Escala de Grises - De olas y mareas

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - De olas y mareas

#SeráLeyEdomex

 

Después de que el pasado 20 de julio se aprobara la interrupción del embarazo en Veracruz, el tema se ha ido retomando en diferentes entidades. Las mujeres y colectivas feministas de todo el país han decidido impulsar diferentes maneras de hablar al respecto con el objetivo de que el aborto sea aprobado en las 28 entidades del país en las que decidir sigue siendo un delito.

A partir de esto, en Valle de Toluca se firmó un pronunciamiento en el cual se invitó a todas las mujeres a organizarse desde diferentes espacios para exigir la despenalización del aborto en el Estado de México. La convocatoria involucró un documento en el que, con datos del 2020, se demuestra que el más del 11% de los embarazos adolescentes ocurren en dicho estado.

La convocatoria tenía como fecha el martes 3 de agosto, día en el que se realizó un pañuelazo virtual para detener la criminalización y el estigma que implica la interrupción del embarazo. A través de etiquetas como #AbortoLegalEdomex y #SeráLeyEdomex se realizaron una serie de publicaciones entre las que podían encontrarse ilustraciones, videos e imágenes con las que se buscaba evidenciar la importancia del tema.

Otro de los argumentos por parte de las mujeres feministas involucradas en este pronunciamiento fue que la criminalización y el estigma asociados con el aborto han sido la causa de que 63 mil mujeres deban trasladarse a la Ciudad de México para obtener este derecho humano o bien, acudirá a clínicas clandestinas en las que no se garantiza la integridad física ni emocional de las mujeres que decidan someterse a este procedimiento.

Tomando en cuenta lo anterior, no se está procurando la salud, la libertad ni la vida digna de las mujeres, lo que implica otra serie de problemas. Esto implica una explícita violación a los derechos humanos de las mujeres que desean tomar decisiones sobre sus propios cuerpos. De acuerdo con los datos, más de 100 personas originarias del Estado de México son víctimas de criminalización por abortar.

Ojo, esto no es exclusivo del Estado de México ni de la Ciudad de México, de Veracruz, de Oaxaca o Hidalgo. Esta situación de persecución y criminalización para las mujeres que deciden no continuar con el periodo de gestación se replica en todo el país. Por supuesto que tampoco pasa solo en las urbes o solo en las zonas rurales.

Esta situación, la de catalogar el aborto como un delito, afecta a todas las mujeres sin importar su edad, clase social, preferencia política, religión o cualquier otra variable que usted quiera poner en la ecuación. Sin embargo, lo que sí es diferente es la forma en la que se enfrenta el proceso. A pesar de que durante los últimos años la palabra privilegio se ha convertido en tabú, en esta ocasión la utilizaremos.

El acceso a la salud, a procesos dignos, a una manera segura de abortar claro que es un privilegio. Ojo con la interpretación de esa oración, porque por “privilegio” no me refiero a que sea una situación agradable. A lo que me refiero es a que, lamentablemente, la opción de decidir sobre su propio cuerpo se ha convertido en un privilegio por la mínima cantidad de personas que pueden acceder a un aborto sin ser señaladas a nivel cívico, social y hasta moral.

Por eso es tan importante hablar al respecto, ponerlo sobre la mesa y dejar a un lado cualquier otro símbolo que no sea la justicia o el deseo latente de que se cumplan los derechos humanos de las mujeres o las personas gestantes. Durante las últimas Escalas de Grises el aborto (o la interrupción legal del embarazo, si no le gusta el término) ha sido un tema frecuente y lo seguirá siendo hasta el momento en el que podamos celebrar que es ley en todo el país.

La tercera ola

Aunque pareciera que a ciertas horas y en ciertos lugares ya no hay riesgo de contagio por Covid-19, la pandemia continúa. Durante las últimas semanas se ha registrado un aumento de casos que no se había registrado desde la “segunda ola”. Según las cifras proporcionadas por las autoridades de salud, tan solo en la Ciudad de México se ha registrado un incremento del 16% en los últimos 40 días.

Aquí, más allá de las razones que tenga cada persona para enfrentarse a la “nueva normalidad”, lo que debemos cuestionarnos es la efectividad de los protocolos o los mecanismos empleados para garantizar la integridad de las personas que deben salir de casa. ¿Cuál es la prioridad en este momento? De acuerdo con los gobiernos estatales, todos los esfuerzos están enfocados en que la mayor parte de la población (por lo menos el 70%) reciba la vacuna contra el virus SARS-CoV-2.

Sin embargo, como hemos repetido hasta el cansancio, la vacuna no representa inmunidad absoluta frente al virus. Entonces, ¿qué otras estrategias se están implementando para reforzar aquellas campañas que no funcionaron durante el último año y medio? Parecería que el discurso continúa en los mismos términos, a pesar de que el problema ha evolucionado con gran velocidad, ¿no le parece?

Como cada que abordamos el tema en este espacio, permítame recordarle que el protocolo sanitario y las medidas para evitar contagios no le involucran únicamente a usted, a las personas con las que vive o a quienes suele frecuentar. El problema de esta pandemia es que no solo nos ha afectado a nivel individual y la empatía es una vacuna aún más difícil de conseguir. La crisis sanitaria a nivel internacional continúa y para poder superarla es necesario que todas las personas (por lo menos el 70%) se comprometan a lograrlo.

 

Que suba la marea, pero no las olas

arendy.avalos@gmail.com

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