Escala de Grises - Cuenta hasta diez

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Cuenta hasta diez

 

Los últimos días de abril se dio a conocer la actualización del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y las cifras no fueron alentadoras. Las llamadas de mujeres víctimas de violencia familiar aumentaron un 23%, respecto al mes anterior.

Derivado de esta información, el martes de la semana pasada, el Gobierno mexicano optó por crear y difundir una campaña titulada “Cuenta hasta 10”. El contenido fue presentado en la conferencia de prensa que, cada mes, realiza la Secretaría de Gobernación sobre violencia contra las mujeres.

En el diseño del espectacular se lee la etiqueta destinada para el confinamiento por covid-19 (#QuédateEnCasa), frases como: “No te desesperes”, “Para que la violencia no te gane”, “No pierdas la paciencia”, seguidas de “Respira y… Cuenta hasta 10. Cuenta con nosotros, llama al 911”.

Como si eso no fuera suficiente, el número 10 está enmarcado en una bandera blanca. La explicación a este curioso símbolo se puede encontrar en los spots de televisión y radio: “Antes de que la violencia se apodere de ti, antes de que te enojes con tu pareja, antes de que te desesperes: cuenta, cuenta, cuenta. Cuenta hasta diez y saca la bandera blanca de la paz”.

Aunque la campaña, aparentemente, está enfocada en erradicar la violencia en el hogar —cuyas principales víctimas son mujeres e infantes— la frase anterior es enunciada por voces femeninas y masculinas. De igual modo, quienes aparentan protagonizar el episodio de ira desenfrenada son hombres y mujeres.

Cuando se cuestionó esta decisión, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, respondió que “[la campaña] se fue transformando para no estigmatizar y no caer en los clichés a los que estamos acostumbrados cuando se aborda el tema de las mujeres (…) es un método muy eficaz para contener las actitudes impulsivas o las pasiones que se desbordan”. No, pues gracias, no se hubieran molestado.

Luego de que las críticas en plataformas digitales hicieran eco, Nadine Gasman, titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), defendió el movimiento y dijo que “es una más de las acciones del gobierno para prevenir la violencia durante la cuarentena”. Vemos.

Como siempre, vamos poco a poco. No sé usted, pero que alguien —quien sea— califique el problema de la violencia en el hogar como ‘una idea recurrente a la que le falta creatividad’ (el significado principal del galicismo) me parece grave y preocupante, mucho más si la[s] persona[s] en cuestión forman parte del gobierno federal.

Lo primero que debe hacerse antes de cualquier campaña es comprender el problema y, como se habrá dado cuenta, no fue así. ¿De qué nos sirve que se gasten recursos, tiempo y minutos en cadena nacional si el mensaje que se transmitirá no se acerca ni un poco a la comprensión, a generar conciencia, no digamos a encontrar la solución?

Lo que Jesús Ramírez Cuevas catalogó como “cliché” es el hecho de que la violencia que ejercen parejas, esposos o exparejas contra las mujeres en México es “severa o muy severa” en el 64% de los casos, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), realizada en 2016.

La campaña Cuenta hasta 10, además de tener similitudes con una lanzada por Televisa en los ochentas, no se acerca ni un poco a frenar las agresiones familiares durante en confinamiento. ¿Por qué? Porque, para empezar, resulta muy poco plausible que los agresores se detengan a meditar para evitar golpear a sus esposas, porque sacar “la bandera blanca de la paz” es una tontería cuando lo que está en riesgo es tu vida.

Bajo esta misma línea, el discurso tiene ciertos huecos de interpretación y, el más importante, es que deja la responsabilidad en las víctimas de violencia. “¿Fuiste agredida de alguna manera? ¡Le hubieras pedido al agresor que contara hasta 10!”. La violencia en contra de las mujeres no es culpa ni responsabilidad de las mujeres, es responsabilidad pública.

¿En dónde están las autoridades a quienes corresponde enfrentar estos casos? Invisibles, negligentes. Tal vez, podríamos devolverles el mismo mensaje y recordarles que, en México, matan a 10 mujeres cada día por el simple hecho de serlo. Podríamos pedirles que cuenten hasta 11, pues es el número de mujeres que fueron víctimas de homicidio doloso todos los días de abril. Podríamos pedirles que cuenten hasta 90, el porcentaje de llamadas de auxilio que, según AMLO, son falsas.

Lo que necesitamos no son campañas vacías. Necesitamos estrategias con perspectiva de género para frenar la pandemia del machismo y la misoginia. Esa que no disminuye, aunque nos quedemos en casa. Tomémonos las violencias y las desigualdades de género en serio.

 

La recomendación: Otras maneras de usar la boca es una colección de poemas. Escrito por Rupi Kaur, una escritora canadiense que aborda temas como el feminismo, el amor, la pérdida y las formas de sanar.

 

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