El gobierno de los muertos

En opinión de José Román

El gobierno de los muertos

“Ser un bandido en la República de Colombia es un honor, con la clase política que tenemos” Jairo Velázquez, alias “Popeye” vinculado al Cartel de Medellín y brazo ejecutor de más de 200 asesinatos confesos por órdenes de Pablo Escobar, antes de que lo asesinaran dado que a la fecha, suponen que ya no vive sus compañeros de andanzas.

El gobierno que sea, emane del partido político o la corriente ideológica que sea, incluso una dictadura, tiene la obligación primordial de salvar la vida y los bienes de sus gobernados. Cuando un gobierno se vuelve destructor de la economía y de la integración social promoviendo la división entre los mismo gobernados, ya no vale la pena sostenerlo porque su proceso degenerativo llevará forzosamente al empobrecimiento de su pueblo. Igualmente cuando se reparte la riqueza de los que con su esfuerzo la obtienen sin un proyecto de volver autosuficientes a los que la carecen, están destruyendo las bases sociales y económicas del progreso de una sociedad. La pobreza es un fenómeno que tiene más que ver con las políticas erradas de los gobiernos que con la motivación y el desarrollo de la economía. Los gobiernos, recuerden, no producen nada, excepto papel, es la sociedad, sus integrantes los que con su trabajo generan la riqueza que sostiene a un gobierno, por lo mismo destruirla, desmoronarla, es terminar matando a la gallina que da los huevos para comer.  Ningún pueblo es rico sin el esfuerzo y la aportación del capital y del trabajo de su pueblo. La riqueza, no nace por decreto, se hace con esfuerzo diario y el papel del gobierno es proteger a quienes la producen para que el reparto de lo producido siga generándose y alimentando la posibilidad de mejorar la vida de todos sus habitantes.

Hemos visto como la clase media en este gobierno ha estado siendo afectada por decisiones cada vez más incongruentes del gobierno federal, sobre todo en materia fiscal, pero ahí no termina el problema, ahí es donde inicia, sobre todo porque el pueblo carece de diputados que representen su voluntad y cuando el dominio de un solo partido es total, se generan vicios que producen esquemas destructivos a voluntad del gobernante sin que los diputados y senadores se atrevan a contradecir a quien en una democracia se le debe obligar a dialogar, a explicar y consultar cualquier decreto o ley que afecte la economía, la seguridad o la justicia de los gobernados. Por eso la necesidad de reflexionar el voto, es vital.  La sociedad por desgracia no ha sido preparada ni educada para la reflexión y cuando la pobreza apremia y el hambre aprieta, lo menos que tienes es tiempo para la discusión o la reflexión y ahí es donde el dictador o la dictadura de un gobierno se vuelve un problema que complica más la vida de sus gobernados. En estas elecciones debemos pensar y meditar lo que queremos para el futuro de las familias y de la sociedad, no hacerlo es criminal, sobre todo porque el mundo se viene encima y en la vorágine la lo malo, olvidamos que hay muchos enemigos a vencer en la sociedad, pero que en esencia hoy hablare de dos que silenciosos por la pandemia, acechan irremediablemente al ciudadano.

El primero, la criminalidad que no cesa, tenemos amplias zonas que no son gobernadas por ningún gobierno, que son gobernadas por la delincuencia. Tenemos aquí cerca a Michoacán y a Guerrero y al observar el mapa, tierra caliente, colindante con Michoacán es zona muerta para cualquier gobernante, ahí domina la delincuencia. Lo mismo acontece en la montaña de Guerrero y algunos focos aislados de Tamaulipas, así como otros estados. Pero en tiempo electoral el gobierno federal no ha tomado en cuenta y seguramente se irá descubriendo que gran parte de los candidatos son financiados por el crimen organizado. El otro problema es la pobreza y junto a ella, la economía. Los resultados finales serán desastrosos porque gran parte de la clase media, productora de empleo, habrá dejado de existir.  Es decir, la generación de pobres es constante en un gobierno como el que tenemos que ha dejado en abandono total a su empresario pequeño y mediano. Habrá más pobres, habrá más limosneros de palacio y la forma de enfrentar el problema será, como lo hacen desde palacio,  seguir generando más pobres a través de más trabas y complicaciones fiscales para los sobrevivientes. Aquí algunos datos que nos señalan el rumbo de este gobierno. En la pandemia, superamos ya de hecho en esta semana los 200 mil y nos acercamos a Brasil que tiene el doble de población. En la delincuencia, el crecimiento exponencial de los carteles de la mafia ha tendido sus redes por todo el mundo, de tal forma que es un tentáculo incontrolable que ha crecido durante este gobierno y cuyos orígenes están en el norte del país. España e Italia han revelado los nexos de la delincuencia Mexicana con la europea. De EU ni se diga. Se requiere una lucha frontal que incluso rebasa a México porque el vicio y su corrupción son enormes y nada se hace importante en México para combatirlos. El Inegi informa que es la primera vez en un siglo que cae 2 años consecutivos el PIB, el peor en 90 años, informa. En casa, Morelos se ubica en los primero lugares nacionales, quinto lugar en violación, segundo lugar en feminicidios, tercer lugar en robo a casa habitación y automóviles, sexto lugar en robo a negocios, séptimo en homicidios con arma de fuego. Evidente, ésta sociedad va mal, Reflexionemos al votar a quien queremos que nos represente para revertir el caos que tenemos.