Escala de Grises - Día de las Madres

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Día de las Madres

El pasado lunes en México se celebró uno de los días más importantes en la cultura nacional: el Día de las Madres. Ese fue el pretexto perfecto para que el presidente Andrés Manuel López Obrador y cientos de personas que ostentan algún cargo público o aspira a uno rindieran un homenaje (a su estilo) para las mamás del país.

AMLO convirtió su clásica conferencia matutina en un festival dedicado a las mamás, porque ellas “son primero” y ya habrá tiempo para cuestionamientos por parte de la prensa o para explicaciones respecto a los problemas que enfrentamos actualmente. Lo principal era que las madres disfrutaran de un momento agradable protagonizado por Eugenia León, quien se ha convertido en una de las cantantes más populares durante este sexenio gracias a su participación en los eventos oficiales.

Mientras en la mañanera se cantaban “Las Mañanitas”, afuera de Palacio Nacional se manifestaban decenas de madres que forman parte de los colectivos dedicados a buscar a sus hijas e hijos desaparecidos.

La movilización comenzó en el Ángel de la Independencia, llegó al Monumento a la Revolución y, de ahí, el contingente avanzó hacia la sede del gobierno federal para exigir la resolución de sus peticiones, para exigir justicia por las desapariciones forzadas en el país y para ser una verdadera oposición frente a un gobierno que pretendía “alegrarles el día” con música.

Aunque dicen que “la intención es lo que cuenta”, en el caso de López Obrador, las personas que lo asesoran y quienes forman parte de su gobierno, esta “celebración” parece mera hipocresía. Especialmente cuando, días antes, el Congreso aprobó una nueva legislación que representa un retroceso en la procuración de justicia en cuanto a las desapariciones forzadas.

La propuesta encabezada por el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, busca brindarle más autonomía a dicha institución manteniendo los mismos niveles de impunidad, dejando a un lado las peticiones de las familias de las víctimas.

Entre otros puntos, la modificación propuesta por el fiscal supone que solo se investiguen casos del fuero federal y una participación como “entidad autónoma” en el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas desaparecidas, así como en los temas relacionados con violencia hacia las mujeres y protección a periodistas.

¿Qué significa esto? Que la fiscalía ya no tendría ninguna obligación de dar seguimiento a los casos ni de investigarlos hasta dar con la causa del delito o sancionar a las personas responsables; es decir, significa cederle el paso a una impunidad que ya camina por las calles de todo el territorio nacional.

Este fue uno de los principales motivos de protesta por parte de quienes acudieron al Centro Histórico de la Ciudad de México. Dichas personas, una vez que terminó el espectáculo de Eugenia León, fueron atendidas por Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y por Karla Quintana, comisionada nacional de búsqueda. Sin embargo, el presidente —igual que en los últimos años cuando se trata de justicia y no de “politiquería”— brilló por su ausencia.

De acuerdo con el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), la cifra de personas desaparecidas en el país es superior a 87 mil. Como si eso no fuera suficiente, a este problema se suma un “rezago forense” que acumula más de 50 mil cuerpos que todavía no son identificados.

Pretender que el Día de las Madres es conmemorado de la misma manera por todas las mujeres o por todas las hijas e hijos es, además de insensible, la muestra perfecta de una falta de consciencia social severa, profunda. Mientras una sola mujer siga exigiendo justicia por la violencia hacia su hija, por la desaparición de su hijo o por el feminicidio de su madre, no debería invertirse dinero, tiempo o esfuerzo por parte de las autoridades que, en lugar de atender las demandas de la población, se enfoca en planear un festival.

Los “pequeños” detalles

Uno de los personajes que tampoco pudo contener sus ganas de festejar y de paso hacer “propaganda política” fue David Razo, un candidato a la diputación federal por el distrito III de Azcapotzalco, una de las 16 alcaldías de la Ciudad de México.

A través de sus plataformas digitales, el candidato compartió la invitación a un evento que se realizaría el 11 de mayo a las 12:00 p.m. en el “Parque de la China”. Sin dar más detalles al respecto, el día llegó y la celebración fue transmitida en tiempo real en la página oficial de Facebook del hombre en cuestión.

Aparentemente, el evento estuvo acompañado de música, actividades y un maestro de ceremonias que acompañó a David Razo mientras este se encontraba en el escenario. Ambos con micrófono en mano, pretendieron brindar palabras sensibles a las mamás que asistieron.

En un intento por parecer graciosos, imitaron la voz del conocido personaje Chabelo Pastrana. Mientras interpretaban con una voz aguda e infantil la letra de la canción “Mamacita, dónde está Santa Claus”, cayeron en cuenta de que la melodía hacía referencia a la época navideña.

 Para cambiar el tema y tener algo más para que su acompañante pudiera interpretar, David Razo entonó el coro de “Mátalas”, una canción que ha sido constantemente criticada por ser una apología al feminicidio y la violencia en contra de las mujeres.

“Mátalas con una sobredosis de ternura”, comenzó a cantar el candidato, a lo que el personaje invitado respondió “asfíxialas con bolsas de basura” (la letra original dice “asfíxialas con besos y dulzura”). La lamentable broma fue celebrada con la risa de David Razo.

¿Esa era su forma de demostrar amor hacia las madres de su comunidad? Es alarmante cómo una persona con una nula capacidad de análisis y cero sensibilidad ante los once feminicidios diarios que se cometen en el país pretende ocupar un cargo de representación popular.

Es atemorizante el hecho de que, en lugar de ser un tema de preocupación local, estatal y nacional, la violencia y el odio en contra de las mujeres sea abordado de esa manera; especialmente en un día dedicado a las mujeres que ejercieron su maternidad.

Estos son los “pequeños” detalles a los que debemos prestar atención. No solo tratándose de candidatos o de funcionarios públicos, sino en todos aquellos hombres que formen parte de los círculos en los que nos relacionamos. Visibilicemos los comentarios misóginos, las actitudes machistas y denunciémoslas. Basta de perpetuar un sistema al que parece no importarle la vida de las mujeres.

En caso de que a lo largo de las diferentes Escalas no haya quedado claro, lo repito una vez más: La violencia de género y el feminicidio jamás estarán justificados ni deberán tomarse a la ligera. El odio hacia las mujeres es un problema estructural que cobra la vida de once mujeres todos los días. Aquellas personas que no se preocupen al respecto y que no entiendan la gravedad de la situación, no merecen formar parte de la toma de decisiones.

La violencia en contra de las mujeres no es una broma:

arendy.avalos@gmailcom

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