El Tercer Ojo - ¿Cuándo y cómo terminará el epidemia y pandemia de COVID 19?

En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara

El Tercer Ojo - ¿Cuándo y cómo terminará el epidemia y pandemia de COVID 19?

«Según los historiadores, las pandemias tienen dos tipos de final: el médico, que ocurre cuando las tasas de incidencia y muerte caen en picada, y el social, cuando disminuye la epidemia de miedo a la enfermedad»

 

Gina Kolata, The New York Times.

Estimados lectores que siguen El tercer Ojo. Como hemos sido testigos –además de ser actores de esta tragedia histórica, sumada a otras tragedias que le preceden, que le acompañan y que seguirán más allá de ésta—a lo largo de prácticamente dos años concluidos y próximos a ingresar por la puerta de enfrente a uno más, el tercero, la interrogante que da título a esta breve colaboración flota en el aire de casi todas las naciones del orbe y, en el espacio de nuestra interioridad retumba como un eco, esperando que la respuesta sea definitiva y precisa, en tiempo y lugar.

Una respuesta exacta y contundente a este par de preguntas, sin embargo, no aparece súbita y mágicamente ante nuestra mirada cansada y atónita; pese a desear que esta calamidad se aparte de nosotros ya, ignoramos cuáles debieran ser los parámetros que nos permitan saber cuándo y cómo podremos saber que ésta se ha ido o, en su defecto, como en otras epidemias o enfermedades, a lo largo de la historia de la humanidad, se ha tornado en una compañera inapelable con la cual debemos caminar y seguir el rumbo, ya sin miedo, y enfrentarla con los recursos disponibles de la mejor manera posible.

Siguiendo dicha experiencia y vivencias, apelando a la historia escrita y documentada de la existencia de diversas enfermedades, epidemias y pandemias, podemos resaltar, como hemos mostrado en el epígrafe que encabeza este ensayo, dos, y solamente dos, parecen ser los parámetros que nos permiten saber y decidir el fin, o término, de las fase pandémica y epidémica de una enfermedad y, asumir como una proyección probable, el ingreso a una tercera etapa; la de la endemia.

El primer criterio epidemiológico y médico del fin de una fase pandémica y epidémica de una enfermedad, como lo es ahora la del COVID 19, consiste en la muestra fehaciente e indiscutible de un descenso de las tasas de transmisibilidad, incidencia y mortalidad por la presencia del mal clínico, en este caso el COVID 19, de manera significativa y que no ponga en riesgo tanto la salud de la vida de la población, como del propio sistema de salud para afrontar la fase endémica u otras enfermedades que requieren atención médica.

El segundo criterio, asumiendo que no se abatirá por completo la enfermedad derivada de la presencia del virus en cuestión, empero, que si habrá un descenso significativo de las tasas de transmisibilidad, incidencia y mortalidad por la presencia del mal clínico y aprendamos a vivir con la compañía inevitable del padecimiento, cuando disminuya la epidemia o la pandemia del miedo que, como fenómeno de naturaleza psicosocial –agregado a las políticas sanitarias de confinamiento y distanciamiento físico, además de la desmedida infodemia mediática y en “redes sociales”— nos impele a guardarnos más allá, pero más allá, de las probabilidades de adquirir el mal; es decir, permanecer “bajo arresto domiciliario” con la esperanza de no ser parte de la incidencia  y con las consecuencias económicas, sociopolíticas, culturales y psicosociales que implica esta circunstancia.

Parece ser que en esta era y hora, ya no se encuentra ni uno, ni la sociedad o las naciones, en la disposición de proseguir un año más bajo esta condición de existencia dominada por el miedo, ansiedad, angustia, sentimientos de inseguridad, inermidad, indefensión o falta de perspectiva.

Ya no se está dispuesto a seguir así.

Bajo estas circunstancias, parece que este año 2022 será, bajo el criterio o parámetro del segundo criterio, que se asumirá que es perceptible ya “una luz al final del túnel” que nos permitirá ver con más claridad el camino a andar.

En efecto, ya va siendo la hora de que asumamos que los diferentes gobiernos de las distintas naciones buscarán también cerrar este ciclo y abrir otro orientado hacia la recuperación económica y de estabilidad sociopolítica.

Parece que ya no están dispuestos, por presiones económicas y políticas de los grandes poderes fácticos de la economía y política mundial, a soportar un tercer año más bajo estas circunstancias.

Y, como expreso aquí, si tampoco nosotros queremos seguir bajo esta presión, deberemos aprender de la historia para convivir con esta enfermedad, como lo hemos hecho con otras, e ir tirando por la borda ese miedo y esos sentimientos de indefensión que nos agobian y nos paralizan.

Y, faltaba más, con el conjunto de consecuencias en los ámbitos de la salud física y psíquica que se han trastocado y que devendrán a corto, mediano y largo plazo.

Contra el pesimismo, previsión y perspectiva.