En riesgo, la siembra en pueblo de Amatlán

En riesgo, la siembra en pueblo de Amatlán
La pandemia de covid-19 ha puesto en vilo el agro en el poblado de Amatlán; la siembra de maíz criollo está en riesgo; además, carecen de fertilizantes, afirmaron campesinos.

La pandemia de covid-19 ha puesto en vilo el agro en el poblado de Amatlán; la siembra de maíz criollo está en riesgo; además, carecen de fertilizantes, afirmaron campesinos.  

Don Isidro, campesino amatleco (citado por Alejandra Olvera Carbajal, del Colectivo de Estudios sobre el Patrimonio Biocultural de Morelos, en un artículo publicado) expresó la problemática que subyace en esta comunidad tepozteca, a consecuencia del covid-19: “nosotros no tenemos así como una cuarentena restringida, o sea, que estemos en cuarentena sin poder salir. Nosotros sí podemos salir, podemos preparar la tierra, pero si esto se prolonga hasta mayo y junio, entonces sí nos afectaría porque no sembraríamos”.

Se cita que esta zona, el ocho de abril pasado, se dispuso de un cerco sanitario en la entrada, e efecto de “… frenar los contagios de covid-19 que en esos días comenzaban a incrementarse en Cuernavaca, la capital del estado y también en la Ciudad de México”.

Asimismo, se da cuenta que existe un auto que circula -con una bocina “amarrada al toldo”- que transmite mensajes a la población para que ésta se quede en el confinamiento y, de esa forma, evitar la propagación del virus.

Empero, una de las preocupaciones del sector campesino del área reside en la escasez de fertilizantes; según sus declaraciones, los programas de apoyo al campo “facilitan” el 50 por ciento de estas sustancias para la siembra y, ante la emergencia nacional que ha causado el covid-19, “temen” que el abono no se les entregue a tiempo: “lo que nosotros pensamos ahorita” es la preparación de la tierra para tal efecto.

Y añadió:  “… nosotros como campesinos estamos pensando qué va a pasar a futuro, que a lo mejor en mayo y junio no nos proporcionen el fertilizante, porque tal vez tengan cerradas las bodegas de químicos o los abonos orgánicos”.

En el mismo contenido, se expone que la sustancia descrita debe estar a tiempo; es decir, a más tardar entre el nueve de junio, para que se hagan las tareas agrícolas correspondientes, a fin de que el maíz “tenga la resistencia adecuada”; en caso de que las autoridades los distribuyan en julio “no serviría de nada”.