El tercer ojo - Notas necesarias sobre la futilidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara

El tercer ojo - Notas necesarias sobre la futilidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

 

Estimados seguidores y lectores del Tercer Ojo, como se desprende del título de la colaboración de esta semana, trataré sucinta y claramente de mostrar cuáles son los fundamentos subyacentes de una afirmación como la que encabeza este breve ensayo; espero que, independientemente de que estén o no de acuerdo con lo que escribo en este texto, sea lo suficientemente claro para propiciar la reflexión, el diálogo y, por qué no, la discusión.

Debo comentar con ustedes que en la más reciente edición de Le Monde Diplomatique (05/22, p. 9.), Anne-Cecil Robert, publica un artículo cuyo encabezado expresa, sin temor o duda alguna, lo que aquí trataré de mostrar: Les Nations unies menacées d’ obsolescence (considero innecesaria la traducción).

El primer párrafo del escrito, a modo de epígrafe, se expresa de esta manera:

Réfugiés, alimentation, soins médicaux…: toutes le agences de l’Organization des Nations unies (ONU) s’activent face à la guerre en Ukraine. Toutefois, l’institution faillit à sa mission cardinale de paix et de sécurité. Il a fallu cinquante-quatre jours à son secrétaire général Antonio Guterres pour lancer une initiative diplomatique. Après son fiasco en Syrie, est-ce l’échec de trop? (Refugiados, alimentos, atención médica…: todas las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) están activas frente a la guerra en Ucrania. Sin embargo, la institución fracasa en su misión cardinal de asegurar la paz y la seguridad. Su secretario general, Antonio Guterres, tardó cincuenta y cuatro días en lanzar una iniciativa diplomática. Después de su fiasco en Siria, ¿este fracaso es excesivo?).

El día 21 de febrero de este año se reunió, en New York, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar la cuestión de la intervención militar rusa en Ucrania; como era de esperarse, después de que con discursos de diversos talantes la mayor parte de los representantes —“Miembros no permanentes”, sin “Derecho de veto”, diez y que duran dos años en el cargo— y “miembros permanentes” —sólo los EE.UU, Rusia, Francia, Reino Unido y China; únicamente cinco, con “Derecho de veto”— condenaron la “violación de la integridad territorial y de la soberanía de Ucrania”, el representante de Kenya —miembro no permanente—, Martin Kumani, amplió su reflexión:

Además de condenar la violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, condenamos categóricamente la tendencia observada en las últimas décadas en ciertos Estados poderosos, incluidos los miembros del Consejo de Seguridad, que violan el Derecho Internacional sin miramiento alguno (…) El multilateralismo está condenado a morir esta noche. Él es atacado hoy como antes lo ha sido por otros Estados poderosos en el pasado reciente. Hacemos un llamado a todos los Estados miembros a reunirnos con el secretario general, a quien demandamos organizar la movilización para defender el multilateralismo. (Le monde Diplomatique, 05/22, p. 9, traducción libre hecha por mí).

Mas claro no puede ser el núcleo del argumento central.

Antes, varios decenios atrás, diferentes personajes —entre ellos Yassir Arafat o Fidel Castro— denunciaron claramente el carácter antidemocrático de dicho Consejo de Seguridad porque mataba desde un principio el multilateralismo al dejar en manos de un pequeño grupo de Estados la posibilidad de determinar el rumbo del mundo. El Consejo de Seguridad toma las decisiones fundamentales sobre los diversos problemas del planeta siempre y cuando no afecten los intereses del minúsculo grupo de cinco naciones que conforman el bloque de “Miembros Permanentes” y si acarrea consecuencias inadmisibles para las otras naciones del orbe, no importa, porque los intereses del bloque de “Miembros Permanentes” está por encima de los demás. Es esta la muestra más clara de la antidemocracia y la “Dictadura de los cinco”.

Ahora bien, si consideramos que es el bloque de Estados “Miembro Permanentes” del Consejo de Seguridad quien a lo largo de la segunda mitad del Siglo XX y lo que llevamos del este XXI ha realizado la extensa mayoría de los actos de guerra que muestran la violación de la integridad territorial y de la soberanía de los Estados no miembros del Consejo de Seguridad podremos constatar la inexistencia histórica del multilateralismo y la futilidad de la misma Organización de las Naciones Unidas.

Podemos comprender que la posibilidad real del multilateralismo se encuentra en la disolución del Consejo de Seguridad, del “Derecho de veto” y, consecuentemente, de la asunción de la Asamblea General como Máxima autoridad de la Organización de Naciones, de manera tal que sus acuerdos se tornen exigibles y de aplicación inmediata.

Por otro lado, para cerrar esta breve reflexión, téngase presente que la producción, distribución y consumo sustancial de las armas y tecnologías de guerra se encuentran en manos del bloque de Estados “Miembro Permanentes” del Consejo de Seguridad o sus “aliados” —léase adláteres subordinados—; ergo, este mismo bloque se ha encargado de inutilizar a la misma Organización de las Naciones Unidas como garante de la paz y la seguridad.

That is the question.