminuir la violencia en el hogar, pero también la violencia en general. Por ese motivo, la guía publicada por la ONU es tan relevante. Visibiliza el problema, lo nombra, muestra la desigualdad y plantea una nueva forma de estructurar la realidad para todas y todos.

Nos enfrentamos a una época difícil en la que las diferentes desigualdades se marcan cada vez más y manejamos variables de estrés que nunca habíamos experimentado y, sin embargo, no hay pretextos para ejercer violencia ni dentro ni fuera del hogar.

Dejemos de pensar que hay actividades exclusivas de un género, no sólo dentro de las tareas domésticas. Actividades como llorar, expresar nuestras emociones y sentimientos, nuestros deseos, nuestras aspiraciones o nuestras expectativas (y las ajenas) no deberían estar condicionados por las características con las que nacemos.

Hacernos responsables de lo que nos sucede a nivel individual, también es una forma de cuidarnos como sociedad. Tratar de comprender los problemas a los que nos hemos enfrentado antes y durante esta crisis será la clave para que no nos persigan cuando salgamos a las calles de nuevo. Tenemos en las manos (literalmente) la oportunidad de construir el cliché de un mundo mejor.

 

La recomendación: Si gusta, puede consultar la Guía en el enlace que aparece al final de este apartado. Conteste las preguntas con toda la honestidad, sea crítico con sus respuestas y realice los cambios necesarios para equilibrar la balanza. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/546960/GuiaMasculinidades.pdf

 

Si no sabe por dónde empezar, puede preguntar:

arendy.avalos@gmail.com

@Arendy_Avalos en Twitter